La tapa y el partido

En el corazón del ambiente universitario madrileño, El Canguro acaba de abrir sus puertas y se presenta como una original alternativa en los bares de la zona. José Miguel, el regente, tiene en la mente algo distinto e innovador: «un bar que sea algo más que un bar». A pesar de su reciente apertura –el pasado 2 de abril tuvo lugar la inauguración–, El Canguro ha demostrado su polivalencia a cualquier hora del día. Desayunos con precios muy populares (1,80 euros), raciones y tapas de la mejor calidad a última hora de la mañana, servidas en cazuelitas de barro, y las mejores marcas en copas para el horario «afterwork» son la oferta de este café-bar que, hasta el momento, y según asegura el regente, «atrae a un público juvenil (por la zona en la que está ubicado), aunque es un local abierto a todo tipo de edades».

El Canguro está decorado con un estilo juvenil y moderno, alternando los colores crema y chocolate en las paredes. Por otro lado, la barra tiene una longitud de 10 metros y las lámparas negras que cuelgan del techo combinan con el mobiliario de madera del bar. El espacio, pese a ser reducido y en forma de L, permite que un número considerable de clientes se reúnan para disfrutar de un rato agradable tomando una tapa, comiendo, cenando o viendo un evento deportivo en una de las dos grandes televisiones (47 y 42 pulgadas) que cuelgan de las paredes del local.

Salvo en las retransmisiones televisivas de este tipo de eventos, es habitual que en el Canguro suene música comercial e indie, propia de canales como Kiss FM o MTV Music, de forma que el público, en general, perciba siempre un ambiente cálido y confortable en el que sentirse como en casa. Además, el regente aseguró estar dispuesto a la organización de celebraciones como cumpleaños o despedidas, siempre previa reserva, por supuesto. El horario abarca desde las 8:00 horas, para los desayunos, hasta las 00:00 horas, por lo que aún hay tiempo para tomarse la primera copa de la noche.