Damas Apostólicas y Real Cinema: dos bienes en disputa

Dos inmuebles de la capital son ahora mismo foco de disputas urbanísticas: el Noviciado de las Damas Apostólicas, en Chamartín, y el Real Cinema, en la plaza de Ópera. Los terrenos del primero, inaugurado parcialmente en 1928, fueron adquiridos por Global Alchiba, empresa que pretende construir en ese área de 17.000 metros cuadrados un colegio mayor. El segundo, cine cuyo origen se remonta a 1920, fue comprado por Ocean Drive (OD) Group, que ya ha empezado el proceso de demolición para construir un hotel en su lugar. Sin embargo, recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) impugnó un recurso de Global Alchiba para poder construir en los jardines de la finca, ya que habían sido declarados Bien de Interés Patrimonial (BIP), lo que supone la protección íntegra del conjunto. Mientras, el Real Cinema será derribado, debido a que no cuenta con ningún tipo de protección patrimonial, lo que ha supuesto la presentación de una solicitud por parte de la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP) para paralizar los trabajos.

Con esta situación, Global Alchiba denuncia la «actuación discriminatoria y arbitraria» por parte de la Comunidad de Madrid a la hora de «decidir sobre la protección de edificios de la región». La empresa cree que el tratamiento dado al edificio del Real Cinema «es opuestamente distinto al otorgado al Noviciado», a pesar de que «para ambos casos se debería aplicar la misma legislación».

Global Alchiba recuerda que cuando se inició la demolición del convento en 2017, «de forma absolutamente legal y con los permisos pertinentes», se aplicó el Decreto Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que en la disposición transitoria primera señala que quedan sujetos al régimen de protección los «inmuebles singulares construidos antes de 1936 como iglesias, ermitas, conventos, teatros o cinematógrafos».

Por ello, consideran que se ha aplicado «de manera literal esta norma sin tener en cuenta las múltiples reformas, segregaciones, destrucciones, etcétera, que ha registrado el convento a lo largo de su historia».

Y mientras, para el caso del Real Cinema, que data de 1920 pero que también ha sufrido grandes cambios (padeció serios daños durante la Guerra Civil, fue reabierto en 1943, se demolió y se reconstruyó a mediados de los años sesenta del pasado siglo...), «se utiliza precisamente el argumento de las múltiples reformas para no aplicar la protección».

Fuentes de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid aclaran a LA RAZÓN que se trata de dos casos «no comparables». En lo que respecta al Noviciado, el Gobierno de la Comunidad debe «acatar la sentencia» del TSJM, motivo por el cual el fallo no fue recurrido. Y, en cuanto al Real Cinema, recuerdan que se trata de un edificio «que no contaba con un grado de protección», algo que sí ocurre con el Noviciado, catalogado BIP. Además, subrayan que la demolición del cine se está llevando a cabo con «supervisión arqueológica» por parte del Gobierno regional: en caso de que se hallen restos anteriores al año 1936, se procedería a su protección.

Desde Global Alchiba destacan que el edificio protegido «fue ocupado durante la Guerra Civil», lo que provocó «daños importantes» en la iglesia, posteriormente reparada y reinaugurada en 1943. Del mismo modo, en los años ochenta del siglo XX, la iglesia «fue dividida interiormente para aumentar el número de habitaciones», mientras que, ya en 2004, los terrenos libres que fueron campos de cultivo dieron lugar «a una nueva zona ajardinada de concepto confuso y heterogéneo». Un informe realizado a petición de la empresa por Juan Miguel Hernández León, catedrático emérito de Teoría e Historia de la Arquitectura, señalaba que el jardín actual «queda desdibujado por un arbolado aleatorio». De ahí que no compartan el argumento del tribunal acerca de la «rememoranza histórica» de las huertas y jardines del Noviciado.

Además, el edificio principal «ha sido objeto de múltiples reformas interiores a lo largo de los últimos años». De hecho, el conjunto no había sido considerado de «valor» por parte de los poderes municipales o regionales. La zona fue declarada BIP por el Gobierno de la Comunidad en 2017 después de las protestas vecinales tras comenzar su demolición. Entre ellas, las objeciones de MCyP.

De hecho, esta misma asociación patrimonial defiende ahora que el Real Cinema debería estar protegido cauterlamente por el mismo decreto Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la región. Entre otros puntos, señala que aquel cine fue la primera sala «monumental» de España, marcando la transición entre «el cine como atracción de feria» y su conversión en «el Séptimo Arte». Además, se trató de «la primera sala sonorizada de nuestro país». Y también recuerda que fue «escenario de numerosos debates y mítines políticos, iniciados en 1931 con una célebre conferencia de Ortega y Gasset a la que asistieron Unamuno, Sánchez Albornoz y Gregorio Marañón».

Recientemente, el Pleno de distrito Centro rechazó la propuesta del PSOE de paralizar la demolición con los votos de PP, Cs y Vox. Precisamente esta última formación preguntará en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, que tendrá lugar el martes, a través de su portavoz Fernando Martínez Vidal, qué postura va a adoptar el Consistorio «sobre la defensa del patrimonio cultural y artístico para evitar el derribo de edificios singulares y la protección de entornos de altísimo valor histórico-artístico como, por ejemplo, la demolición del Real Cinema en la Plaza de Isabel II».