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La ablación láser, una técnica en crecimiento para la epilepsia refractaria en niños
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona lidera las intervenciones a nivel español y europeo de la ablación termal por láser en niños, que permite atacar el foco de la epilepsia de forma poco invasiva
Desde que empezó a utilizarse esta técnica, en setiembre de 2019, el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona es el único hospital público de España que aplica este tratamiento pionero con láser para curar niños que sufren epilepsia refractaria, es decir, que no responde a los fármacos. El hospital ha atendido a más de 20 niños de toda España y algunos pacientes internacionales mediante esta técnica, llamada ablación termal láser. Por ello es el centro con más experiencia en este procedimiento quirúrgico en pacientes pediátricos. “Somos el hospital con una experiencia más dilatada, con 24 procedimientos en 23 meses y somos un referente en España y en Europa”, asegura José Hinojosa, jefe de Neurocirugía del hospital.
Se trata de una técnica menos invasiva y más segura que la cirugía tradicional (la craneotomía o apertura del cráneo) porque permite al paciente recuperarse en un plazo de tiempo menor y que el ingreso se limite, si todo evoluciona correctamente, entre las 24 y las 48 horas. Con la cirugía tradicional el tiempo de ingreso podía ser de hasta una semana. “No son técnicas excluyentes, sino que hay casos en los que está más indicada la técnica de apertura del cráneo y otras en las que la ablación termal por láser es la idónea”, explica Santiago Candela, neurocirujano pediátrico en Sant Joan de Déu. Y es que este tipo de ablación no está indicada para todos los casos, sino que está indicada especialmente en los que el foco de la epilepsia se localiza en zonas profundas del cerebro, de difícil acceso y cerca de zonas de gran sensibilidad; o cuando la zona a tratar es superficial pero muy localizada. Estamos hablando del hamartoma hipotalámico o displasia cortical focal de fondo de surco, que son malformaciones en el cerebro que, debido a su mal funcionamiento, crean descargas eléctricas que provocan la epilepsia. “Los padres, a veces, me preguntan cómo va a afectar a su hijo el hecho de desconectarle una parte del cerebro. Pero, realmente, lo que estamos desconectando es una parte que la única utilidad que tiene es hacerle daño”, comenta Candela.
Los neurocirujanos también utilizan la ablación termal por láser para destruir pequeños tumores cerebrales y realizar o completar desconexiones cerebrales (con el fin de evitar que la lesión de un hemisferio afecte al otro).
En qué consiste la ablación termal láser
En este tipo de intervenciones, los neurocirujanos realizan una incisión de 4 milímetros en el cuero cabelludo del paciente para introducir, con la ayuda de un brazo robótico, una sonda láser, creando una herida tan pequeña en la piel que muchas veces cuesta encontrarla para aplicarle las curas.
Guiado por las imágenes de una resonancia magnética integrada en el quirófano, el equipo de cirugía conduce la sonda hasta el foco de la epilepsia. Pero el equipo ni empieza ni termina con los cirujanos, ya que, durante todo el proceso, un equipo multidisciplinar evalúa, trata y cuida a los pacientes: desde epileptólogos, radiólogos a psicólogos, pasando por personal de enfermería o especialistas en medicina nuclear. De hecho, en la primera intervención que se realizó en el Hospital Sant Joan de Déu, el equipo estaba formado por 45 personas.
Una vez localizado el foco, se aplica calor repetidamente sobre la lesión cerebral que origina las crisis hasta destruirla. La resonancia magnética integrada en el quirófano ofrece información precisa y en tiempo real sobre los márgenes del foco epiléptico y les permite destruir solo las células dañadas, evitando sangrados y posibles hemorragias.
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona es el centro pediátrico que realiza más ablaciones termales láser como técnica de cirugía de la epilepsia, con un 80% de tasa de respuesta global. Cuando se trata de pacientes con hamartomas hipotalámicos, la tasa de respuesta es del 76% tras la primera ablación. En los casos en los que hay que realizar una reintervención, tras la segunda ablación, los pacientes han quedado libres de crisis en todos los casos. “Poder ayudar a niños es, si cabe, más gratificante, ya que sabes que les estás dando muchos años de calidad de vida”, explica Candela.
En las pequeñas lesiones, hasta el momento todos los pacientes han quedado libres de crisis y, en el caso de las cirugías desconectivas, la tasa de éxito en los pacientes intervenidos desde 2019 es del 75%. “Si conseguimos estas tasas de éxito es por el gran trabajo que se está haciendo en los quirófanos, pero también a la buena selección de los pacientes. Por este motivo es tan importante el equipo multidisciplinar del que hablábamos antes”, asegura Hinojosa.
Y es que cada año se diagnostica epilepsia a más de 4.000 niños en España, y uno de cada tres desarrolla epilepsia refractaria. La mitad de estos casos son potencialmente curables mediante cirugía, por eso esta evaluación por parte de un equipo altamente especializado es tan importante a la hora de determinar si el paciente es o no candidato a la cirugía.
Desde el año 2005, el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona tiene una Unidad especializada en el diagnóstico y tratamiento de las epilepsias y es centro de referencia en España para el tratamiento quirúrgico de epilepsia refractaria en niños. Cada año realiza una media de 60 cirugías.
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