Amor en tiempos revueltos

Madrid- El PP de Madrid celebró ayer su cena de Navidad con muchas tradiciones y no pocas novedades. El lugar elegido para la primera foto de Mariano Rajoy, Ignacio González y Ana Botella, como presidentes del Gobierno, de la Comunidad de Madrid y alcaldesa de la capital, respectivamente, fue Arganda. La cena fue de estreno, porque que en 2011 Rajoy acababa de ser investido presidente del Gobierno y causó baja en a última hora, al igual que Gallardón, que esa misma noche fue anunciado como ministro de Justicia; así como Botella, que también se «cayó» de la convocatoria, tras convertirse, con el anuncio de Gallardón, en alcaldesa en ciernes.

Novedad también fue que Esperanza Aguirre por primera vez no habló en calidad de presidenta de la Comunidad. Como presidenta del PP de Madrid hizo una llamada a la unidad, al patriotismo y al sentido de la responsabilidad porque, afirmó, «no estamos defraudando y estamos haciendo lo que hay que hacer aunque nos cuesten algaradas en la calle». Unas algaradas de pocos pero ruidosos manifestantes que se congregaron a las puertas del polideportivo de Arganda, contiguo al Hospital del Suroeste, cuya gestión será externalizada en 2013.

Precisamente de la gestión del presidente autonómico, Ignacio González, y del proyecto reformista iniciado en el Gobierno regional y nacional, habló Rajoy al asegurar que «Madrid es un ejemplo para toda España, con medidas valientes y reformas que atienden al interés general», y defendió que «no hay pócimas curalotodo, sino un proyecto reformista». El líder de los populares lanzó un mensaje de esperanza al señalar la posibilidad de crear empleo en 2014, porque, afirmó, a 2013 llega «con los deberes hechos». Rajoy no quiso despedirse sin lanzar un mensaje de agradecimiento a las familias españolas y ensalzar los valores solidarios de los españoles, así como subrayar, no sin picaresca, que «la vocación de servicio público de Esperanza no conoce ni descanso ni retiro».

Antes de comenzar a cenar el ya clásico menú «de crisis», compuesto de varios entrantes «a compartir» y capón de segundo, también compareció Ana Botella, que no dudó en agradecer el «apoyo en estos días tan difíciles» tras la tragedia del Madrid Arena. También para ella tuvo palabras Rajoy, que subrayó su «gestión de primera como alcaldesa». A Botella le siguió Ignacio González, que quiso reconocer el legado de Aguirre en la Comunidad y destacar que «el PP de Madrid está en las mejores manos con Esperanza». González no quiso mentar las protestas sanitarias, pero sí llamó a sus compañeros a «dar la batalla a las mentiras de la izquierda».