Entrevista

Enrique Ossorio: «Vamos a aumentar las aulas de excelencia en Bachillerato y FP en Madrid»

El vicepresidente y consejero de Educación, Universidades y Ciencia. Participa hoy en unas jornadas del PP que analizan el valor de la meritocracia. Cree que la izquierda «da una visión negativa del esfuerzo»

Es el encargado de elaborar el programa electoral de Isabel Díaz Ayuso y ahora recaba propuestas. Pero si hay un principio que los populares tendrán muy en cuenta es el valor del esfuerzo. Hoy Enrique Ossorio participa en las jornadas que Isabel Díaz Ayuso inaugura en Torrejón de Ardoz en las que se debatirá, precisamente, sobre el esfuerzo y la meritocracia, dos valores que considera que quedan en el olvido con las leyes educativas impulsadas por el Gobierno central.

¿Cree que los jóvenes ya no dan valor al esfuerzo?

Hace 15 años nadie discutía que el esfuerzo era bueno en la vida, pero ahora tenemos una visión muy negativa por parte de la izquierda. Celaá llegó a decir que se exigía mucho esfuerzo a los alumnos; Pilar Alegría lo asoció al castigo y, al final, todos sabemos que las cosas que más satisfacción nos han reportado las hemos logrado esforzándonos. Estas jornadas que ha organizado la presidenta van a servir para pensar qué ofrecer a los madrileños y en nuestro programa va a estar la palabra esfuerzo.

¿Cómo cree que va a terminar la guerra judicial con el Gobierno central en materia educativa y en otros ámbitos y en qué plazos se podría resolver?

Sentimos tener que recurrir a los tribunales de Justicia, pero tenemos un Gobierno que está en contra de todos los principios que tenemos y que en materia educativa son los del esfuerzo y la calidad. El Gobierno emitió un decreto de evaluación, promoción y titulación que permitía superar curso en la ESO con seis suspensos, siempre que se produjese una decisión de los docentes de manera colegiada. No tenemos más remedio que respetarla. Como el Gobierno no ha especificado el tipo de mayoría de esa decisión colegiada, nosotros hemos decidido que sea por mayoría cualificada de 2/3 de los profesores en la ESO y de 4/5 en Bachillerato. Lo que quieren es que titulen más alumnos para evitar las estadísticas malas, pero esos estudiantes no han aprendido, no se han esforzado y no tienen conocimientos. Se produce una devaluación de los títulos. Lo que queremos nosotros es que nuestros alumnos se enfrenten al mundo laboral en buenas condiciones. Nosotros les hemos recurrido al Tribunal Supremo el Decreto de Bachillerato, porque faltan conocimientos que hemos tenido que rellenar. Además, el currículo está cargado de ideología y nosotros la hemos quitado. No hace falta que se diga 578 veces «ideología de género».

¿Los cambios que se han hecho son suficientes para compensar la pérdida de conocimientos que tanto critica Madrid?

Nos esforzamos muchísimo en hacer los currículos y cargarlos de conocimientos, pese a que teníamos poco tiempo. Pedí que se pospusiera un curso la entrada en vigor de la ley para quitar la ideología que sobraba, pero no se hizo. También nos reunimos con las editoriales para pedirlas que hicieran libros razonables y hemos hecho un plan de inspección que está comprobando eso y, aunque no está terminado, de momento no tenemos malas noticias. Las editoriales han tenido sentido común.

Madrid ha tratado de sortear en la medida de lo posible la Ley de Educación (Lomloe). ¿Queda algo más que se pueda evitar aplicar?

Lamento esta situación. Una ley se dicta y el Gobierno debería tener una visión amplia y no hacerla de su ideología particular y de manera tan extrema. Lo hemos hecho dentro de la constitucionalidad, pero pocas cosas se pueden hacer más. Ya alargamos los conciertos a diez años y, para eso, dictamos un decreto a toda velocidad, antes de que entrara en vigor la «ley Celaá» para que prevaleciera nuestra norma. Los alumnos que entran en la concertada van a tener esa garantía hasta 2027. Además, ha resuelto un problema: el de los centros de educación diferenciada. Otras comunidades autónomas tienen el problema de que la ley les prohíbe concertar los centros que educan a niños y niñas en aulas separadas. Esto no va a ocurrir en Madrid con la prórroga de los conciertos. Luego hicimos la Ley Maestra. Frente al ataque a la concertada, mantuvimos el concepto de demanda social que quitaron de la ley. Mantuvimos la posibilidad de que suelos públicos se destinen a concertados. También nuestra Ley Maestra regula la educación especial, cuando la Ley Celaá pretendía su desaparición en diez años. También resolvimos lo de la promoción y titulación que, como he comentado, proponiendo mayorías cualificadas y aconsejamos a los docentes que se guiasen por los criterios de la anterior Ley de Educación. Además hemos hecho pequeños cambios que no han desvirtuado nuestro distrito único. En Madrid las familias pueden seguir eligiendo el centro en el que desean que estudien sus hijos. Después de esto, poco queda ya por hacer.

¿Y qué va a pasar con la Evau?

Nosotros queremos un modelo como el actual con distintas pruebas en función de las asignaturas. Si se hace más fácil, se envía un mensaje de que el Bachillerato tiene menos exigencia. Tampoco se ha arreglado que los exámenes son de distinto nivel de dificultad en una comunidad que en otra. Eso no lo quieren arreglar porque el Gobierno tiene las hipotecas de los nacionalistas.

Ahora tenemos la Ley de Universidades en el Senado. ¿La Comunidad también se está preparando para recurrirla?

Las normas nacionales normalmente son recurridas por el PP. Nosotros la estamos analizando y si viéramos que, dentro de la legalidad podemos enmendar parte de lo que pueda estropear la LOSU, también lo haríamos.

¿Cree que tendremos alumnos más adoctrinados en las universidades?

Es lo que busca la ley.

Madrid es la primera Comunidad que ha diseñado su propio MIR para profesores. Lo está cursando la primera promoción. ¿Se puede decir que Madrid tendrá los docentes mejor formados?

Eso es lo que buscamos. 2.700 profesores ahora están en el Instituto Superior de Innovación Educativa. Tienen un tutor (hemos formado a 3.500 mentores) que son profesores expertos, la formación ha pasado de seis meses a un año; antes había 25 horas lectivas y ahora 120. Además, la prueba es habilitante y van a poder acreditar sus competencias digitales.

¿Qué novedades se van a introducir en el Bachillerato?

De cara a la próxima legislatura, queremos incrementar el Bachillerato de excelencia. Hace una década había cuatro aulas de excelencia y ahora tenemos 41 y queremos que siga creciendo. Tenemos el instituto San Mateo y aulas de excelencia en múltiples centros. Hay Bachillerato de excelencia para Ciencias Sociales y para Ciencias, pero queremos introducirlo también para las Artes. Por otra parte, también queremos extender el Bachillerato internacional e incrementar los centros de excelencia de FP con tecnología y digitalización. Ahora tenemos cinco centros.

Después de lo ocurrido con Ayuso en la Complutense, ¿le preocupa la imagen que se ha trasladado a la opinión pública de las universidades madrileñas?

Fue un caso muy concreto. Eso no pasa en todas las universidades. Los partidos de izquierda movilizaron en los días anteriores a personas para que fueran allí.