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Recuperando la normalidad

El apagón en los colegios: «Preparamos el gimnasio para dormir en colchonetas»

El IES Isabel la Católica es uno de los institutos madrileños con mayor porcentaje de alumnos de fuera de la capital, lo que dificultó la gestión de la crisis eléctrica. Hoy, los colegios recuperan la normalidad

Se abren los colegios un día después del apagón eléctrico MariscalEFE

Jornada surrealista la que vivían el lunes en el IES Isabel La Católica del distrito de Retiro (Madrid). Tal y como asegura su jefe de Estudios César Molina, este instituto tiene la particularidad especial de estar a apenas cinco minutos de la Estación de Atocha, lo que hace que gran parte de su alumnado venga de otros municipios madrileños o incluso otras provincias vecinas, como Guadalajara o Toledo. El pasado lunes, todo fluía con normalidad hasta que, los profesores percibieron la falta de electricidad. Aunque la información llegaba a cuentagotas, minutos más tarde comenzaban a entender que se trataba de un incidente a escala nacional e internacional.

En torno a las 14:00 horas los padres de los alumnos comenzaron a acumularse a las puertas del centro para llevarse a sus hijos, preocupados por si más tarde no iban a poder regresar a sus casas. Desde el centro reconocen que se produjo algún momento de tensión, ya que a algunos de los alumnos más mayores ya se les había autorizado volver a casa, antes de que sus padres llegasen a recogerles. Incidencias propios de la incomunicación. Los estudiantes del centro abarcan edades desde los 13 años hasta los 19, por lo que desde este IES afirman que no se estableció el mismo protocolo con unos cursos que con otros, prestando especial atención a los estudiantes más pequeños y a aquellos que vivían más lejos o tenían más complicado volver a sus casas.

Ya entrada la tarde, con un porcentaje bajo de alumnos aún en el centro, los jefes de estudios y un grupo de profesores comenzaron a desarrollar un plan de previsión por si algunos de ellos tuvieran que pasar la noche en el centro. «Acondicionamos el gimnasio y les pedimos que cogiesen una colchoneta por si tenían que dormir allí. La cafetería del centro también les abasteció durante toda la tarde, tuviesen dinero o no», recuerda César. En cuanto se fue la luz solar, los profesores comenzaron a organizar una cena fría para todos los alumnos. Pero finalmente, pasadas las 12 de la noche, todos los alumnos pudieron ser recogidos por sus padres o tutores y no tuvo que dormir nadie en el centro.

Aunque la Comunidad de Madrid ya había anunciado que los colegios de la Comunidad permanecerían abiertos en el día de ayer, pero sin impartir clases ni avanzar material, en este centro ayer se sorprendían de que prácticamente ningún alumno necesitó acudir al centro, por lo que se acabó ofreciendo a los pocos alumnos que se pasaron por él que volvieran a sus casas si podían. Sin embargo, en otros centros de educación primaria, donde los alumnos no pueden volver solos ni quedarse en sus casas sin la vigilancia de un adulto, sí que resultó útil para los padres que los colegios ofrecieran este servicio en unas circunstancias tan excepcionales. Esto permitió ayer a los padres mantener su jornada laboral con normalidad, mientras sus hijos permanecían en el colegio en el horario lectivo habitual, incluyendo el servicio de comedor.