Barrio de Montecarmelo

Una zona para perros en Madrid, convertida en vertedero

Los vecinos de Montecarmelo denuncian el estado en el que se encuentra el parque tras el cementerio

Un perro entre los escombros de la zona para perros de Montecarmelo
Un perro entre los escombros de la zona para perros de MontecarmeloLa Razón

Detrás del cementerio del barrio de Montecarmelo hay una gran explanada. Una zona llana y amplia. Silenciosa. Un lugar que, para los vecinos, sería perfecto para hacer ejercicio o pasear con los niños o las mascotas. De hecho, hay una zona destinada especialmente a que los perros puedan estar allí con tranquilidad. Sin embargo, las condiciones en las que se encuentra este lugar han provocado que los vecinos de Montecarmelo eleven varias quejas al Ayuntamiento, ya que son abundantes los montículos de todo tipo de desechos que han llegado, incluso, a herir a varios animales. Por el momento, no han obtenido respuesta.

Uno de estos vecinos pasea con su perro. Divide su atención entre el animal y el suelo por el que pisa, en el que es fácil tropezar. «Esta zona está bastante abandonada y es una pena», dice, señalando hacia los montículos de escombros, botellas, clavos, latas de cerveza y cristales rotos. «Lo que viene aquí, aquí se queda», añade. Achaca la situación, sobre todo, a los jóvenes que suelen reunirse para hacer botellón. «Traen incluso sillas, sillones, material de oficina... Y lo peor es que no viene nadie a limpiarlo», añade, lo cual ha tenido serias consecuencias. «Hace unos cuatro meses se quemó una buena parte del parque, y no se ha hecho nada para limpiar la zona ni para regenerarla», explica. De hecho, toda la zona, en la cual también hay conejos que viven de forma salvaje, está bastante seca, incluso calcinada en algunos puntos.

La única opción de los vecinos

Ana es otra de las vecinas que pasa por este parque casi a diario. Es, además, una de las que ha interpuesto varias quejas ante el Ayuntamiento por la situación. «Se ha propuesto varias veces que, por lo menos, se habilite alguna zona verde que esté realmente cuidada en esta explanada», dice, ya que en Montecarmelo «no hay más parques como tal, ni zonas verdes, ni ninguna estructura de polideportivo municipal... La zona que tenemos para pasear y hacer ejercicio es esta, que es más bien un vertedero», asevera, y muestra su disgusto con el hecho de que los vecinos no tengan otra opción. «Sirve de desahogo para poder salir de casa», afirma. «Paseamos mucho con los perros, vienen también niños con bicicletas... Lo cual es un peligro, porque aquí hay todo tipo de residuos: desde fontanería hasta material de construcción», apunta. «Incluso hay restos de hormigón de obras que se han hecho, hay sanitarios rotos, que si no vas con cuidado te puedes cortar... Realmente está muy sucio», añade Ana, para quien lo «único bueno» que tiene el lugar es que se puede cruzar la M40 y llegar a El Pardo. «Pero no mucha gente va para allá, a no ser que, como yo, vayas con el perro a dar un paseo largo. En ese caso no te quedas aquí», asegura.

En cuanto a los botellones, Ana explica que son los propios vecinos los que, en ocasiones, organizan partidas de limpieza para adecentar el lugar. Y, sobre los incendios, apunta que «no es que todos los veranos haya un incendio. Son varios. A lo mejor puede ser provocado, por accidente, por alguno de los jóvenes que hacen botellón, pero la mayor parte se producen durante el día, con el calor y a consecuencia de la cantidad de vídrio que hay en el suelo», explica. Así, tal como subraya Ana, una zona que podría «ser estupenda» para pasear tranquilos con los niños y las mascotas se ha convertido en «todo un peligro».