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Operación Policial

Unos joyitas

La Razón
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Ayer fue detenido, una vez más, y ya es la enésima, un conocido alunicero de Madrid, «El niño Juan». Niño sólo en el apodo y por la edad que empezó a delinquir, que desde entonces, ha sido su forma de vida: vivir del delito. Y con él, otro compinche más. Especialistas en delitos como integrantes de una red organizada dedicada a robos con fuerza, robos con violencia e intimidación, secuestros, extorsiones, tenencia ilícita de armas, delitos contra la salud publica... Unos joyitas, vamos. Y en esta ocasión ha tenido que intervenir en su detención el GEO (Grupo Especial de Operaciones) del Cuerpo Nacional de Policía, dada su alta peligrosidad y por sus antecedentes a la hora de huir y de protagonizar enfrentamientos muy violentos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Y nos preguntamos los Policías y Guardias Civiles de España: «¿cómo es que después de decenas de detenciones, en las que en muchos casos salimos lesionados por su extrema violencia y en las que, además, no los pillamos, puedan estar en la calle gente que sólo vive de cometer cualquier tipo de delito?

¿Por qué de una vez por todas, los legisladores no modifican el Código Penal y penalizan el robo con fuerza en función del mal que producen? Y me explico, escuchamos a los joyeros o comerciantes día tras día, que tienen que cerrar sus negocios por las graves perdidas y trastornos que les producen estos delincuentes, y ellos, sabiendo que será muy difícil que un juez les mande a la cárcel, al ser un delito sancionado con penas de uno a tres años de cárcel, siguen haciéndolo.

Conocen la norma y juegan con ella. Estaremos de acuerdo en que no es lo mismo robar cien euros para comer que cien mil para vivir muy bien.

Pues señores, baremen el robo con fuerza en virtud de los daños producidos y de lo sustraído, porque robar dos coches, uno para el alunizaje y otro para huir; destrozar la entrada de la tienda y luego robarla, implica mucha gente afectada y mucho dinero perdido.

Tenemos en España una Policía que es «la leche», lo bordamos deteniendo delincuentes una y otra vez, pero nuestra decepción es grande y nos apenamos al ver algunas decisiones judiciales.

*Secretario general y portavoz del Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE)