Hostelería

World Pride, el negocio arcoríris

Bares, restaurantes y tiendas del centro de Madrid prevén aumentar un 40% sus ventas durante la semana del Orgullo. Muchos han duplicado sus plantillas para atender la fuerte demanda

Tiendas y negocios de Chueca se preparan con productos especiales para el Orgullo Gay
Tiendas y negocios de Chueca se preparan con productos especiales para el Orgullo Gaylarazon

Bares, restaurantes y tiendas del centro de Madrid prevén aumentar un 40% sus ventas durante la semana del Orgullo. Muchos han duplicado sus plantillas para atender la fuerte demanda.

La cuenta atrás ha terminado. El día en el que millones de personas procedentes de todos los rincones del mundo se reunirán en la capital para celebrar el ansiado World Pride Madrid 2017, ya está aquí. Es el primer año que Madrid acoge el Orgullo Gay a nivel mundial y se prevé que más de tres millones de personas recorran las calles de la ciudad en busca de todos los espectáculos y eventos que llevan meses preparando todos los locales y establecimientos del centro de la capital.

El céntrico barrio de Chueca siempre ha sido el epicentro del Orgullo, por ello, de cara a la celebración del World Pride, los comercios de hostelería de la zona han llenado sus neveras haciendo acopio de bebidas, han engalanado sus locales y se frotan las manos con la afluencia de clientes. Aunque se ha puesto mucho el foco sobre hoteles y alojamientos turísticos, que han multiplicado sus tarifas para atender la demanda, el negocio arcoíris es mucho más amplio y, para los tenderos, tiene un objetivo claro: «Hacer el agosto en una semana», reconoce uno de los regentes de un bar de la calle Gravinia.

Johnatan, camarero del bar Bohemia, situado en plena plaza de Chueca cuenta que las previsiones de negocio para el Orgullo son tan altas que han decidido hacer un pedido a proveedores mucho mayor de lo habitual: «Hemos pedido el doble de lo normal», afirma. Aunque no han contratado a más gente para agilizar el trabajo sabe que el local en el que trabaja «se llenará dentro y se llenará en la terraza», continúa narrando este camarero. No sabe si se hará «la vista gorda con el tema del cierre» y podrá apurar un poco la caja de ese día porque, según se queja Johnatan, «no hay mucha información, todavía, por parte del Ayuntamiento».

Los supermercados de la zona han llenado sus neveras y, especialmente, los estantes de bebidas alcohólicas ya que, según explica Cristina, empleada de uno de estos establecimientos, «es lo que más se consume en estas fiestas». Aunque ellos si han contratado a dos personas más para estos siete días de fiesta, sabe que le tocará hacer horas extras y «tendré que olvidarme de las libranzas», dice resignada. En la segunda planta del Mercado de San Antón, en el puesto llamado Tapas Españolas, la tortilla de patatas ocupa el escenario principal del escaparate. Prevén un gran número de clientes, sobre todo extranjeros, por eso, han decidido poner la tortilla en el escaparate y también contratar. Serán dos empleados más «para que el servicio sea mucho más eficiente», reconoce Toni, uno de los trabajadores.

El centro de Madrid espera la visita de casi tres millones de personas, clientes potenciales, y aunque la mayoría de los comerciantes aseguran que para lograr esta meta no han subido esta semana los precios, y que les bastará con el aumento de clientela, algunos vecinos lo niegan.

«Mucho amor» es el ingrediente secreto que estos días añaden las dependientas del Horno de San Onofre a sus dulces cuando los clientes habituales, extrañados, les preguntan el por qué de cobrar más de dos euros por cada una de las galletas decoradas con glasé arcoíris que estratégicamente han puesto como reclamo en su escaparate.

San Antón ha decidido sumarse a este evento mundial. Banderas multicolor de gran tamaño reciben a los miles de turistas que en vez de comprarse el típico llavero de recuerdo prefieren llevarse a su país el verdadero sabor español. En la quesería Octavio, por ejemplo, han decidido dar un paso más y han personalizado uno de los productos típicos de España: el pincho moruno. La pieza consta de seis trozos de queso amontonados en una brocheta simulando el típico pincho moruno pero decorados con los colores de la bandera gay. El precio: 2,99 euros. Otra de las exquisiteces que se comercializan en este mercado y que sus vendedores esperan que tenga gran éxito son los zumos «detox» y la fruta fresca, ya que el público LGTB, aseguran los tenderos, es muy dado a consumir productos «bio» y saludables. Así, en el puesto de frutas cortadas y zumos naturales La Flor de San Antón dirigido por Luis, saben que en estas fechas la demanda será mucho mayor por eso lleva días haciendo pedidos que, según comentó, «duplican al de años anteriores». Los que quieran uno deberán pagar alrededor de 3 euros. Hay bares que, dentro de la preparación del Orgullo tratan de diferenciarse de sus competidores. Así, en la Taberna del Búho han decidido olvidarse de los vasos de cristal: «Sólo repartiremos de plástico», comenta su encargado Youseff. Aunque sabe que sus ventas serán mayores, es consciente de que «la gran fiesta» se encuentra en la calle. Como ahora «no nos dejan sacar la barra fuera» han decidido hacerle la competencia al típico botellón decorando su local con plumones de colores, banderas y luces de color para conseguir atraer a la clientela. El mítico local Trinity, abierto desde 1981, también servirá la bebida en vasos de plástico para tratar de competir contra el botellón.

Algunos han decidido cambiar la cara de sus locales. Es el caso de la discoteca Black and White, que, como reconoce la cuadrilla de obreros que trabaja en su interior, ultima la reforma para estrenar su nueva cara en el World Pride Madrid 2017. La otra cara de la moneda es el Chueca Dream –uno de los pocos locales mixtos del barrio–, cuya dueña Beatriz explica que prefiere curarse en salud y días antes del Orgullo quitó todas las esculturas de su local porque «en días normales me tiran tercios y vasos al suelo así que en estos, que se junta más gente, prefiero no jugármela», contó mientras señalaba todas las esculturas y decorados que faltaban en su local. No sólo los negocios de hostelería se preparan para el Orgullo. Las tiendas de ropa no se quedan atrás. SR Leather, situada en pleno corazón de Chueca, ha creado unas camisetas con un gran eslogan en el que se puede leer en vivos colores World Pride 2017 y en Socks Market, han creado una edición especial de calcetines y piensan que con ella su facturación «aumentará en un 40%». Una cifra con la que trabajan prácticamente todos los comerciantes del barrio.

Y hasta la multinacional Levis, que tiene una tienda en pleno Fuencarral, luce desde hace días unas camisetas con su logo sobre la bandera arcoíris que ofrecen por 25 euros. Saben que durante el World Pride hará calor, por eso también han estampado su marca con los colores de la bandera que representa al colectivo LGTB sobre gorras y bandanas. Todo vale para llamar la atención de los potenciales clientes. Lo saben también en la peluquería de Alfredo Jiménez, que ha decorado su escaparate con pajaritas con los colores de la bandera gay, o en la tienda de gafas de sol Solaris, dónde –como ocurre en bastantes comercios de la zona– sus dependientes han añadido los colores del Orgullo a sus uniformes de trabajo.