La emboscada con pistolas a la presidenta de Eulen: ¿sicarios para secuestrarla o ladrones de coches?

Una de las empresarias con más dinero de España, una guerra familiar abierta por la herencia de una fortuna, pistolas, tiros al aire, un grupo de encapuchados (¿unos sicarios contratados?), vehículos de alta gama y, como escenario, uno de los barrios más exclusivos de Madrid. Los hechos ocurridos la noche del domingo al lunes en Aravaca bien podrían servir como base del guion de una serie.

El objetivo de esta emboscada nocturna fue la presidenta del Grupo Eulen, Mª José Álvarez Mezquíriz –con responsabilidad también del imperio vinícola Vega Sicilia–, que sufrió la madrugada del lunes un violento asalto cuando se encontraba dentro de su vehículo, que conducía su escolta particular.

Todo sucedió poco antes de las dos de la madrugada del lunes en la calle José Bastos, 22, en el lujoso barrio de Aravaca de Madrid capital. Concretamente la llamada al 091, realizada por el propio escolta tras el suceso, entró en la sala policial a la 1:50 horas.

Dos vehículos, uno de ellos una Renault Scenic, «encerraron» por delante y por detrás el Mercedes de la mujer para obligarlo a frenar. El escolta y conductor del vehículo asaltado trató sin éxito de escaparse de la emboscada subiendo el coche a la acera para tratar de huir por la zona peatonal pero le cerraron el paso también por detrás y le dejaron encapsulado contra el muro: no tenía escapatoria.

Una vez controlado y «neutralizado» el coche de la víctima, de uno de los coches se bajaron dos tipos, con ropa oscura, encapuchados y apuntando al coche de Álvarez con armas cortas, según confirmó ayer una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

En ese momento, el escolta de la empresaria –que ya había dado un volantazo para tratar de esquivar la emboscada y chocó contra una farola– sacó su arma y realizó varios disparos al aire para tratar de disuadir a los asaltantes, según la portavoz policial.

La banda decidió entonces escapar del lugar en los vehículos en los que habían llegado a toda velocidad, mientras el agente de seguridad procedió a llamar a la Policía Nacional, que se hizo cargo de la investigación de los hechos. Es extraño que si habían planificado el asalto no hubieran previsto que la seguridad privada de la mujer podría ir armada y, ante una situación de peligro como la que se vivió, podrían hacer uso de ella. En cualquier caso, por el motivo que fuera (quizás las armas de los asaltantes eran de fogueo) prefirieron retirarse del lugar y abortar la misión, fuera la que fuera.

Poco después, la Policía Municipal de Madrid avisó al servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Samur, para que atendiera a la víctima, que se había hecho daño en un costado cuando su coche chocó contra la farola a causa del volantazo del chófer y presentaba una fuerte crisis de ansiedad por el asalto. No fue necesaria, no obstante, una atención médica más profunda (solo acudió una unidad básica con un técnico en emergencias sanitarias), según una portavoz del Samur, y fue dada de alta en el lugar.

Sí acudieron más tarde los Bomberos del Ayuntamiento para desenganchar la farola que había quedado tumbada sobre una valla para que los servicios de alumbrado público la retiraran con facilidad a la mañana siguiente. Mientras, en el Grupo XII de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid comenzaba una complicada investigación. Hasta ahora, no se descarta ninguna hipótesis, desde un «simple» robo de vehículo hasta un secuestro por encargo. El coche de alta gama asaltado es un Mercedes Maybach y está valorado en unos 250.000 euros.

Lo que parece seguro es que la banda llevaba tiempo preparando el asalto y podrían haber estado vigilando sus horarios e itinerarios. Además de preguntar a posibles testigos de las viviendas cercanas al lugar del asalto (muchos vecinos se despertaron y asustaron al escuchar los disparos), la Policía también estaría analizando las cámaras de seguridad de la zona y de la autovía A-6, por la que pudieron huir los asaltantes. El objetivo es tratar de identificar a los integrantes de la banda, aunque es muy probable que para preparar el asalto hayan sustraído previamente los dos vehículos empleados y hayan doblado las placas para dificultar precisamente la labor policial. También es probable que los asaltantes hayan planificado bien el itinerario para evitar cámaras. En cualquier caso, la labor de identificación de los integrantes del grupo puede ser larga y compleja.

Pero los investigadores no descartan incluso que el asalto esté relacionado con la guerra familiar que libra la víctima con sus cinco hermanos, una disputa enquistada desde el fallecimiento en 2015 del padre, David Álvarez.

Por eso una de las declaraciones más importantes para averiguar quién estaría detrás del violento asalto es a la propia víctima: saber si había sufrido últimamente algún tipo de amenaza, alguien le había dado algún «aviso» previo o sospecha de alguien en concreto. También es probable que, en aras de ir descartando flecos en la investigación también llamen a declarar a alguno de los hermanos de la mujer. Fue el propio padre y fundador del imperio quien se posicionó a favor de su hija María José y maniobró para que fuera ella quien acumulara la mayor parte de poder de la empresa y se quedó con el 61 % de las acciones del grupo. Los hermanos díscolos controlan Vega Sicilia, que también es parte del grupo, aunque la víctima posee un 16 %.

La víctima del asalto posee una de las mayores fortunas de España y desde 2017 controla la mayor parte del capital de la empresa Eulen, dedicada a servicios y seguridad que, a su vez, controla las famosas bodegas Vega Sicilia, cuyos viñedos se encuentran protegidos en Valbuena del Duero (Valladolid). A pesar de que la parte vinícola quedó separada de Eulen, la guerra familiar no paró.

300 millones de euros

No obstante, el enfrentamiento familiar se remontaría años atrás por cuestiones relacionadas con el patrimonio, que asciende a más de 300 millones de euros. La actividad de la entidad, fundada en 1962 por David Álvarez, se especializó enseguida en los servicios de limpieza, seguridad privada, servicios sociosanitarios, mantenimiento, servicios auxiliares (logísticos, generales y telemarketing), trabajo temporal y medio ambiente. Está presente en 12 países, obtiene unas ventas anuales superiores a los 1.600 millones de euros y cuenta en la actualidad con cerca de 90.000 empleados.