Cartagena

El «pin parental» confronta a Cs con Vox en la Asamblea Regional

Los de Abascal acusan a la formación naranja de ir en contra de su propio Gobierno

En la imagen, el diputado de Cs, Juan José Molina
En la imagen, el diputado de Cs, Juan José Molinalarazon

Los de Abascal acusan a la formación naranja de ir en contra de su propio Gobierno

Los primeros roces de la legislatura comienzan a hacerse visibles. El Pleno de la Asamblea Regional acogía esta mañana el debate de la moción impulsada por Vox para implementar el «pin parental» en los colegios, es decir, el consentimiento de los padres para charlas y actividades dentro de las aulas. Una iniciativa que la formación de Abascal finalmente retiró después de acusar a Ciudadanos de girar hacia la izquierda e ir en contra de su propio Gobierno.

Según la diputada de Vox, Mabel Campuzano, lo que pedían era la aplicación de uno de los puntos del Pacto de gobernabilidad firmado antes de la constitución del Ejecutivo, basado en el consentimiento expreso de los padres sobre las actividades extracurriculares de los hijos, con el nombre de quienes lo imparten, asociación, cualificación que la acredita y hora y fecha en la que se realizaría.

«Vox ha decidido retirar la moción ante el descarado giro de Ciudadanos a la izquierda, que habría posibilitado que la moción liberticida de los socialistas prosperara».

Por su parte, el diputado de Cs, Juan José Molina, pidió a la Consejería de Educación que cumpliera con lo que establece el decreto que regula el currículo de Primaria y Secundaria en la Región sobre la petición de autorización de los padres para que los alumnos realicen actividades complementarias, ya fueran dentro o fuera del centro escolar.

«Si el decreto que está vigente no nos gusta, que se venga aquí, lo hablemos y vemos si se cambia».

Desde el PP, Víctor Martínez Carrasco abogó por que se respete también a los padres, ya que, tal y como apuntó, «a quien le compete la educación que van a recibir sus hijos es a sus padres». El parlamentario dijo no entender el «interés» de los partidos de izquierda «para imponer la educación que tengan que recibir los alumnos».

Por su parte, el socialista Antonio Espín se mostró contrario a la propuesta, ya que, a su juicio, «contradice a la Constitución, que establece que los jóvenes deben ser educados de manera que se favorezca su desarrollo integral, y que es fruto del ‘lobby’ que constituyen las asociaciones ultraconservadoras».