Ayuntamiento de Madrid

Los agujeros que Carmena dejó de tapar y ahora van a la deuda

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeidalarazon

El Ayuntamiento de Madrid aprueba una amortización de deuda de 156 millones que corresponden a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) que el anterior equipo de Gobierno de Manuela Carmena no llegó a ejecutar

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una amortización de deuda de 156 millones de euros que corresponden a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) que el anterior equipo de Gobierno de Manuela Carmena no llegó a ejecutar. Es decir, Ahora Madrid presupuestó varios contratos, fundamentalmente de arreglos de aceras y calzadas, y como no llegó a ejecutarlos en tiempo y forma han tenido que dedicarse a reducir la deuda del consistorio madrileño.

Según explicó la portavoz del Gobierno de José Luis Martínez Almeida, Inmaculada Sanz, se trata de un nuevo ejemplo de ineficacia en la gestión del anterior Gobierno que dejó de realizar una mejora en la pavimentación del viario principal, con una inversión prevista de 12 millones; otro plan de calzadas y aceras en los barrios, por más de 15 millones de euros; la adecuación de espacios públicos con criterios de accesibilidad universal, con 2,5 millones de euros presupuestados; múltiples obras en instalaciones deportivas como el polideportivo de San Blás-Canillejas pro 1,25 millones de euros; así como las obras de adecuación en escuelas infantiles como La Caracola en la calle Belorado; centros de Asistencia Social como el de Acogida de Personas Sin Hogar San Isidro y el de Servicios Sociales de Torre Arias; así como en los centros culturales Antonio Machado y Miguel de Cervantes.

Las corporaciones locales pueden dedicar parte del superávit -como los 1.000 millones obtenidos por Carmena en el pasado ejercicio- a las denominadas Inversiones Financieramente Sostenibles, que son proyectos que se deben realizar en dos años tal y como determina la ley. En caso de no están terminados a tiempo, obligatoriamente deben utilizarse para amortizar la deuda. La anterior alcaldesa, que presumió reiteradas veces de haber reducido un 54% la deuda del consistorio, dejó también de aprovechar el excedente de las cuentas al no poder llevar a término las IFS aprobadas por el pleno municipal en 2017 y 2018.