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El juicio de «La Reina de la coca», aplazado sine die

Un forense de la Audiencia Nacional valoró a la narcotraficante y le recomendó reposo tras sufrir una infección antes de que comenzara la vista oral. Fue pospuesta para el 10 de febrero pero se ha vuelto a suspender y no hay fecha a la vista

Ana María Cameno, durante su arresto en 2014, por lo que iba a ser juzgada este año
Ana María Cameno, durante su arresto en 2014, por lo que iba a ser juzgada este añolarazon

Los hechos sucedieron en 2014 y, por si ya fuera poco retraso juzgarlos casi seis años después, el juicio ya se ha retrasado dos veces. Si la estrategia procesal de la defensa de Ana María Cameno, alias «La Reina de la coca» , es ganar tiempo, va por buen camino. El juicio contra la narcotraficante más conocida de España por un alijo de cocaína de más de 100 kilos, había sido señalado para el pasado 14 de enero. Según adelantó este diario, una intervención de urgencia dos días antes del comienzo de la vista oral, no le permitieron acudir a la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares, donde se iba a celebrar. Aquel día acudió su abogada y explicó en sala el problema médico que acababa de sufrir su representada, por lo que se señaló una nueva fecha para el procedimiento: el 10 de febrero. Sin embargo, esta nueva fecha tampoco será posible. Según fuentes cercanas al caso, el forense adscrito a la Audiencia Nacional valoró a la mujer tras haberse suspendido el primer señalamiento y aconsejó un reposo de al menos dos meses, por lo que el lunes día 10 tampoco será posible. El problema es que la Audiencia tiene problemas de fechas a partir de ahora dado que hay señaladas otras causas con preso más urgentes que ésta, donde no hay ningún imputado en prisión provisional por esta causa (sí por otras), por lo que el juicio finalmente ha sido aplazado sine die.

El percance de Cameno fue en una protesis mamaria. Una grave infección le obligó a acudir a Urgencias y tuvieron que intervenirla para extraerle el implante. Ahora «no puede ni moverse», según las mismas fuentes. A pesar de contar con el aval de un médico, muchos han interpretado estos aplazamientos como una estrategia procesal para ir alargando plazos y lograr que algunos delitos queden prescritos o directamente sea suspendido. Porque de ésta, «La Reina de la coca» iba a tener que pasar una larga temporada en prisión. La Fiscalía pedía para ella 24 años de cárcel por un delito contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. Además de Cameno, hay otros doce imputados en la causa (todos por delitos contra la salud pública o blanqueo de capitales), entre ellos el que era su pareja, José Ramón Mora. Ambos fueron arrestados en un chalé de La Línea de la Concepción (Cádiz) en septiembre de 2014, según adelantó entonces LA RAZÓN. Al ser engrilletada, la mujer aseguró que era «la última vez» que lo hacía porque ya iba a «retirarse» del mundo del tráfico de estupefacientes, donde empezó muy joven trapicheando con pastillas en su Burgos natal.

Una “reina” que empezó desde abajo

Cameno logró labrarse una brillante carrera en el complicado mundo de la importación de cocaína, copada por hombres. Quienes han seguido sus pasos de cerca desde la década de los 90, cuando comenzaba a menudear con pastillas en su Burgos natal, la describen como una suerte de mujer emprendedora y consiguió llegar a lo más alto porque era alguien de quien sus proveedores colombianos se fiaban: tenía palabra, pagaba y era trabajadora. Su ambición la llevó a montar lo que consideraron el mayor laboratorio de cocaína de Europa aunque no llegó a empezar a funcionar a pleno rendimiento, según fuentes policiales. Aunque se había aficionado a la santería para atraer la suerte a sus negocios y «coronar» cada vez que importaba (hacía un ritual donde se cortaban cabezas de pollos el día de la entrada de coca), aquella vez entró preventiva. Al salir, se vio obligada a continuar importando por la deuda que arrastraba con sus proveedores, que no suelen ser flexibles en los plazos, pero su primera entrada grande fue esta de 100 kilos en Cádiz y todo se fue, de nuevo, al garete.