Interceptan a 186 inmigrantes durante el fin de semana a bordo de 17 pateras

En una de las embarcaciones viajaban dos menores, una mujer, y un bebé procedentes de Argelia

Una oleada de inmigrantes puso en alerta a los servicios de Salvamento y Rescate de la Región de Murcia, que durante el fin de semana no ha parado de interceptar embarcaciones con personas a bordo. De hecho, se tuvo que preparar un inmenso dispositivo estatal de rescate y atención a inmigrantes, dirigido por Capitanía Marítima, que al cierre de esta edición continuaba activo tras la llegada, a lo largo de todo el fin de semana, a las costas de Cartagena y Cabo de Palos de 17 pateras con 186 inmigrantes que fueron rescatados por embarcaciones de Guardia Civil, Salvamento Marítimo y patrulleras de Frontex, que colaboraron en las tareas y rescataron varias embarcaciones en los límites de aguas territoriales.

Durante toda la madrugada de ayer llegaron al puerto de Santa Lucía los ocupantes de las ocho embarcaciones con 94 personas, que se sumaron a las cinco embarcaciones y 49 inmigrantes que ya habían sido rescatados a lo largo de la mañana del sábado, tres de ellas frente a Cabo de Palos y dos en el límite de aguas con Argelia.

De hecho, según la Delegación del Gobierno en la Región, en una de las dos pateras llegada a Cabo de Palos viajaban dos menores, una mujer y un bebé.

A pesar del volumen de personas interceptado durante estas horas, la Policía Nacional estuvo toda la jornada agilizando los trámites para ubicar a todos en CIES (Centros de Internamiento de Extranjeros) y en las ONG que forman parte del Sistema Nacional de Acogida.

Traslado

El delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, recordó la «magnitud del dispositivo estatal», en colaboración con otras organizaciones sociales, para abordar con todas las garantías este drama humanitario. Insistió en que todos los inmigrantes llegados en las últimas horas serán llevados a distintos CIE o acogidos por ONG.

«Es importante trasladar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. Estas personas huyen de sus países por una situación social y política muy complicada, pero no son ni delincuentes ni peligrosos. Por tanto, no se debe generar alarma social con este tema, porque su privación de libertad es una medida extrema que se aplica en estos casos, pero no es la única que tiene la Policía Nacional para tenerlos absolutamente controlados y culminar en todos los casos los expedientes de expulsión».

Por su parte, la vicealcaldesa y concejal del área de Servicios Sociales, Noelia Arroyo, pidió a la Delegación «más información y mayor colaboración» con el Ayuntamiento para responder a la crisis de pateras y evitar que la liberación de inmigrantes en las calles consolide a Cartagena como ruta de entrada para las mafias. «Están enviando un mensaje peligroso a las mafias y puede tener consecuencias sociales y sobre la convivencia».