Toros

Madrid

Veto al arte de ser toreros

Alalpardo y Talavera, entre otros municipios, ya han puesto sus instalaciones a disposición de la escuela taurina de Madrid. Alumnos y responsables de la Marcial Lalanda dudan de su viabilidad económica sin dinero público

Tres alumnos de la escuela participaron ayer en una novillada en Alalpardo. En la imagen uno de ellos durante los preparativos en un polideportivo cercano a la plaza de la localidad
Tres alumnos de la escuela participaron ayer en una novillada en Alalpardo. En la imagen uno de ellos durante los preparativos en un polideportivo cercano a la plaza de la localidadlarazon

Los 40 alumnos de la escuela de tauromaquia esperan continuar su formación a pesar de la retirada de la subvención municipal. LA RAZÓN acompaña a las futuras figuras en una tarde de arte en Alalpardo

Cuarenta alumnos son los que cada día acuden religiosamente a la escuela de El Batán en Madrid; chicos de entre 12 y 16 años que con mucha ilusión intentan forjarse un futuro dentro del mundo del toreo. Estas ilusiones se han visto truncadas esta semana, cuando el Gobierno de Manuela Carmena anunció la retirada de la subvención. Unos chicos que han sacrificado su niñez por ponerse frente a un toro y han asumido los riesgos que ello conlleva. Alumnos que están recibiendo una educación, una disciplina y unos valores.

En una jornada taurina que se llevó a cabo ayer en el municipio de Alalpardo, a las cinco de la tarde una novillada ponían frente al toro a tres alumnos de la escuela taurina madrileña. LA RAZÓN habló con ellos mientras se preparaban. En medio del ritual de vestirse, colocarse la montera... explican sus sensaciones ante la precaria situación a la que se enfrentan. Jesús Mejías –de tan sólo 16 años– lleva cuatro años estudiando en la escuela y le parece «feo» que la alcaldesa les prive de «una ilusión» que todos los chavales tienen. Para ellos, esa subvención implica una ayuda necesaria e imprescindible para cubrir con los seguros médicos y desplazamientos a plazas de toros y campos que recorren durante el curso como parte de sus prácticas. «Nuestro futuro depende de esa subvención», explica Mejías, que pide al Gobierno de Carmena que «no prohíba los toros puesto que es una tradición antiquísima en España». Opina que el Ayuntamiento va a tener mucha gente en contra. Por eso ellos «pensarán algo». Que van a seguir luchando por mantener viva la tauromaquia lo dan «por supuesto».

Otro de los alumnos de la escuela es Ángel Téllez, que lleva dos años en la Marcial Lalanda y todos los días se desplaza desde Toledo a la capital para cumplir su sueño: torear. El muchacho defiende que los toreros son «libres de elegir y luchar por su profesión» y que una decisión política no les puede quitar sus derechos ni el sueño de cumplir con su vocación. Téllez, que revela que es uno de los privilegiados que podrá seguir en la escuela sin la subvención, dice que continuar sus estudios ya no será lo mismo porque conlleva muchos gastos. No pierde la esperanza y confía en la «respuesta y apoyo» que la Comunidad de Madrid –que estudia ofrecer una partida del presupuesto regional a estos estudiantes– está aportando. El aprendiz le pide al Ayuntamiento de Madrid «respeto» para que todo siga como antes, y compara esta subvención de la que hasta ahora se han beneficiado con la que pudiera recibir una escuela de teatro: «Es una escuela más de formación», argumenta.

La «cantera» pide respeto

El tercer alumno que se enfrentó a un toro ayer fue Álvaro Martín, de 16 años, que lleva dos y medio en la escuela y que sorprende porque revela que en la Marcial Lalanda no sólo se enseña el arte del toreo, sino que «se aprende una disciplina, a respetar a las personas y animales, al igual que unos valores y educación». Dice que sus sueños no se han roto porque él tiene «fe» en la escuela y va a seguir «luchando por ella y defendiéndola».

Tras la retirada de la subvención de 61.200 euros que recibe la única escuela que imparte el arte de los toros en el municipio de Madrid por parte de sus actuales gestores, el equipo de Ahora Madrid, el mundo taurino no se rinde y, aunque «respeta» la decisión del Gobierno local, afirma que «luchará» por que la tauromaquia siga viva en Madrid. El Consistorio ha tildado de «desproporcionada» la partida que se destina a sufragar los talleres, el profesorado y los seguros que precisan sus alumnos durante su formación. Pero la «cantera» de toreros lo niega. Alegan que es un dinero «necesario» para poder atender a los gastos que conlleva su educación. Gracias a dicha subvención, dicen, sufragan su «seguro médico y los desplazamientos al campo o las novilladas».

El matador Rafael de Julia, uno de los profesores de la escuela que acompañaron ayer a los chavales en su faena en Alalpardo, expresó su preocupación ante la situación y calificó de «ataque a la escuela y a la tauromaquia» la retirada de la subvención. Según explicó, el fin es «erradicar las raíces del toreo que está formando a chavales que son el futuro de la tauromaquia». Aunque respeta la decisión del Gobierno de Manuela Carmena, reveló que «no lo van a tener fácil».

Preguntado por la posibilidad de otras vías de financiación, el profesor aclara que seguirán trabajando para autofinanciarse. En concreto, De Julia explica que la Comunidad de Madrid, liderada por Cristina Cifuentes, se está «volcando» con la escuela. «No vamos a estar solos porque la Comunidad quiere ayudarnos». De hecho, en el acto de ayer, estuvo presente el responsable regional del Centro de Asuntos Taurinos.

Una de las vías que se maneja es que la Comunidad de Madrid se haga cargo de estos gastos que deja de sufragar el Ayuntamiento. Por otra parte, el alcalde Alalpardo, Miguel Ángel Medrano, puso a disposición de la escuela la plaza de toros y las instalaciones deportivas en el caso de que la escuela se vea obligada a irse de El Batán. Otra de las vías posibles para la financiación de la escuela, que por el momento está en estudio porque podría ser viable, es la realización de actividades en torno al toro en la venta y que el dinero que se obtuviese se reinvirtiese en la escuela. Algo, explican los reponsables de la misma, que sería posible gracias a empresas que están interesadas en que la fiesta taurina continúe.

El profesor revela que ha tenido una entrevista con la Concejalía de Cultura y que, antes de conocer la retirada de la subvención, tuvieron un trato cordial. Eso sí, «ya nos dijo que no esperásemos grandes noticias positivas porque era algo que llevaban en el programa».

Emigraron para triunfar

Entre los alumnos que acuden a la escuela hay cuatro extranjeros. Uno de ellos es Juan David, un colombiano de 18 años que lleva tres en Madrid y que, a pesar de las oportunidades de fraguarse un futuro en su país, decidió venir a España porque aquí «se encuentra la grandeza del toro», dice. Uno de sus sueños es triunfar en Las Ventas. Para el torero, más allá de las cifras económicas, lo que más le ha costado es «renunciar a su juventud». A pesar del cese de la subvención –que le permite pagar por su curso 20 euros mensuales–, va a seguir luchando por su sueño y cree que la decisión de Carmena va «en contra de la libertad de expresión de cada persona».