Huelgas
Los sindicatos cumplieron: la cabalgata se libró de la huelga
Normalidad en el segundo día de paros totales en Metro. Los trabajadores respetaron los servicios mínimos
Los atascos el día de la cabalgata de Reyes están siempre garantizados, pero este año, con una huelga de Metro tan agresiva, son muchos los que han preferido acercarse hasta el centro en coche y no correr el riego de perderse el último recorrido de Sus Majestades por las calles de la capital. Buena muestra de ello daban los letreros en rojo de «completo» que prácticamente todos los parkings de la zona anunciaban desde primera hora de la tarde. Como las líneas de la EMT también se vieron afectadas por los cortes al tráfico, una alternativa escogida por muchos madrileños fue el Cercanías, y estaciones como la de Sol o la de Recoletos –en pleno recorrido de la comitiva– no dejaron de «escupir» gente durante toda la tarde. Sin embargo, los servicios mínimos establecidos por la Consejería de Transportes –que llegaron al 93 por ciento durante las horas de la cabalgata– no ocasionaron demasiados problemas a quienes se atrevieron a coger el suburbano para ir al centro, bien a la cabalgata, a hacer las últimas compras de regalos o simplemente a pasear.
La segunda huelga de 24 horas de Metro se desarrolló sin incidencias destacadas –aparte de que los usuarios tuvieron que esperar los convoyes más de lo habitual e ir más apretados que de costumbre– y tuvo un seguimiento del 34 por ciento, según Metro y de entre el 98 y el 100 por ciento, según los sindicatos. El portavoz de Comisiones Obreras (CC OO) en Metro, Ignacio Arribas, aseguró que el seguimiento del paro por los trabajadores fue del 98 por ciento. Por su parte, el portavoz de la Unión General de Trabajadores (UGT), Teodoro Piñuelas, aseguró que el seguimiento de la huelga «en trenes» había sido del 100 por cien y que en todo momento se respetaron los servicios mínimos que eran del 32 por ciento entre las seis de la mañana y las cinco de la tarde y del 80 por ciento entre esa hora y las diez de la noche, aunque durante el desarrollo de la cabalgata las líneas afectadas por su recorrido (2, 4, 5 y 10) contaron con hasta un 93 por ciento de los trenes. El comité de huelga de Metro (Sindicato de Conductores, CC OO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato de Técnicos y Sindicato Libre) consideró «abusivos» y «una provocación» estos servicios mínimos y aseguran que, aunque cumplieron lo pactado, llevarán los servicios mínimos ante Inspección de Trabajo. Piñuelas destacó que no hubo incidencias, aparte de las «esperas largas» que deben soportar los usuarios en las líneas 6 y 12 «por el intervalo temporal tan largo entre trenes, que son menos de los habituales». Los trabajadores de Metro aprobaron en asamblea secundar paros parciales indefinidos a partir del día 17 y solicitaron al consejero de Transportes, Pablo Cavero, que se siente a negociar.
EL AFECTADO
Miguel Santos; Comerciante del centro de Madrid
¿Y nuestros derechos?
Estimados trabajadores del Metro de Madrid: les escribe un pequeño comerciante del centro de Madrid, un don nadie, un pequeño autónomo que si secunda las huelgas no come, no puede pagar las facturas y cuyo cierre de negocio no beneficia a nadie, pero perjudica exclusivamente a él, a sus hijos y a su familia; pero eso sí, al que los piquetes increpan, insultan, dañan y tildan poco más que de «patrón» explotador y fascista por intentar no arruinarse más.
Ustedes, los trabajadores de Metro, son 7.500 «personas» frente a las decenas de miles de comerciantes en el centro de Madrid que mantienen a cientos de miles de familias y a cientos de empresas que les prestan servicios y a su vez mantienen a decenas de miles de familias... No sé si son conscientes de que los días 4 y 5 de Enero (escogidos para su huelga, entre otros) suponen los días de mayor facturación en todo el año, ya que acuden cientos de miles de madrileños a buscarnos para hacer sus regalos y, ésta es la única manera de pagar ajustadamente los ruinosos gastos en los meses de enero, febrero y marzo. El trimestre en el desierto lo llamamos. Ustedes y su huelga nos han arruinado, a pesar de la crisis existía esperanza, en estos días. Esa esperanza que han pisoteado, despedazado con su «derecho» a la huelga. Y no permitir que esos cientos de miles de personas puedan acudir en transporte público al caótico centro. ¿Y nuestros derechos?
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