Ochocientos ojos para 800 metros

«Es muy importante ver un encierro antes de participar en él, y hay que estudiar con detenimiento el recorrido, observando cuáles son los tramos más complicados». Éstos son sólo algunos de los consejos de Juan Pablo Esteban, de 31 años, y que, a pesar de su juventud, es un corredor experimentado con18 años de encierros entre las talanqueras de San Sebastián (y otras fiestas) a sus espaldas. «Lo he mamado desde pequeño, y lo llevo en la sangre», explica.

Él, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes y cuantos saben lo que es correr junto a una manada de toros piden sensatez y que respeten las normas de seguridad a quienes quieran participar en los encierros que empiezan hoy. Y en este punto el consistorio ha puesto este año especial hincapié con un amplio dispositivo, así como simulacros para reaccionar ante posibles tapones en la puerta de la plaza.

Esfuerzos como éste son los que hacen que veteranos como Juan Pablo consideren que el encierro ha evolucionado «a mejor», pese al gran cambio que ha vivido la carrera en los últimos años «por que cada año hay más gente y se ha masificado mucho, gracias también al apoyo de los medios de comunicación». Pese a la cantidad de participantes, «San Sebastián es un modelo a seguir en cuestión de medidas de seguridad y medidas sanitarias», opina este corredor, resumiendo así a las 400 personas que durante estos días trabajarán para garantizar el proceso durante los 810 metros del recorrido. En ese espacio habrá 70 puestos sanitarios y de Policía, uno cada 25 metros. Pero no son los únicos, también estarán pendientes de lo que ocurra en 20 puntos de socorro que están en contacto con 10 ambulancias, 4 UVI móviles y dos hospitales de campaña, que suman 22 plazas.

Con todos ellos preparados, a las 8:00 horas de hoy se lanzarán a correr los toros de la Ganadería «Toros de Cortés» en una de las fiestas que más popularidad ha ganado en la región en los últimos años. Aún así, a Juan Pablo, nuestro corredor, una de las cosas que más le preocupa es el poco relevo generacional, y es que «la media de edad es cada vez mayor», de hecho, Juan Pablo, pese a su experciencia, es uno de los más jóvenes, «apenas se ven chicos de 16 ó18 años, la sociedad ha cambiado y ya no hay tanta afición» como hubo en otros momentos.

Juan Pablo se refiere a gente con experiencia, porque la masificación «es demasiada» (los días con más afluencia hay alrededor de 7.000 personas en el recorrido). Y esa masa puede provocar uno de los puntos que más preocupa a la organización y a quienes corren: los tapones en la puerta. En la memoria de todos continúa aquella muralla humana a la que embistió la manada en 2005 causando nada menos que 63 heridos.

La cabeza fría y controlando

Aunque la carrera parezca eminentemente física, Juan Pablo asegura que lo más importante es estar en «buena forma mental, si no es imposible hacerlo bien». Templar los nervios y no poner en peligro a los demás es una de las claves para que evitar cogidas e incidentes. Pero además, hay que saber consejos como quedarse quieto cubriéndose la cabeza con las manos en el caso de sufrir una caída, no cruzarse frente a otros mozos mientras corren junto a los toros y estar especialmente pendiente de si algún toro se ha quedado descolgado . Por encima de todo ello, Juan Pablo destaca que hay que « respetar al toro».

Y a pesar de todo, él no esconde el hecho de que antes de correr experimente el temor. «Es inevitable sentir miedo, que no pánico. Pero ante todo, se debe tener muchísimo respeto por el peligro al que nos estamos exponiendo». Cuando habla sobre las sensaciones durante el recorrido todo cambia. «Es indescriptible, una gran mezcla de emociones, el riesgo, el placer de dominar una carrera con un animal bravo, el poder mezclarte con él, es algo que no se puede entender si no se ha vivido antes...».