Contenido patrocinado
LR Content
Cuaderno de viaje: de O Cebreiro a Triacastela
Tras superar la subida a O Cebreiro, una de las etapas más duras del camino francés hacia Santiago de Compostela, me enfrento a un nuevo día con un recorrido más liviano
Sospecho que ver el amanecer desde O Cebreiro también será una imagen que permanecerá en mi retina para siempre. Hay niebla, pero junto al templo de Santa María la Real se puede intuir el valle: definitivamente estoy en Galicia. Enfrento mi tercer día totalmente inmersa en la experiencia y deseando seguir avanzando hacia Santiago. Hasta lo que sé, la etapa de hoy será mucho más liviana, perfecta para descargar un poco las piernas tras la subida del último día.
Con la mochila a cuestas y el orbayu mojando ligeramente mi cara, dejo atrás esta preciosa aldea medieval y comienzo mi etapa en dirección Triacastela que se alargará unos 22 kilómetros aproximadamente. La etapa comienza en realidad con una pequeña subida hasta alcanzar el Teso de la Cruz, el punto más alto del Camino Francés en Galicia. Allí comienza ya el descenso que caracteriza esta etapa por una pista forestal hasta Liñares. La vegetación es abundante: helechos, robles y castaños me recuerdan constantemente dónde estoy.
Continúo hasta el Alto de San Roque, donde la parada es obligatoria para descansar, observar las vistas y, por supuesto, hacerse la foto obligada con la escultura del peregrino medieval que avanza con el viento en contra, inmortalizado en bronce por José María Acuña.
La bajada continúa hasta Hospital de la Condesa, que debe su nombre a un antiguo hospital que era el más conocido de la zona donde paraban los peregrinos a recuperarse de su camino. La senda sigue hasta Padornelo, una aldea de piedra y pizarra de gran tradición jacobea, desde donde sale una cuesta, corta pero intensa, hasta el Alto do Poio. Es un lugar perfecto para parar un poco a que las rodillas descansen: en esta etapa es importante prestar atención a la pisada y vigilar la carga de las rodillas. Echar mano de un bastón de trekking es de gran ayuda para que no sufran.
Sigue el descenso hasta Fonfría. Queda menos de la mitad de la etapa. Llama la atención la fuente, el lavadero y la iglesia de San Xoán, con muros de piedra y cubierta de pizarra. A 2,4 kilómetros encuentro el siguiente municipio, O Biduedo, ya en el concello de Triacastela. Se empieza a intuir el final y la bajada hace mella en las piernas. Aunque es más llevadera que la subida de la etapa anterior, lo cierto es que conviene ir con cautela para evitar lesiones, especialmente en este último tramo: O Biduedo está a 1190 metros de altura y Triacastela, mi meta de hoy, a 662 m.
La bajada, aunque es dura, es preciosa, ya que discurre entre arbolado: es el valle del río Oribio. Paso por Fillobal, Pasantes y Ramil hasta llegar a Triacastela, fin de la etapa. Es una pequeña localidad a 150 kilómetros de Santiago de Compostela que conserva restos arqueológicos de tres castros, así como otras ruinas que tienen mucho que ver con el camino: un hospital, un mesón, la cárcel... Hay más peregrinos que vecinos y el ambiente es espectacular. Un lugar perfecto donde recuperar fuerzas para el día siguiente.
Un proyecto de LR Content
✕
Accede a tu cuenta para comentar