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Trinchera abertzale en la «iglesia roja» para apoyar a «Alfon»

Simpatizantes del movimiento antisistema trataron de dificultar el arresto del joven que llevó un artefacto explosivo en la huelga general
Simpatizantes del movimiento antisistema trataron de dificultar el arresto del joven que llevó un artefacto explosivo en la huelga generallarazon

Un «muro solidario» protegió al joven hasta su detención tras confirmar el Supremo su condena de cuatro años.

Más de un centenar de personas, simpatizantes del movimiento «antisistema», protagonizaron ayer un popular método «abertzale» para dificultar «detenciones políticas». Lo llaman «muro solidario» y no es más que una cadena humana para tratar de impedir a la Policía llegar hasta un individuo sobre el que pesa una orden judicial de detención. En esta ocasión el «protegido» era Alfonso Fernández Ortega, más conocido como «Alfon», a quien el Tribunal Supremo ratificó ayer la condena de cuatro años de prisión dictada por la Audiencia Provincial en un juicio celebrado el pasado mes de diciembre.

Según su abogado, Erlatz Ibarrondo, conocido por defender diversas causas «antisistema», el joven había remitido un escrito a la Audiencia en la que comunicaba su deseo de entregarse. «Estoy en la parroquia San Carlos Borromeo y pido que acudan las Fuerzas de Seguridad a detenerme», rezaba el escrito según su letrado. Así comenzó este circo, que parecía un gesto de querer engrandecer su imagen de «héroe antisistema» pero no duró mucho tiempo. Apenas un centenar de jóvenes disfrazados de blanco y con caretas de «V de Vendetta» para, aseguran, «tratar de dificultar las identificaciones» se concentraron en la azotea de la conocida como «iglesia roja de Vallecas».

Tras varios cánticos y abucheos a los agentes de la Policía Nacional que comenzaron a llegar al lugar a última hora de la tarde, sobre las 22:00 horas el condenado a prisión salió del inmueble y los agentes procedieron a su detención. Después, la Guardia Civil le trasladaría a un centro penitenciario, donde el joven de Vallecas ha pasado hoy su primera noche.

Los magistrados del Supremo confirmaron la mañana de ayer «probado» que «Alfon» portara una mochila con productos para fabricar un artefacto explosivo durante la madrugada del 14 de noviembre de 2002, en el marco de la última huelga general. El joven fue detenido cuando se dirigía a un piquete de la protesta. Los magistrados de la Sección 30 de la Audiencia Provincial condenaron a «Alfon» «por las características especialmente peligrosas del artefacto», que según destacan era de carácter mixto (explosivo e incendiario), llevaba incorporados «gases extremadamente inflamables» y contenía tornillos a modo de metralla «susceptibles de causar daños a las personas». Su defensa siempre alegó que la bolsa estaba escondida tras unos matorrales y que la Policía se la adjudicó pero que no la portaba él. Pero al tribunal no le convenció esta versión y ayer decidió ratificar la condena.