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"Ángeles y demonios", un canto a la vida en la Gran Vía de Madrid

La última obra de Lucho Ferruzzo se estrena el próximo 27 de junio: en ella se fusionan el baile de Patricia Donn y la alta costura de los vestidos de Juana Martín

El Teatro EDP Gran Vía acoge el nuevo espectáculo del Ballet Flamenco Dramático Musical coreografiado por Patricia Donn y cuenta con el diseño de vestuario de Juana Martin. Recrean esta obra dramática musical titulada Ángeles y Demonios que se podrá ver del 27 de junio al 2 de julio.
El Teatro EDP Gran Vía acoge el nuevo espectáculo del Ballet Flamenco Dramático Musical coreografiado por Patricia Donn y cuenta con el diseño de vestuario de Juana Martin. Recrean esta obra dramática musical titulada Ángeles y Demonios que se podrá ver del 27 de junio al 2 de julio. Alberto R. RoldánLa Razón

Parece una verdad universalmente admitida, aunque no tan dicha en voz alta –y, menos aún, en la era de la felicidad impostada y pese a todo– eso de que la vida debe ofrecer motivos para la esperanza. Que, detrás del acto de seguir respirando, debe existir el deseo. No se suele admitir tampoco la realidad de que esto genera una continua lucha entre el bien y el mal, entre el vacío de enfrentarse a la propia mortalidad y la pasión por vivir cada día conscientes de que la aguja del reloj no se frena. Una lucha entre ángeles y demonios.

Lucho Ferruzzo llevó al estrellato a Antonio Canales y a Sara Baras. Su vida ha estado ligada al arte y a los escenarios, hasta que una doble operación de cáncer le hizo alejarse durante una década de todo aquello que había sido su oxígeno. Su estancia en el hospital fue un absoluto pozo de miedo y abandono. Pero, junto a él, había un chico, dice a LA RAZÓN, que “sufría lo mismo que yo, con la diferencia de que él tenía 19 años, y era alto y fuerte”. El adulto, en este caso, era consolado por el joven. “Venía a animarme, con alegría, risas, bromas. Era un juerguista”, recuerda. Poco después, Ferruzzo recibió el alta, pero aquel chico se quedó en el hospital. “Como tenía que volver a las revisiones, en una de aquellas visitas al hospital, pregunté por él, y me dijeron que ya se había ido”. Acto seguido, pidió la dirección o su teléfono de aquel joven que tanto le había ayudado, pero de poco sirvió. “Me dijeron que se había ido para siempre”, dice, conmovido. Aquella experiencia fue para él un antes y un después, además de la inspiración para su última obra, ‘Ángeles y demonios’, una oda a la vida y a aquel joven en la que une el baile de Patricia Donn con la alta costura de los vestidos de Juana Martín y música original de Vavílov, Karl Jenkins, Manolo Sanlucar, Silk Road & YO-YO MA y José J. ‘El Viejín’, una leyenda del flamenco que ha decidido abandonar su retiro profesional para este proyecto que estará en el Teatro EDP Gran Vía del 27 de junio al 2 de julio.

El espectador encontrará en ‘Ángeles y demonios es una obra desarrollada en dos actos, aunque sin pausa. La primera parte es teatral, dramática, porque se trata de un personaje, en este caso, una chica, que está, como señala Ferruzzo, “en un estado decrépito, sin ganas ni interés por la vida, porque sufre una enfermedad y está en un momento en el que no le importa abandonar este mundo”. Sin embargo, “repentinamente va escuchando músicas diversas hasta que, en un momento dado, escucha los fragmentos de guitarra delicados y finos de Manolo Sanlúcar. Y ella, que está sentada en una silla de ruedas, obtiene las fuerzas para intentar levantarse”. La música la anima, y va aumentando hasta que rompe “con la voz de un gitano que está cantando al sol, a la vida, a la vegetación, al agua… Es un amanecer”. Así, la joven se va animando hasta que aparecen tres ángeles, vestido con los trajes de alta costura de Juana Martín, que la ayudan y levantan hasta que se ponen a bailar las cuatro. “Una vez están bailando con alegría aparece otro personaje, Lucifer, de una forma estruendosa y, asusta a los ángeles, pero reaparece la enferma, llena ahora de vida, y es ella la que, ya fuerte, le espanta”. A partir de ahí, la segunda parte de la obra es “fiesta y alegría, son ganas de vivir”.

