Movilidad

Los ediles carmenistas salvarán la ordenanza de Almeida y precipitan otro choque entre el PP y Vox

Los de Ortega Smith atacan a los populares por «traicionar a sus electores» y por apoyarse en los cuatro díscolos de Más Madrid para sacar adelante la nueva norma

La ZBE Madrid Central
La ZBE Madrid CentralLuis DíazLa Razón

Tras varios aplazamientos sobre el calendario previsto, el Ayuntamiento de Madrid aprobará este viernes en Junta de Gobierno la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible. La intención del equipo de José Luis Martínez-Almeida es que, tras su paso previo por comisión, la ordenanza sea debatida y votada en un Pleno extraordinario en los primeros días del próximo mes de septiembre. Una cita para la que la coalición de PP y Ciudadanos necesitará, al menos, el apoyo de otros cuatro concejales.

Y en este punto se abren dos opciones posibles: los cuatro ediles díscolos de Más Madrid, que son los más próximos a la ex alcaldesa Manuela Carmena, o los cuatro ediles de Vox en el consistorio de la capital.

Fuentes próximas al alcalde de la ciudad precisan a LA RAZÓN que es el propio Martínez-Almeida el que está liderando las negociaciones «con todos los grupos políticos» con el objetivo de sacar adelante, sin sobresaltos, una ordenanza clave para el futuro de la estrategia de movilidad y de protección del medio ambiente articulada por el área capitaneada por el delegado Borja Carabante.

Y a pesar de que oficialmente las dos vías de negociación siguen abiertas, todo parece indicar que serán los ex concejales de Más Madrid los que permitan a Almeida sacar adelante la ordenanza. Con Vox, las posiciones están muy alejadas. Y, por contra, los ediles próximos a Carmena, entre los que se encuentran la ex número dos del Gobierno municipal, Marta Higueras, o el ex delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo, abrieron ayer la puerta a votar «sí». «La ordenanza del gobierno de Almeida no es nuestra ordenanza. Le falta ambición para afrontar los retos medioambientales que tiene Madrid. Pero dejar caer la ordenanza es asumir un retroceso de 20 años en políticas de restricción del tráfico en el centro», aseguraron estos concejales a través del perfil de Recupera Madrid –la plataforma en torno a la que se agrupan– en redes sociales. Han puesto dos condiciones: el mantenimiento de un área como Madrid Central en el corazón de la ciudad y que se incorpore un texto con medidas que vayan dentro de una movilidad sostenible, que pasan por fomentar el uso de la bici, desplazamiento peatonal. «No vamos a apoyar, como Vox, que los coches circulen sin restricciones por el centro de nuestra ciudad. Madrid debe seguir teniendo un centro sin coches, debemos proteger el legado de Manuela Carmena para poder ampliarlo en el futuro», añadieron.

El choque PP-Vox

Las posiciones entre la coalición PP-Cs y los ediles de Recupera Madrid parecen próximas, circunstancia que provocaría que los votos de Vox no fueran necesarios en el próximo pleno extraordinario. Y es aquí donde nace uno de los dos conflictos que estallarán en el Pleno de Cibeles. Este choque tendrá como protagonistas al PP y a Vox. El partido de Santiago Abascal reaccionó ayer con un duro ataque contra el PP y contra el alcalde Martínez-Almeida: «En Andalucía y en Madrid… El PP pactando con la izquierda contra sus propios electores. Paguitas a los menas hasta los 25 años en Andalucía y Madrid Central en la capital de España». Un mensaje que fue asumido como propio en redes sociales por parte del portavoz de Vox en la capital, Javier Ortega Smith. «En Madrid el PP vuelve a engañar a sus propios electores al pactar con la izquierda Madrid Central. La izquierda propone las ideas y el PP las gestiona. Sólo queda Vox», añadieron en otro mensaje.

Desde el consistorio, sin embargo, insisten en que la posición de Vox es completamente inasumible. Los de Ortega Smith plantean la eliminación de todo tipo de zona de bajas emisiones en el centro y la activación de restricciones únicamente cuando haya que aplicar el protocolo anticontaminación. Recuerdan desde el Área de Medio Ambiente que esa exigencia no es planteable porque supondría incumplir la ley. En concreto, la Ley de cambio climático, aprobada en mayo, que obliga a que las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan Zonas de Bajas Emisiones.

La guerra en Más Madrid

La votación de esta ordenanza servirá para hacer todavía más visible la pugna entre las dos sensibilidades del partido fundado por Manuela Carmena. Los cuatro ediles díscolos votarán a favor mientras que el resto de concejales de Más Madrid lo harán en contra. La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, aseguró ayer que su grupo no apoyará la nueva ordenanza. «Entiendo que tiene prisa ahora dado que ha pasado más de la mitad del mandato municipal y la ciudad no tiene políticas de movilidad y las prisas le llegan ahora. Lo que proponen lo conocemos por la prensa porque nadie nos ha convocado a una reunión mínimamente formal para tratar las propuestas», lamento Maestre en declaraciones remitidas a los medios. A su juicio, la ordenanza está pensada «para los años 80 y resuelve problemas de los años 80» y «la única movilidad que les importa es la de los coches», quedándose «atrás» e implicándose en «más humo y contaminación». A juicio de Maestre se trata de «una mala ordenanza» para la calidad del aire, la movilidad y la modernización en Madrid cuando en otras ciudades apuestan por avanzar en más espacios peatonales y mejora de transporte público.

Preguntada por la posición de sus cuatro ex compañeros de bancada, Maestre se limitó a señalar que «cada uno es responsable de sus actos». «Esta es una ordenanza que quiere eliminar Madrid Central, permitir la entrada de 50 coches diarios al centro de Madrid y es contraria a los interés de la mayoría madrileña. Con nuestros votos no va a contar porque Más Madrid está en mejorar la calidad del aire y no empeorarla», añadió.

El PSOE también votará en contra. Su portavoz en materia de movilidad, Ignacio Benito, señaló ayer que la nueva norma supone «un retroceso medioambiental». A su juicio «vamos a votar en contra de la Ordenanza de Movilidad del Gobierno del PP y Cs porque supone un retroceso en materia medioambiental que esta ciudad no se puede ni se debe permitir». Y es que, según el PSOE, si se aprueba, «entrarán más de 15.000 vehículos al centro de Madrid que ahora no pueden entrar».