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Camino de Santiago
Cuaderno de viaje: de Portomarín a Palas de Rei
Me dispongo a completar la sexta etapa del camino entre zonas rurales y pequeñas aldeas
Después del precioso recorrido que anduve entre Sarria y Portomarín me encuentro algo cansada, pero por lo que he podido informarme la etapa de hoy no presenta muchas dificultades. Así pues, una mañana más, desayuno para coger energías, me calzo las botas, cargo la mochila al hombro y me dispongo a disfrutar de la ruta, de unos 25 kilómetros.
Me despido de Portomarín dejando atrás la Iglesia de San Nicolás, atravieso el puente y continúo hasta llegar a la falda del monte de San Antonio. Aquí viene la primera subida, de aproximadamente un kilómetro, hasta llegar a un llano donde sigo avanzando entre pinares y prados.
Después de este contacto con la naturaleza, toca volver a caminar junto a la carretera durante algunos kilómetros. A pesar de caminar por el arcén, el paisaje llama mi atención: las casitas que me voy encontrando y el hórreo de piedra y madera que me encuentro al llegar a Toxibo.
Gonzar es un buen lugar para reponer fuerzas. Merece la pena ver la Iglesia de Santa María de Gonzar, de estilo románico, situada en medio del pueblo.
Hacia Castromaior
Tras el descanso en Gonzar toca enfrentar una subida de aproximadamente 700 metros, donde un desvío ofrece la opción de visitar un castro prerromano para después regresar al Camino Francés sin necesidad de retroceder.
El siguiente punto emblemático de la etapa de hoy lo encuentro en Ventas de Narón. Se trata del cruceiro de Os Lameiros que data de 1670. Se trata de una cruz cuyos brazos representan la muerte de Cristo por un lado y la Virgen de los Dolores por el otro.
Tras atravesar esta pequeña localidad y su capilla de la Magdalena continúo caminando por una subida suave hasta la sierra de Ligonde, que divide las cuencas de los ríos Miño y Ulla. El recorrido termina en el pueblo del mismo nombre, donde destaca la cruz que señala un antiguo cementerio de peregrinos, la casa de Carneiro, donde se hospedó el mismísimo Carlos V y, por supuesto, su iglesia de Santiago, de estilo neoclásico aunque con portada románica.
Llegando a Palas de Rei
Al llegar a Portos ya me siento más cerca de mi destino: es la primera aldea del concello de Palas de Rei. Allí encuentro la opción de tomar un pequeño desvío para visitar el monasterio de Vilar de Donas.
Lo que queda de etapa es todo cuesta abajo: A Mamurria, A Brea, Avenostre y O Rosario, donde las vistas al Monte Sacro son un final perfecto para el día de hoy.
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