‘Ángeles y demonios’ se convierte, así, en historia que aúna profundidad, música, danza y alta costura. Martín, que ahora mismo es la primera mujer española en desfilar en la Semana de la Moda de París, asegura que, aunque “diseñar para la pasarela y hacerlo para bailarines es completamente distinto”, cuando Ferruzzo contactó con ella no lo dudó ni un momento. “Para mí participar en este proyecto haciendo la ropa de los ángeles ha sido un placer, porque lanza todo un mensaje de superación, de ganas de luchar, de vivir, de disfrutar del arte, de la danza, del flamenco. Y como eso es mi ADN, no lo dudé”. Lo ha vivido, asegura, como un reto. “Una vez te proponen el proyecto no te queda otra que estudiar cómo bailan, cómo se mueven, para poder diseñar conforme a ello. También es importante garantizar que puedan transmitir con el traje con su movimiento, con las formas, los volúmenes, y que la gente vea un ángel”.

“Es una obra en la que se juntan diferentes facetas del arte, como la música, el baile y la moda, para expresar realidades tan humanas como el miedo ante la propia mortalidad, la esperanza, la depresión”, explica la bailaora y coreógrafa de la obra, Patricia Donn. “Cuando Lucho propone el guion el objetivo es encarnar a una persona que está atravesando una enfermedad que nos puede tocar a cualquiera, como es el cáncer”, explica. “Es una vivencia personal que Lucho readapta para que yo pueda interpretar a una mujer joven que transita por todo lo que está sucediendo, todo lo que está viviendo hasta llegar al momento en el que esa música, esa danza, esos ángeles que la sostienen con esos vestidos, le dan ese impulso para levantarse y tener esa fe por la vida y por la emoción de vivir, esa alegría”. Y esto no es más que una muestra, en definitiva, de “cómo el flamenco te ayuda a celebrar la vida y a celebrarla”.

“Es un mensaje esperanzador para buscar un aliciente, una ilusión”, afirma Martín, “algo que a lo mejor les gustaba de pequeños y que hemos tenido que abandonar, pero que nos puede devolver la esperanza”. De hecho, “los ángeles aquí representan ese apoyo, la cercanía y la comprensión que muchas veces es lo que el enfermo busca”. “No solo es un mensaje para personas que estén pasando por una enfermedad, sino que es extrapolable a cualquier momento”, asevera la diseñadora. “Si no es tarde para disfrutar dela vida cuando se está enfermo, no lo es nunca”.

“Nos hemos juntado para dar un mensaje bonito. Es una obra que ayuda, que aporta, que hace que la gente se vuelque”, asevera Martín, que nos hace caminar por una misma causa: el transmitir y dar vida a las personas que, por uno u otro motivo, han perdido la ilusión”. Así, en la época de la imagen y de la impostada felicidad, la vida continúa demostrando que ofrece los motivos para ser vivida con pasión. El arte, una vez más, salva vidas.

Semana de la Moda de París

Juana Martín es la primera mujer española en alcanzar la Semana de la Moda de París. Esto es, para ella, "un reto y una responsabilidad". "Desfilamos el 6 de julio con la alta costura de París y es el tercer desfile que hacemos, con lo cual pesa esa presión, pero estamos muy contentos, intentando aguantar en un mundo de moda muy complejo y muy elitista", explica. "Me lo decía el presidente, Pascal: después de Balenciaga y Paco Rabanne no ha entrado nadie español, ni hombre ni mujer. Y tu eres la primera mujer". ¿Romper el techo de cristal? Sí. Pero para ella el haberlo logrado es de estas cosas "que te lo explican y lo entiendes, pero mientras estás trabajando en ello no te paras a pensar en la magnitud de lo que significa. Pero hemos abierto esa veda de que se valore el trabajo de una mujer española. El llegar ha sido difícil, pero también va a ser complicado mantenerse".