Política

Edificio España

Trinitario Casanova exige la paralización de las obras del Edificio España por «peligro en su estabilidad»

El Grupo Baraka asegura que RIU «prima la reducción de costes y plazos en detrimento de la seguridad del inmueble».

Edificio España. Foto: Jesus G. Feria
Edificio España. Foto: Jesus G. Ferialarazon

El Grupo Baraka asegura que RIU «prima la reducción de costes y plazos en detrimento de la seguridad del inmueble».

La pelea entre el grupo hotelero Riu y el Grupo Baraka, propiedad del empresario murciano Trinitario Casanova, se reaviva. Hoy, la compañía de Casanova ha solicitado, de manera oficial, tanto ante el Área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, como ante los juzgados de Primera Instancia la paralización de las obras de Edificio España.

Su estabilidad «en peligro»

Según explican en un comunicado, “la difícil decisión que Grupo Baraka se ha visto obligada a doptar responde al inexplicable criterio de RIU en la ejecución de la obras que se están llevando a cabo” en el emblemático edificio de plaza de España. De acuerdo con Baraka, existen “profundas discrepancias con al dirección facultativa de RCCyP” que han provocado su renuncia. Este choque se debe “a la negativa de la propiedad de ejecutar todas las obras de refuerzo y consolidación estructutal para adecuarlo a la normativa vigente y que podrían poner en peligro la estabilidad del edificio, con los riesgos que ello supone”, afirman.

Baraka asegura que “la promotora ha decidido llevar a cabo las obras al margen” del informe que se realizó en febrero de 2017 sobre los condicionantes que la arquitectura y cimentación del esdifico imponen a su rehabilitación. Un documento que realizó el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones. Es este estudio el que “sirvió de base” para que se le concediera la licencia a Baraka. Insisten en que, sin este documento “no podrían haber comenzado siquiera las obras”.

«Imperdonable catástrofe»

Además, Casanova acusa a Riu de “primar la reducción de costes y plazos de la ejecución de la obra, en detrimento de la seguridad del inmueble”. Añaden que ellos han hecho “intentos reiterados y fallidos de llegar a una solución de manera amistosa para que las obras se realicen cumpliendo con la legalidad vigente, así como con los índices de seguridad”. Culminan el comunidcado afirmando que su interés por el inmueble no es sólo “como adquiriente de una parte del mismo”, sino por su interés por evitar, ante este preocupante escenario, una imperdonable catástrofe si la disminución de la seguridad del edificio derivase en cualquier siniestro”.