Opinión

Un motín de Esquilache democrático frente a las imposiciones de Sánchez

Estoy seguro que pronto, no solo los madrileños, sino todos los españoles, van a hacer pagar en las urnas tantas medidas arbitrarias, empobrecedoras y privativas de los derechos constitucionales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz AyusoJ.J. GuillénAgencia EFE

No se equivoquen: desde el PP no se llama al motín ni a la revolución. Tampoco a la insumisión. Jamás, nosotros no somos así. A pesar de encontrarnos ante el Gobierno más autoritario de nuestra democracia, del Gobierno que continuamente invade competencias autonómicas o locales, poniendo en solfa nuestra Constitución, del Gobierno que ha visto cómo sus estados de alarma han sido condenados por el Tribunal Constitucional, pues bien, jamás encontrarán a un PP insumiso. Eso se lo dejamos, y lo saben los españoles, a los socios del Gobierno de Pedro Sánchez…Por cierto, ¿hay alguien que asegure que las calles hubieran estado igual de tranquilas y «obedientes», cuando se decretaron los estados de alarma, si el gobierno hubiera sido del PP? Seguramente nadie.

En cualquier caso, nos encontramos nuevamente con una medida restrictiva de las libertades y derechos individuales y colectivos, en este caso, debido al real decreto de «racionamiento energético», como acertadamente ha sido calificado. Y la reacción ejemplar de los madrileños vuelve a ser el acatamiento de la legalidad, como siempre hacen, con un Gobierno regional al frente de la responsabilidad institucional que, sin embargo, por esa propia responsabilidad con el propio Estado de Derecho, ha prometido elevar al Tribunal Constitucional tan arbitraria y lesiva normativa.

En el pasado los madrileños se levantaron contra el invasor en el Dos de Mayo, contagiando a todo el país en una insurrección básicamente reivindicativa de la nación y el pueblo español. O antes, allá por 1766 contra el marqués de Esquilache por la carestía del pan y por la prohibición de vestimentas tradicionales entre los madrileños.

Recordemos que, bajo la justificación de adaptarse a los usos europeos, se había prohibido el uso de capas, sombreros y embozos, costumbres arraigadas entre los madrileños del momento. Quién gobernaba entonces, y a quien tal revuelta le costó el puesto, Esquilache, había decretado un cambio en el modo de vida de los ciudadanos, violentando su tradición y originando gastos añadidos en una época ya de por sí, con muchas privaciones en los hogares madrileños, todo ello motivado por la implantación de manera paternalista y arbitraria de unas políticas económicas empobrecedoras para las clases más populares. Hay paralelismos con aquellos días, claro. Pero los días que vivimos son diferentes, afortunadamente. Vivimos en un Estado de Derecho, con una Constitución que proclama un sistema de libertades y derechos, que nos protege también de los desmanes de los poderes políticos, y que nos permite cada 4 años, o antes, cambiar a quienes mal gobiernan. Ese es el poder de la democracia y en él confiamos.

Y si el pasado 4 de mayo de 2021, el pueblo madrileño se alineó con su presidenta Díaz Ayuso en las urnas contra las políticas anti madrileñas de Pedro Sánchez y su Gobierno, a quién se había enfrentado por atropellos, especialmente por los estados de alarma «para madrileños por traviesos», y haciéndolo como lo hacemos quienes somos militantes en el centro derecha, siempre democráticamente y sin algaradas callejeras, estoy seguro que pronto, no solo los madrileños, sino todos los españoles, van a hacer pagar en las urnas tanta imposición de medidas arbitrarias, empobrecedoras y privativas de los derechos constitucionales. Hoy es el decreto energético, ayer fueron más de cien decretos, y mañana será quién sabe qué. Por eso, el espíritu del motín de Esquilache, siempre por métodos democráticos, sigue vive entre los madrileños, pues el combate al autoritarismo no solo anida en el corazón de los madrileños, sino que saben que en su defensa, tienen a quien ellos mayoritariamente han respaldado en las urnas, su presidenta Isabel Díaz Ayuso.

José Virgilio Menéndez es diputado y secretario de Análisis Electoral del PP de Madrid