Alcorcón
Analizan 3 cuchillos hallados cerca de donde mataron a la menor de Alcorcón
Los investigadores detuvieron a la presunta asesina, de 19 años, en un pueblo de Toledo.
Los investigadores detuvieron a la presunta asesina, de 19 años, en un pueblo de Toledo.
La Policía Nacional analiza tres armas blancas halladas en contenedores próximos en la calle de la localidad madrileña de Alcorcón donde fue asesinada el domingo de una puñalada Denisa, de 17 años, a manos presuntamente de otra joven de 19 que fue detenida. Fuentes de la investigación han indicado a Efe que en la inspección ocular en contenedores y un camión de basura próximos al lugar donde fue apuñalada Denisa, los agentes han encontrado tres cuchillos que se analizarán de inmediato para determinar si alguno de ellos fue el arma del crimen.
La Policía Científica buscaba desde anoche en la plaza de la Hispanidad de Alcorcón el arma homicida con la que acabaron con la vida de Denisa. Los agentes buscaban en las llamadas «islas ecológicas» (contenedores de basura subterráneos) a la altura del número 8 de la calle Matadero y en las jardineras del parque adyacente, probablemente a raíz de la declaración de la detenida en sede policial o por otro tipo de indicios que haga pensar a los agentes que allí podían encontrar algo relevante para la investigación. Y es que la colaboración de la presunta asesina de Denisa fue nula en un principio pero podría haber cambiado de actitud.
Se trata de Rocío Martínez, de 19 años, y fue arrestada a la tarde del lunes en el pueblo toledano de Las Ventas de Retamosa, donde era conocida por su conflictividad. Parece que Rocío es la joven de la que sospechó desde un principio la familia de la fallecida porque había amenazado abiertamente y por escrito a la víctima. «Te voy a rajar» o «Voy a pagar a alguien para que te mate», son algunos de los mensajes que Denisa recibió. ¿El motivo? Los celos. Al parecer, la fallecida había mantenido una relación sentimental hasta el pasado verano con la actual pareja de la agresora. Fuentes del entorno de la joven apuntan a que el joven habría tratado de retomar su relación con Denisa o Rocío hubiera escuchado a su novio decir algún comentario amable sobre su ex pareja, lo que habría despertado los celos hacia la menor, a pesar de que ya estaba con otro chico. A las puertas de la casa de éste es donde la menor perdió la vida porque vivía a caballo entre la casa del joven (un local bajo), la de su madre y la de su padre (estaban separados). Fue la noche del domingo y ella estaba hablando por teléfono con una de sus mejores amigas cuando se le acercó la presunta asesina y la apuñaló. Después, la agresora habría huido a la carrera por un callejón cercano, pero acompañada de un joven, según una vecina, testigo de los hechos. A pesar de que los facultativos del Summa lograron revertir la parada cardiorrespiratoria que presentaba Denisa, ingresó muy grave en el hospital de Alcorcón y murió poco después. La herida le provocó evisceración y los profesionales no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Mientras, los agentes del Grupo VI de Homicidios ya trabajaban para esclarecer el suceso. La identificación de la autora del crimen no fue complicado porque la menor había manifestado a sus padres las amenazas que había recibido por parte de esta joven. La colaboración de su progenitor, guardia civil, fue importante para proceder al arresto, según fuentes policiales.
Sobre las 16:00 hora de ayer el tanatorio de Alcorcón se llenó de amigos y familiares de la joven para darle el último adiós. Sus padres, de origen rumano, se separaron hace unos años y ayer mostraron una gran generosidad al apiadarse también de los padres de la detenida por los duros momentos que estarían pasando también ellos. Se lamentaban de no haber hecho demasiado caso a las amenazas de muerte que la detenida habría lanzado sobre su hija. Ella misma le quitaba hierro al asunto. «Bah, está zumbada», les decía a sus padres para restarle importancia a unas amenazas que nunca pensó que se cumplirían quizás por lo «desproporcionado» de la reacción y porque, cualquiera que conociera a Rocío sabía que era una «flipada» hablando y no la tomaban muy en serio, según su entorno. «Hice mal en dejarlo todo en manos de mi hija. Tenía que haber actuado, buscar a esa persona, a sus padres. No hubiese pasado esto. Ahora somos dos familias destrozadas, mi niña en el cementerio y la suya en la cárcel», declaró ayer a Efe el padre de la joven asesinada. La Policía Nacional tiene hasta el jueves por la tarde para llevar a Rocío ante la jueza instructora del caso.
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