Leganés se queda sin encierros, pero con La Cubierta

La empresa cumplió su amenaza y el Ayuntamiento también: Leganés se queda sin encierros y la gestión de la plaza de toros de La Cubierta vuelve a manos municipales.

Durante la noche de ayer, los responsables de la empresa concesionaria del coso (Asuntos Taurinos y Espectáculos S.L) decidieron llevarse del recinto a las reses que a las 8:00 de la mañana habrían de correr el encierro de esta localidad tras negarse a celebrar de forma gratuita la suelta de vaquillas que tradicionalmente precede al encierro. El hecho lo denunció en rueda de prensa el primer edil de Leganés, José Gómez, que aseguró que tiene constancia de que «a las 00:40 horas de la madrugada, el empresario sacó del recinto a los toros para cumplir su amenaza». Así que, sin toros y sin plaza, no pudo haber encierro.

La polémica nació, hace ya unos años, porque la empresa pretende cobrar cinco euros a los espectadores que quieran presenciar y participar en la suelta de reses tras el encierro, que seguía siendo gratuita. De esta forma, los responsables de esta sociedad querían permitir el acceso a la plaza de los corredores y, una vez concluida la carrera, obligar a salir del recinto a todos los presentes para que luego volvieran a entrar quienes quisieran ver y participar en el espectáculo de las vaquillas. El Ayuntamiento se negó en rotundo desde el primer momento alegando que el pliego de condiciones establece que el concesionario deberá organizar de manera gratuita «como mínimo dos ferias taurinas en las Fiestas Patronales del mes de agosto y San Nicasio, que incluyan los encierros» y que será causa de resolución del contrato «la no celebración de las correspondientes ferias taurinas». La empresa, por su parte, no se pronunció sobre lo sucedido pero entiende que el contrato le obliga a garantizar la gratuidad del encierro y no del espectáculo posterior. Esta postura fue rechazada ya por el Pleno del Ayuntamiento, además de por una abundante jurisprudencia que ha dado la razón a consistorio.

El pasado viernes la empresa envió un comunicado al Ayuntamiento asegurando que no permitirles cobrar era un «gravísimo incumplimiento» e informaba de su intención de cancelar los festejos taurinos para ayer y hoy. Como compensación, solicitaban al Ayuntamiento una subvención de 50.000 euros y para ello incluían en dicho texto un número de cuenta en el que depositar el dinero. El alcalde, visiblemente molesto, calificó de «chantaje e inaudita» la forma de proceder de la empresa y aseguró que su equipo de gobierno no pagaría.

Así que a la mañana siguiente, ayer, el propio alcalde, Jesús Gómez, se presentó en la puerta de la plaza de toros y aporreó, con la intención, según él, de hablar con los responsables de la concesionaria. Después, y ante la inminente suspensión de los actos, el primer edil se situó en medio de las miles de personas allí congregadas y, usando la megafonía de un vehículo de Protección Civil, leyó un comunicado del Ayuntamiento. Además de comunicar que no se podría celebrar la carrera y acusar a la empresa de ser la responsable de la situación tras haber tomado «decisiones unilaterales», el alcalde anunció que quitaría de inmediato el contrato y aseguró que sería «sin indemnización alguna y sin medidas cautelares». Ninguno de los afectados está contento con la situación, y mucho menos los vecinos. Algunos de ellos no encajaron bien la confirmación de que no habría festejos y se produjeron algunos altercados, lanzamientos de objetos a la Policía y peleas que terminaron con un detenido.