Sin regreso a Martínez Campos hasta octubre

El Ayuntamiento retrasa el regreso de los vecinos del número 21 por el riesgo que entraña, ya que comparten muro con la finca siniestrada. Así, tampoco se permite el acceso a su interior al «no garantizar la seguridad» de los obreros.

La odisea de los vecinos del paseo General Martínez Campos no ceja. Cuando las primeras valoraciones de las labores de desescombro estimaban un periodo de desalojo de un mes, ahora el Ayuntamiento, en el informe más reciente al que ha tenido acceso LA RAZÓN, determina que los vecinos del número 21 no podrán regresar hasta que no finalicen las obras. Mínimo hasta octubre. ¿El principal motivo? Que «una vez revisados los muros de separación entre la finca siniestrada del paseo General Martínez Campos número 19 y las aledañas se ha comprobado que ésta última y la del número 21 comparten muro medianero, sobre el que ambas apoyan elementos estructurales».

En este documento, fechado el pasado 2 de julio, se indica que este motivo «ha cambiado el planteamiento de ejecución de los trabajos de demolición y los mismos se tienen que realizar manualmente, sobre todo en la zona más cercana con el número 21, para garantizar la seguridad de dicho elemento común y del resto de la edificación del número 21», sostienen los técnicos municipales que firman el documento.

Y es que, tras el segundo colapso el pasado mes de junio –el primero tuvo lugar el 22 de mayo– en el edificio derrumbado se amplió la zona «inicialmente declarada en ruina física inminente a prácticamente toda la edificación». Todo ello debido a la «inestabilidad estructural en la que se encuentra» la finca que pertenece a un fondo de inversión extranjero, Prime Zone Traders S. L. El documento elaborado por el consistorio recoge que la ampliación de la denominación de ruina también se debe «al riesgo de que se pudieran producir nuevos derrumbes incontrolados», por lo que «no se permite el acceso a ninguna persona al interior del edificio siniestrado porque no se puede garantizar su seguridad. Por ello, los trabajos de demolición se están ejecutando desde cestas colgadas de grúas, asegurando el trabajo desde el exterior de la edificación», recoge el reporte.

Con todos estos datos, los expertos concluyen que «la obra va a tener un periodo de duración más largo, con una previsión de finalización del 01/10/2018». Por lo tanto, «los desalojos en el número 21, por su especial situación con respecto al edificio siniestrado, se van a prolongar hasta la total finalización de la obra, para garantizar la seguridad de sus ocupantes».

«La verdad es que no nos esperábamos esta decisión y no nos han dado más explicaciones», afirma a este diario Mari Paz, dueña de cuatro locales del número 21. «Están todos los inquilinos fuera», destaca. Y es que ella poco puede hacer.

Los vecinos que han tenido más suerte son los del número 17 y los de la calle Viriato –paralela a Martínez Campos– ya que el muro que comparten es «lindero» por lo que no apoyan sobre ellos elementos estructurales. Por todo esto, en el informe el consistorio ha determinado tres tipos diferentes de desalojos en función de cada finca.

En lo que respecta a la de Viriato, «se ha realizado la demolición de gran parte del muro lindero izquierdo hasta la tercera planta», cuyos trabajos se están realizando manualmente, «para garantizar la seguridad de las edificaciones». Tras esta descripción, el documento indica que «se podrán volver a ocupar la totalidad de las viviendas y locales desalojados las 24 horas del día». Eso sí, teniendo en cuenta que «durante unos días –no determinan cuándo–se llevarán a cabo de forma mecánica parte de los trabajos de demolición de la fachada del edificio siniestrado que dan a Viriato, que harán imprescindible la necesidad de que esos días determinados se vuelvan a tener que desalojar las viviendas y locales aledaños al paseo Martínez Campos 19». Eso sí, los técnicos insisten en que este procedimiento «no supondrá un gran plazo, toda vez que los trabajos realizados de forma mecánica son más rápidos y la zona de actuación será muy concreta».

En lo que respecta al número 17, en esta finca «se están llevando a cabo trabajos de estabilización de la fachada del edificio siniestrado, con lo que se considera necesario prolongar los desalojos establecidos». En el 21, la situación es parecida, los vecinos cuyas casas dan al muro medianero con el 19 permanecen fuera de sus hogares desde hace más de dos meses. Y, como indica el informe, así seguirán «durante las 24 horas del día, exceptuando las entradas establecidas». Es decir, estos vecinos sólo pueden entrar en sus viviendas los martes y viernes de 18:30 a 21:00 horas.

Con todo esto, como ha podido saber este diario, el informe definitivo de lo que ocurrió aquella tarde de mayo en pleno corazón de Chamberí aún no está terminado, por lo que aún se desconoce el motivo del derrumbe que acabó con la vida de dos personas, una de ellas operario de la obra.

En lo que se refiere al apartado judicial, la investigación de la vía penal permanece abierta, mientras que vecinos afectados y los dueños de los negocios siguen trabajando para conseguir que el seguro del edificio se responsabilice de los daños que causó su caída.

Mientras, en el barrio se recupera la normalidad mientras enormes grúas transportan desde la calle Viriato –cuyo tramo está cortado al tráfico– a los operarios al interior para seguir sacando escombros.