Campeonato

Alejandro Puebla, el madrileño que competirá en la final mundial de oratoria

Una competición organizada por la Liga Española de Debate Universitario y la Red Latinoamericana de Cooperación Universitaria

Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.
Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.Jesús G. FeriaLa Razon

De Torrejón, 24 años y graduado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad de Alcalá. Él es Alejandro Puebla y se enfrentará a la gran final los próximos 5 y 6 de noviembre. Concursará por ser el mejor orador individual del mundo ante otros tres aspirantes en «Esto es debatible», una de las mayores competiciones internacionales de debate en la que participan 22 países.

Decía el historiador Henry Adams que «el maestro deja una huella para la eternidad». Y así lo confirma Alejandro cuando explica a LA RAZÓN que su pasión por el debate viene, en parte, por la confianza que depositó en él su profesora de lengua y literatura: «De manera indirecta esto se retrotrae a mi infancia, cuando empecé a tener mucho interés por la lectura. Leía periódicos y novelas infantiles. Despertaron en mí una pasión importante y con los años mantuve gran interés por el periodismo o la ciencia política. Pero de manera directa, en cuarto de la ESO mi profesora de lengua me propuso, a cambio de subirme puntuación en la nota final, participar en un torneo de debate. No lo dudé. Y de repente se abrió ante mí un nuevo mundo». Sin embargo, el resultado fue toda una sorpresa, no solo para los espectadores sino también para el propio Alejandro: «Al terminar, todos me miraban como si fuera un marciano, yo simplemente hice lo que pude, fue mi primer discurso en vivo. A la gente le gustó mucho y me hizo replantearme que igual valía para eso y se me podía dar bien».

Continuó con un estilo de debate que consistía en defender la política aplicada en distintos países, el conocido modelo de Naciones Unidas o MUN. Más tarde, al llegar a la universidad se llevó un traspié al enterarse que su mayor pasión no la encontraría entre aquellas aulas: «Lo primero que hice mi primer día de carrera fue ir a secretaría y preguntar por el club de debate. No tenían nada. Qué mala suerte, pensé», lamenta Alejandro. Hasta que en marzo de 2020 recibió un correo para un casting del equipo de debate: «Hice el casting con la que actualmente es la vicerrectora de la Universidad de Alcalá, María Sarabia, que fue campeona de España en 2003; en 2001 fue el expolítico de Ciudadanos, Albert Rivera. Finalmente fui seleccionado y ahí empezó mi aventura. Me dijeron que para aprender a tocar un instrumento lo primero es tocar el instrumento. Fallar y aprender. Por ello, empecé a participar en numerosos torneos de distintas universidades y que dan la oportunidad al ganador de participar en la Liga Española de Debate Universitario». Alejandro consideraba imposible llegar a subir un escalón tan alto, pero el trabajo y el esfuerzo tuvieron su recompensa y, de repente, allí estaba obteniendo la victoria. «Tres meses de mucho trabajo entorno al interrogante del debate, que fue sobre la digitalización de España. Mis compañeros y yo le dedicamos mucho tiempo y lo conseguimos: Alberto González, Francisco Salas, Roberto Gutiérrez y yo; junto con Carlas Rivas y Sergio Muñoz como suplentes y Álvaro Navas, de capitán de equipo. Pensábamos que íbamos a hacer el ridículo, éramos los novatos y hasta hace nueve meses no sabíamos ni qué era un debate serio. Quedamos los primeros. Llegamos a la gran final contra la Universidad de Salamanca y ganamos» expresa con una sonrisa de oreja a oreja Alejandro: «Te cambia la vida», confiesa. Y añade: «Yo solo aspiraba a pasármelo bien, pasar un buen rato y disfrutar con lo que hacía desde hace años, no imaginaba nada de lo que estaba ocurriendo. Te plantas en la final de la Liga Española con 33 miembros de jurado, empresarios de Telefónica, Santander o Deloitte; también entre ellos Albert Rivera, ex ganador. ¿Qué es esto? No dejaba de preguntarme».

Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.
Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.Jesús G. FeriaLa Razon
Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.
Entrevista a Alejandro Puebla, ganador de la Liga Española de oratoria y debate.Jesús G. FeriaLa Razon

Haber conseguido el primer puesto dotó a Alejandro, además de un premio económico, un reconocimiento que asegura abrirle las puertas a nivel laboral de forma determinante: «Siempre lo digo, la oratoria es lo que separa el fracaso personal y el éxito personal; el fracaso profesional y el éxito profesional. Al final es lo que utilizamos siempre, no solo en el trabajo sino con nuestra pareja, familia, amigos y enemigos. Es fundamental tener esas habilidades comunicativas porque es la línea que separa un buen negocio o gestión personal de lo que no lo es», aclara mientras se prepara para la llegada del gran mundial.

El funcionamiento del debate

A partir de entonces, Alejandro tuvo que ponerse las pilas y adentrarse en los nuevos horizontes que le estaban por llegar. Para empezar, aprendiendo las reglas del juego: “Primero se publica el tema del debate y después llega el estudio. Hay que conocer y trabajar con todos los argumentos a favor y en contra, pues no será hasta cinco minutos antes del mismo cuando por sorteo se sabe la postura que debe adoptar el equipo. Salvo este último debate mundial, el resto se hace por equipos de cuatro y cada uno asume un rol: el introductor, quien argumenta y refuta, y quien aporta la conclusión final, la figura que ejerce Alejandro. Todo ello dentro de unos tiempos muy marcados que hay que cumplir, pues en caso contrario hay penalización”, detalla el orador. Esto deja constancia del trabajo previo al que se deben dedicar los participantes, tanto de preparación del tema y tiempos, como en la asunción de tareas específicas en el debate. “Es fundamental conocer las características del equipo para cuadrarlas en las partes del debate. Por ejemplo, el introductor es mucho más poético, debe tener una oratoria muy amplia y cierta memorización para aprenderse algo impactante que abra el debate; el refutador tiene que saber atacar; y el conclusor tiene que ser una mezcla de ambas”, comenta Alejandro.

La llegada al mundial

EL último combate al que se enfrenta Alejandro puebla es al mundial, organizado por la Liga de Debate Universitario y Red Latinoamericana de la Cooperación Universitaria. A este puede apuntarse quien quiera (para debatir en español), actualmente son 450 candidatos de 22 países. A diferencia de las disputas de antaño, en grupo de cuatro, en el mundial se compite de forma individual, es decir, un mismo sujeto representará la introducción, el desarrollo de argumentos a favor y en contra, y las conclusiones. La siguiente fase fue una criba de 50 a través de pruebas de méritos y capacidades, que Alejandro superó. Y la última selección se sumerge en la red social de Instagram, donde el vídeo de los candidatos expresando su en dos minutos su opinión sobre el tema tiene que alcanzar el máximo de “likes” posible. Por lo tanto, un 70% de los votos se obtienen del jurado y un 30% de las reacciones populares en Instagram, fase que también superó Alejandro (segundo en “likes” y tercero en voto del jurado). Actualmente son cuatro los aspirantes a la final. El tema será la brecha digital y es posible su eliminación o es una utopía, de manera online: “Me ha tocado la posición contraria al tema. Lo bueno de que esto no lo puedas elegir es que te obliga a tener una panorámica general de todo, es decir, un amplio conocimiento de ambas posiciones y tienes que defenderlas como si fueran tus hijos”, considera el orador. Grosso modo, Alejandro considera que la brecha digital, a pesar de ser un concepto muy amplio, puede resumirse en la traslación de las brechas sociales al mundo digital:” Tenemos la brecha de acceso, la capacidad que las personas tenemos de comprar un ordenador en función de nuestra localización o economía, por ejemplo; la brecha de uso, que tiene que ver con las capacidades que tenemos para usar las herramientas digitales en igualdad de condiciones. De hecho, una de las principales causas de la brecha de uso pasa por el factor generacional, de género o económico”. ¿Por cuál de ellas apuesta Alejandro? ¿Es posible eliminarlas? “Existen dinámicas que vemos en la sociedad que permiten llegar a pensar que es posible eliminarlas, pero también hay una serie de muros relacionados con la sostenibilidad que hacen dudarlo… Como en todo buen debate, quizás es más una cuestión de 50-50″, responde.