Criminalidad
Piden 30 años de cárcel para el descuartizador de Majadahonda
El caso conmocionó Majadahonda en 2015. Bruno Hernández, un enfermo mental, había matado y triturado parte del cadáver de Adriana, su inquilina, y habría hecho lo propio con su tía, la propietaria de esa casa de los horrores digna de un guión de película. Ayer terminó la vista oral y el caso quedó visto para sentencia. El acusado, de 34 años, ejerció su derecho a la última palabra y lo hizo evidenciando su trastorno esquizoide aludiendo a una supuesta «Hermandad ER», integrada por políticos y otras personalidades con apellidos que lleven las letras «e» y «r». Así empezó a decir nombres como Silvio Berlusconi, Angela Merkel, David Cameron, Esperanza Aguirre, José Luis Rodríguez Zapatero o Michael Schumacher. También aludió a palabras como «reacción externo nuclear» y a todo tipo de marcas de ropa como «Jota Jaiber y equipos de fútbol como los Raiders». La jueza, en presencia del jurado popular que dará el veredicto del caso en unos días, interrumpió, según recoge Europa Press, esta enumeración preguntado al procesado por si tenía algo que decir sobre los hechos en concreto. Entonces, miró a su abogado y se levantó de la silla.
La fiscal del caso ha aumentado su petición de condena en tres años y propone 29 años y 10 meses de cárcel en lugar de 26 años como pedía en un principio, al cambiar la eximente parcial por enfermedad mental a reconocerle un simple atenuante. «Este señor ataca a las víctimas que a él le conviene, no a cualquier persona que pase por la calle», indicó. Concretamente, el Ministerio Fiscal ha pedido finalmente un año y cinco meses por cada uno de los dos homicidios (el de su tía Liria y el de la inquilina argentina), dos años por un delito de estafa, dos años por un delito de falsedad documental y un año por tenencia ilícita de armas.
Al cambiar de eximente a atenuante, da al acusado un grado de cordura mayor o un grado de enajenación mental menor tras todo este mes de juicio. En las conclusiones del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, la fiscal considera que el acusado realizó «actos completos y elaborados, no simples o precipitados». Así, aludió a una sociedad mercantil que creó para facturar a su tía, la firma que supuestamente falsificó para recibir en cesión su casa de Majadahonda, hacer creer a sus familiares que la tía sigue viva en Ávila y que está enfadada con ella, escribe y envía una supuesta carta de despedida a la hamburguesería donde trabajaba Adriana y realiza un viaje a Barcelona para presuntamente posicionar el móvil de la ciudadana argentina allí, preguntando a los trabajadores de Renfe sobre las imágenes que graban sus cámaras. Bruno cometió el crimen de Adriana entre los días 1 y 7 de abril de 2015. El hermano de la víctima es precisamente su abogado defensor en esta causa y también ha cambiado la calificación y ahora aprecia una atenuante por enfermedad mental y un delito de homicidio, no de asesinato porque no se puede probar la alevosía. Tras el veredicto del jurado popular, la juez emitirá la sentencia final.
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