Sevilla
¿Estamos locos o no?
Me refiero a quienes defendemos la vida por encima de todo, como el bien más preciado que Dios nos regaló, siguiendo las leyes morales, que a veces no coinciden con los intereses políticos y monetarios.
Hay que saber discernir entre el bien y el mal, la verdad o las mentiras; es difícil, pues la sociedad hedonista, con ribetes de “buenismo” intenta convencernos de lo contrario, usando el lenguaje ladinamente, convirtiendo las mentiras en verdades propagadas mil veces y manipuladas con habilidad: un claro ejemplo:
Se habla de “la interrupción del embarazo” un servicio social, rápido y eficiente para quitar un problema.
Es incierto a todas luces, lo correcto es decir: Masacrar a un inocente que no puede defenderse, haciendo a una mujer desgraciada muchos años, psicológicamente afectada en su comportamiento que revertirá después en la familia.
¿Estamos locos o no? ¿Por decir la verdad sin tapujos, por escuchar pacientemente, con cariño, a las miles de mujeres que vienen en busca de ayuda?
Quieren sencillamente oír de nuestros labios lo que sienten en su interior, y la sociedad no les dice: Reciben un punto de vista distinto y alentador, que les anima a seguir su conciencia, esa voz de Pepito Grillo que nos avisa de los peligros inminentes.
Los Pro-Vida no estamos locos, no, decimos la verdad, que molesta a algunos, cumplimos lo que prometemos, sin recibir prebendas, somos aconfesionales y apolíticos, porque atendemos a todas, sin mirar razas o religión: No nos pronunciamos con ningún partido, solamente ayudamos a discernir la verdad, lo recto y justo para salvar a tantos inocentes.
La vida, ese Don Sagrado, que recibimos gratuitamente, debe ser respetada, y recibir apoyo de los estamentos políticos, premiando a las mujeres con empuje y fomentar la maternidad, como están haciendo otros países; Inglaterra donde se prima los dos primeros años de lactancia y cuidados maternos; Hungría es la pionera en este campo, y Suecia seguido de Francia, caminan en ese proyecto.
Esa labor callada, constante y eficaz, está haciendo subir la natalidad, consiguiendo que Europa envejecida y cansada, se llene de savia nueva y mejore estos proyectos en pro de los ciudadanos. Creando más empleos y posibilidades a los jóvenes que no tendrán que emigrar a otros lares, lejos de sus familias; solucionando así las esperanzas de trabajo a los que empiezan en ello.
¿Estamos locos o no? ¿Por dar a quienes lo necesitan cariño y protección desinteresadamente?
Cuerdos, bien cuerdos, en este país de viejos, que no escucha el llanto de los nasciturus, que no siente la alegría de una sonrisa agradecida, pues eso ayuda, que se queja, pero no se decide a cambiar, que varía de chaqueta según el viento que más fuerte sopla, la indiferencia culpable, y no pone freno “a las matanzas injustas” trocando las pequeñas leyes de hombres con mentalidad rancia y será culpable de terminar con un país grande glorioso en gestas de hombres valientes que entendieron dar el todo por los demás, con sinceridad y valentía, llevando España al culmen de su grandeza histórica.
Creo que la razón se demuestra haciendo el bien que nos dicta nuestra recta conciencia. Esto pueden avalarlo más de 12.000 niños salvados en Sevilla.
“Nunca tantos, debieron tanto a tan pocos” (Winston Churchill). ¿De verdad, creen ustedes que estamos locos?
Rosa Ciriquián Costi es presidenta de Pro-Vida Asdevi Sevilla
✕
Accede a tu cuenta para comentar