Operación Candy

Nadie quiere defender al enemigo público número uno

El pederasta ha cambiado hasta tres veces de abogado de oficio

Antonio Ortiz ha pasado por al menos cuatro cárceles desde 2003 hasta 2011
Antonio Ortiz ha pasado por al menos cuatro cárceles desde 2003 hasta 2011larazon

Antonio Ortiz Martínez, el llamado «enemigo público número uno», se niega a declarar. Lo único que acierta a decir es que no sabe porqué está detenido y a insistir en que es «un buen hombre».

En sus primeras horas en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de la calle Doctor Federico Rubio y Galí ya ha conseguido desesperar, con su actitud chulesca y su frialdad, a dos abogados de oficio, que, según ha podido saber este periódico, han decidido abandonar su defensa.

El «depredador sexual» de Ciudad Lineal va ya por el tercer letrado pese a las pocas horas que lleva detenido. Su nuevo abogado no tiene un trabajo sencillo, ya que la Policía Nacional asegura que tiene pruebas incriminatorias suficientes como para poder acusar al pederasta de 16 delitos: cinco agresiones sexuales, tres tentativas, cinco detenciones ilegales, dos homicidios en grado de tentativa y un allanamiento de morada. Estos tres últimos delitos se sumaron ayer a los ya conocidos y corresponden a dos de los raptos consumados en los que el detenido pudo excederse en la dosis de sedantes que suministró a las menores en forma de golosinas hasta poder haber ocasionado sus muertes.

Además, el último de la lista, el de «allanamiento de morada» corresponde a su «actuación» con la primera víctima, una niña de origen chino que agredió en Coslada en junio de 2013 y que, a diferencia de los otros casos, el pederasta habría perpetrado el abuso en casa de la menor.

El depredador de Ciudad Lineal se enfrenta a una condena que puede superar los 100 años de prisión, que finalmente podrían quedarse en 15 años. Y es que, el máximo en España es de 20 años -hasta 40 por delitos de terrorismo-, pero al alcanzar las tres cuartas partes de la condena le podrían conceder el tercer grado por buena conducta. La realidad es que en sus pasadas estancias en prisión siempre ha mantenido una actitud correcta, según fuentes penitenciarias.

De hecho, en 2006 se le concedió el tercer grado, pese al informe contrario del juez de vigilancia penitenciaria y la junta de tratamiento de la prisión. No obstante, los investigadores no están cerrados a que el historial delictivo de Antonio Ortiz pueda seguir creciendo, ya que, una vez conocida su identidad y su rostro, no descartan que se interpongan nuevas denuncias tanto en Madrid como en otros puntos de la geografía española.

Numerosos antecedentes

La complicación de defender a Ortiz aumenta aún más si se tiene en cuenta que además de ser reincidente, el pederasta tiene numerosos antecedentes previos a los abusos que habría cometido en el último año. Tay y como informó ayer LA RAZÓN, el conocido como pederasta de Ciudad Lineal habría comenzado su historial delictivo en 2003 y desde entonces habría entrado y salido de al menos cuatro cárceles españolas de forma intermitente y por diferentes motivos hasta el año 2011. Y en concreto, en el año 2000 ya habría sido condenado por abusar sexualmente de una menor a la que secuestró en la puerta de un colegio de Fuencarral-El Pardo.