La tomadura de pelo de Sexpeare

Cambiemos «crisis» por «furgoneta»; «Espectáculo» por «mierda»; «Mentira» por «peluquería»; y «persona» por «pollón». La frase «no es la primera vez que hacemos este espectáculo, la necesidad de hacerlo es fruto de esta crisis» queda algo así: «Los pollones estamos hartos de estar en furgonetas escuchando peluquerías todo el rato... Es por esto que hemos decidido hacer esta mierda». Bienvenidos al delirante universo de Sexpeare, o sea, de Rulo Pardo y Santiago Molero, dos tipos sin complejos que llevan ya dieciocho años de carretera y risas con obras como «H, el pequeño niño obeso quiere ser cineasta», «Qué pelo más guay», «For Sale» y «Solo Millo». Dos cómicos que han decidido hacer su espectáculo más personal, más metrateatral y más autorreferencial. No se asusten: también, prometen, será tan absurdo como los anteriores. Por eso, aunque en «Sexpearemente» Rulo y Santiago dan vida a Rulo y Santiago, actores veteranos que se ven obligados a actuar en un escenario de apenas un metro cuadrado por culpa de la crisis y los recortes, no se puede hablar de un giro serio en sus carreras. «La meteateatralidad está muy presente, porque contamos una pseudobiografía», aclara Molero. Y Pardo explica: «Sí, hay autobiografía pero también mucha parte inventada porque nos metemos en sitios de locura absoluta... Como somos nosotros». Vamos, que es «una animalada» con un final «que es puro rock n'roll».

Y cuenta Rulo sobre estos 18 años, desde que dos estudiantes de la RESAD se conocieron en 1994: «La suerte que hemos tenido es que Santiago y yo nos admiramos mutuamente muchísimo. Y no hemos llegado a tener una plataforma que nos haya hecho crear espectáculos como longanizas: siempre hemos hecho lo que hemos querido».