Desatino mayúsculo
Vox, fuera de juego en los Presupuestos de Madrid para 2023
Un error «incomprensible», al presentar fuera de plazo sus ochenta enmiendas, podría apartar de la negociación a los de Rocío Monasterio
Un error sin precedentes y «difícilmente entendible» en el ámbito parlamentario podría colocar hoy a Vox fuera de la negociación de los Presupuestos para 2023 de la Comunidad de Madrid y en un callejón con pocas posibilidades de maniobra. El asunto tiene que ver con el hecho de que los de Rocío Monasterio presentaron fuera de plazo las enmiendas a las Cuentas de 2023. El día límite era el viernes 2 de diciembre; la hora, las 12 del mediodía. Pero las 80 enmiendas que elaboró el grupo parlamentario se registraron seis minutos más tarde. Es decir, a las 12:06. Fuera de plazo.
Otros grupos parlamentarios, sin embargo, no apuraron tanto los plazos. Más Madrid, la formación que lidera Mónica García, formalizó el trámite un día antes de que concluyera el margen previsto, pese a que presentó muchas más enmiendas a las Cuentas de Díaz Ayuso: 1.900. Tampoco el PSOE, que pasó por el registro a las 11:35, a pesar de que también tenía un abultado número: 1.300.
El asunto será analizado hoy por la Mesa de la Asamblea, que tomará una decisión al respecto. Sin embargo, todo parece indicar que no se hará una interpretación flexible del Reglamento de la Cámara. «Es un asunto puramente legal y técnico, en el que no hay margen para la interpretación», aseguran fuentes parlamentarias. La secretaria de la Mesa de la Cámara será la encargada de decidir sobre su admisión o no en base al Reglamento y «solo si hay una opinión discrepante se votará», puntualizan las mismas fuentes. Pero los populares tienen claro que los cuatro miembros del PP de la Mesa no podrían admitir unas enmiendas presentadas fuera de plazo porque «es contrario al Reglamento» y tampoco se espera que los grupos parlamentarios de la izquierda sean sensibles a la situación tratándose de Vox. Al parecer, el grupo ha alegado problemas técnicos que justificarían la dilación, pero se trataría de una cuestión que habría que demostrar para que fuera admisible. Además, se da la circunstancia de que el trámite de presentación de enmiendas se puede formalizar no solo de manera telemática, sino también presencial, con lo que nadie entiende que no se hubiera optado por esta vía frente a un contratiempo tecnológico. De hecho, hay quien se pregunta porqué Vox ha apurado tanto el tiempo tratándose solo de 80 enmiendas, frente a más del millar presentadas por otros grupos políticos, cuando conoce el proyecto de Presupuestos desde hace dos meses.
A esto se suma que no es la primera vez que llegan tarde a la hora de registrar iniciativas. «Siempre alegan problemas informáticos, culpa del registro...», detallan otras fuentes parlamentarias.
El desatino es mayúsculo tratándose de los últimos presupuestos de la Legislatura y a las puertas de una campaña y de unas elecciones para las que quedan tan solo cinco meses.
La situación deja ahora malparada a Rocío Monasterio en uno de los asuntos políticos más relevantes, como es la aprobación de unos presupuestos habida cuenta de que ya se queda sin nada que ofrecer y sin nada que poder negociar, una circunstancia que cambia el escenario político.
«Estábamos encantados de negociar, pero ya no hay con qué», aseguran fuentes del Grupo Parlamentario Popular.
Con este escenario ¿Qué alternativas quedan a Vox? Solo podría votar la totalidad del Presupuesto porque sus enmiendas ya no podrían ser debatidas ni negociadas. Por un lado, no parece probable que vaya a dar el sí a las Cuentas de Díaz Ayuso a la vista de las declaraciones que hizo la semana pasada Rocío Monasterio. De hecho lo avisó el jueves pasado, cuando decidió marcar distancia de la presidenta madrileña y avisó de que no estaba dispuesta a apoyarlas. Algo que tampoco extrañó tratándose de un año electoral en el que el principal objetivo del partido es ahora diferenciarse de Díaz Ayuso, que ha fagocitado muchos de sus mensajes y le ha dejado poco margen. «Vox ha sido generoso todo este tiempo y hemos apoyado 19 leyes del Gobierno. Esto ha sido una acto de generosidad, pero hemos presentado una serie de propuestas al Gobierno (durante la negociación) y se nos ha respondido con otras que no son aceptables para Vox y que suponen una humillación para nuestros votantes», detalló la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid.
Monasterio dejó claro que no será un obstáculo para que el Gobierno pueda avanzar y tratará de colaborar para evitar que la izquierda avance pero «no podemos poner nuestra firma en un papel que humilla a los votantes de Vox y que creemos que no defiende los intereses de los madrileños», dijo. Así, en coherencia con esta idea votó en contra de las enmiendas a la totalidad que presentaron los grupos de la izquierda en pasado jueves. La otra opción sería votar en contra de los Presupuestos. Pero eso la colocaría al lado de la izquierda y sería difícilmente entendible por sus votantes.
La última de las opciones sería la abstención, la más probable, que sí permitiría que las Cuentas salieran adelante. Lo cierto es que sin nada entre las manos que negociar, ahora Vox se queda sin foco político y mediático y sin forma de resarcir la «humillación» a sus votantes.
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