Francia
Una semana invadidos por las polillas
Diferentes tipos de polillas y mariposas han invadido Madrid. Seguramente lo habrán notado al abrir las ventanas de su casa intentando escapar de las altas temperaturas, o al recoger la ropa tendida, de la que salen numerosos de estos no tan pequeños insectos. Pues bien, estas invasoras van a quedarse una semana más en la capital, tras la cual retomarán su rumbo hacía Escandinavia.
La rápida subida de temperaturas tras un inusual año frío y lluvioso ha traído consigo una «explosión» de polillas en Madrid. «La primavera ha ralentizado el momento en el que pasan de su fase larvaria a adultas. Al haber comenzado más tarde, el cambio de etapa ha sido menos gradual, de ahí la sensación de que hay más», asegura Yeray Monasterio León, presidente de la Asociación Española para la Protección de las Mariposas y su Medio (Zerynthia). Además explica que «no es que estuvieran todas en Madrid centro, sino que estaban repartidas en las proximidades y se han sentido atraídas por la luz, fenómeno conocido como fototropisco».
«Aunque puede darse una combinación de varias especies, la más vista estos días es la Noctua pronuba, una polilla más grande que la Autograpaha gamma, diferenciada fundamentalmente por el color de sus dos alas inferiores», aseguró.
Esta opinión también la comparte el catedrático de Zoología Eduardo Galante, que explica que se trata de Noctua pronuba de la familia Noctuidae. Esta mariposa pasa el invierno en forma de oruga y reinicia la actividad en primavera. En cualquier caso, ambas especies son originarias de España y del norte de África, y no invasoras. «Se reproducen en primavera de forma masiva para viajar al norte de Europa, y desde España no llegan hasta las zonas más septentrionales, sino que paran, por ejemplo, en Francia, donde ponen huevos y mueren, y será la siguiente generación la que haga el próximo recorrido hacia el norte», relata Monasterio.
Para Galante, en cambio, no sería migratoria, sino que «es una de las mariposas nocturnas mas comunes y frecuente en ciudades». La abundancia de este año se debería, según Galante, a las mejores condiciones, con aumento de la pluviosidad, que ha permitido un mayor crecimiento del animal, favoreciendo el éxito reproductor de la especie.
Por su parte, Monasterio explica que «una vez adultas viven entre 10 y 15 días, por lo que en cuestión de una semana ya no estarán en Madrid». Estos insectos son de bastante más tamaño que los que se han visto habitualmente, principalmente porque han tenido tiempo suficiente y comida en abundacia al haberse retrasado la llegada del verano.
Sin riesgo para los ciudadanos
El sureste de Madrid, concretamente en el Ensanche de Vallecas, es el barrio en el que más se ha notado su presencia. El Ayuntamiento ha recibido hasta siete avisos de sus vecinos, tal y como explicaba ayer José Jover, subdirector de Salud Pública de Madrid Salud. Además, Jover hacía hincapié en aclarar que «en realidad no se trata de polillas, sino de mariposas», ya que se suele asociar «polilla» a peligroso, y en este caso no existe ningún tipo de riesgo para la salud de los madrileños, ni tampoco son de las que se comen la ropa.
Históricamente se tienen contrastadas varias emergencias masivas de este tipo de mariposa. En 1962, se registró una invasión de este insecto que no sólo afectó a España, sino también a Francia y Alemania. Sin irnos tan lejos, en 2006 también se produjo un fenómeno similar al que se está dando estos días en la Comunidad.
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