Elecciones municipales
Veinteañeros que quieren ser alcaldes
Héctor Ortega (PSOE), Sara Paniagua (PP) y Víctor Navarro (Cs) presentan su programa para los municipios de Villa del Prado, Horcajuelo de la Sierra y El Álamo.
Héctor Ortega (PSOE), Sara Paniagua (PP) y Víctor Navarro (Cs) presentan su programa para los municipios de Villa del Prado, Horcajuelo de la Sierra y El Álamo.
«Tu vida va a cambiar mucho si te metes en política, pero el mundo es para los valientes y, si das un paso adelante, estoy seguro de que vas a saber hacer las cosas bien». Para Héctor Ortega, de 22 años, el candidato más joven de la Comunidad a una alcaldía, estas palabras de su abuelo Manolo fueron determinantes para que diera un paso adelante y decidiera presentar su candidatura como regidor por el PSOE a la alcaldía de Villa del Prado. Héctor está en campaña y acaba en apenas unas semanas el doble grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la «famosísima» Universidad Rey Juan Carlos, dice con ironía. Ahora que cierra esta etapa universitaria, sueña con convertirse en alcalde de su pueblo, un municipio de 6.400 habitantes situado a 60 kilómetros de Madrid que limita con Toledo y que se encuentra en la Cuenca del Alberche. «Tengo ideas afines al PSOE y la política va necesitando gente joven, así que un día contactaron conmigo y decidí que me apetecía dedicarme a la política municipal». Héctor siempre ha estado vinculado a labores de voluntariado: con una ONG de ayuda al pueblo sirio y con la Asociación Benéfica Geriátrica (ABG), que se dedica al acompañamiento de personas que están solas. Cada año acude a los hospitales con la ONG a repartir regalos a los mayores y recuerda cómo el primer año que empezó a colaborar se vistió de Papá Noel para hacer la tarde más amena a las personas que se encontraban hospitalizadas. «La política y el voluntariado tienen en común que buscan hacer cosas por los demás y pensé que eran cosas no muy alejadas». Si consigue la alcaldía, Héctor quiere crear un estudio radiofónico para que jóvenes y niños puedan hacer talleres. «Es algo muy entretenido para fomentar la creatividad; también quiero trabajar para combatir la despoblación, impulsar el polígono del municipio para crear empleo, fomentar la cultura y, como somos un pueblo agrícola, llevo en mi programa muchas medidas en este ámbito».
Con sólo 23 años, Sara Paniagua también quiere ser alcaldesa. Estudia Derecho y Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos. Se presenta, por primera vez, como candidata por el PP a la alcaldía de Horcajuelo de la Sierra, un municipio de la Sierra del Rincón que apenas llega a los cien habitantes. Y está convencida de que va a ganar las elecciones. Quiere dar el relevo a la alcaldesa actual, que lleva 16 años gobernando en la localidad y tiene muy claro que va a seguir su consejo a rajatabla: «El trato cercano y directo con la gente es la manera de conocer sus necesidades», dice. Sara ya había hecho sus pinitos en la política como vocal vecino en Villaverde y ahora está muy ilusionada con la posibilidad de convertirse en regidora. Y confía en poder hacerlo bien porque «tengo experiencia en el trato con los vecinos y en gestión», dice. Propone mejorar la red de telecomunicaciones, el transporte público para aumentar la frecuencia de autobuses que conecten el municipio con la capital madrileña y «ayudar en todo lo que pueda para mejorar la vida de los ciudadanos».
Además de trabajar por Horcajuelo de la Sierra, que «¡es precioso!», quiere desarrollar su carrera como abogada. Eso sí, «tengo claro que allá donde pueda ayudar, allí estaré».
Víctor Navarro Benítez tiene 25 años y es otro alcaldable veinteañero que aspira a convertirse en regidor por Ciudadanos en la localidad de El Álamo, un municipio de 9.353 habitantes situado a 37 kilómetros de la capital que limita al sur con la Comunidad de Castilla-La Mancha.
Ha estudiado Derecho y Administración y Dirección de Empresas. «La política empezó a interesarme cuando estudié la carrera porque vi que tiene una parte muy política. Me di cuenta de que mis principios estaban muy próximos a los de Ciudadanos, que tiene un proyecto liberal, pragmático, que defiende la libertad por encima de todo y a mí me parece que es el que más une a la sociedad».
Navarro cree que a la gente lo que le interesa es que los políticos den respuesta a sus necesidades diarias: «Que les atiendan pronto si tienen una enfermedad, que haya más empleo...Quieren política útil, como la que ofrece la formación naranja». Víctor, que trabaja como director en un hotel de Navalcarnero y, además, es perito judicial y administrador judicial de empresas, se define como «un humanista liberal». Empezó en Ciudadanos hace dos años, hasta que sus compañeros de Navalcarnero terminaron de darle el empujón definitivo para que se presentase como candidato. «Estamos luchando, es un proyecto colectivo y todos sumamos». Y está decidido a seguir adelante, pese a que estos días han pintado y arrancado los carteles de su candidatura y de que algún candidato de la oposición pusiera en duda su capacidad para gobernar «siendo tan joven». «Alguna vecina me ha dicho: “Eres demasiado bueno para meterte en política, te van a comer porque eres como un corderito entre lobos”, pero por muchas piedras que me pongan en el camino yo voy a seguir adelante».
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