Los móviles serán la clave para desvelar la red internacional

Los especialistas de los Mossos d’Esquadra encargados de la investigación van a proceder a recomponer la complicada «tela de araña» de la denominada «Célula Rambla».

Los especialistas de los Mossos d’Esquadra encargados de la investigación, cuando el juez que lleva el caso así se lo autorice, van a proceder a recomponer la complicada «tela de araña» de la denominada «Célula Rambla» (compuesta por al menos 13 individuos) y lo van a hacer con el examen minucioso del tráfico de llamadas de los teléfonos móviles de los terroristas muertos, heridos, detenidos o huidos, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

Se trata de un trabajo relativamente sencillo, pero que, sin embargo, precisa de muchas horas de dedicación en las que los agentes tendrán que prestar toda la atención posible, ya que no se puede escapar ningún detalle, por mínimo que sea, de las comunicaciones que mantenía cada uno de ellos con sus dispositivos.

Se da como seguro, pese a las precauciones que en las últimas semanas tomaban los miembros de la célula terrorista que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils, que existen numerosas llamadas entre los miembros del grupo. Pero se trata de una información de la que se puede obtener mucho datos, pues las llamadas más relevantes serían las que los yihadistas puedan haber realizado a individuos hasta ahora desconocidos por los investigadores del caso. Pero, sobre todo, importa, si las hubiera, a países extranjeros, entre ellos los europeos, además de Marruecos o Siria, lo que supondría un avance muy importante en el curso de las investigaciones que continúan en marcha.

Al no estar monitorizados, los teléfonos de los yihadistas no figuraban entre los intervenidos con orden judicial y, por lo tanto, se desconoce lo que han podido hablar entre ellos o con otras personas.

Sin embargo, el listado de todas las llamadas entrantes y salientes de los diferentes dispositivos «hablan» muchas veces más, a efecto de los investigadores, que la escucha de una conversación concreta durante, por ejemplo, un seguimiento a un individuo.

La información que se obtenga debería ser compartida de manera inmediata con las otras Fuerzas de Seguridad del Estado e incluso con las autoridades de otros países con el fin de que posibles sospechosos, que pueden estar fuera del ámbito de actuación de la Policía autónoma catalana, puedan ser objeto de vigilancia y, en su caso, detención.

Además, a partir de ese momento, si llegase a ser necesario, se compartiría la información con los demás servicios antiterroristas internacionales, lo que ampliaría la investigación para lograr los mejores resultados.