Emprendedores

Deportes aéreos, la última moda para ejercitarse

Conocemos a Miguel Sorribes y Adrián Romillo, propietarios de Despegaerial, el último centro especializado que acaba de abrir en Las Rozas

Despega Aerial Las Rozas
Miguel Sorribes, Tania Bianchini y Adrián Romillo, son propietarios y monitores de DespegaerialDavid JarLa Razón

Adrián Romillo y Miguel Sorribes, se conocen desde el colegio. Pero además de los años, a estos dos jóvenes les une su pasión por el deporte. El primero, es entrenador personal y el segundo, fisioterapeuta. Esto, les llevó hace cuatro años a unir sus fuerzas y lanzarse a la aventura de abrir un centro deportivo en la capital. O un riesgo, según se mire, pues en los últimos ha aumentado de forma exponencial la apertura de este tipo de espacios. Entusiasmados -como todos- por la fiebre deportiva que llevó a la población a querer ponerse en forma tras la pandemia, las complicaciones económicas y les obligaron a cerrarlo.

Cuatro años después, con nuevos conocimientos y horizontes por conquistar, acaban de abrir un centro especializado en deportes aéreos. Dos años les ha llevado encontrar un local apto para esta práctica -para la que se requieren techos de cierta altura- y aclarar a los arrendatarios y aseguradoras que lo que buscaban hacer no estaba vinculado ni con la aeronáutica ni con la costura. Su objetivo ahora es, demostrar que no solo está relacionado con el mundo circense y que todo el mundo puede practicarlo. «Nosotros nos encargamos de explicar paso por paso los ejercicios. No se necesita fuerza pero si control corporal. La fuerza viene después, pero lo principal es aprender la técnica», explica Romillo a este periódico. De ahí su nombre y mantra: antes de volar aprende a despegar.

La capital es de las ciudades españolas en las que se pueden encontrar más centro especializados en este nuevo deporte. Sin embargo, pocos con las características que reúne Despegaerial (Dublín, 29C. Las Rozas). «La altura era muy importante, por eso escogimos este local que cuenta con seis metros. También hemos cuidado mucho la estética y que reuniese todas las condiciones para que nuestros clientes estuviesen a gusto. Tras mucha investigación, hemos intentando cubrir todo lo que faltaba en otros centros», apunta Sorribes. Sin embargo, la gran diferencia que tienen con el resto dicen que se encuentra en la visión. «Todo el mundo de las telas está enfocado al mundo circense y a la danza. Nosotros al del fitness y del entrenamiento. Es primordial para nosotros trabajar la base para que luego puedas disfrutar de las telas».

Sorribes es el responsable de las clases de pilates, yoga aéreo y gravity balance (la fusión perfecta entre las dos). «Me gusta la conciencia corporal, la concentración necesaria para realizar de forma correcta los movimientos. Es la mejor forma de trabajar todo el cuerpo de todas las formas posibles», apunta. En el caso de pilates, es una nueva forma de practicarlo además de máquina y suelo. Por su parte, Romillo es el monitor de bungee fit. Esta modalidad, consiste en realizar diferentes ejercicios en los que trabajar el cuerpo completo pero colgado de un arnés. «Tenemos dos tipos, dance y fit, en el primero recorres y vuelas más. En los dos te aumentan las pulsaciones y equivale a una clase dirigida de gimnasio». La ventaja de esta modalidad, es que pueden practicarlo todas las personas, sin importar el nivel o la forma física. Además, gracias a que el arnés desgravita a la persona que lo practica, hace que las articulaciones no sufran. «Cuando saltas, el arnés tira de ti y hace que caigas solamente con el 20% de tu peso. Por eso, lo puede practicar todo el mundo sin miedo a hacerse daño en las articulaciones», sentencia.

También cuentan con talleres más específicos, de straps o verticales -ejercicios de calistenia-, que imparten de forma puntual, una o dos veces al mes. «Es una forma de que venga gente que no ha probado nunca el elemento y si les gusta, puedan apuntarse después a clase regular». Tania Bianchini, es monitora de los «workshops» de straps. «Vengo del mundo del patinaje artístico y llevo unos tres años practicando acrobacias aéreas, me dedico a ello profesionalmente», señala. Ella mejor que nadie, conoce los centros disponibles para practicar este tipo de deportes, tanto en la capital como en otras ciudades. «Respecto a otras, en Madrid están bastante bien los centros, están cuidados y cuentan con toda la seguridad que requieren. Es un mundo muy pequeño y en el que nos movemos mucho por el boca a boca, entonces no les compensa que se hable mal de ellos». Sin embargo, de Despegaerial, del que además de usuaria es también ahora monitora, destaca su buena estructuración e ingeniería.

En los dos meses que llevan abiertos ya han superado la treintena de clientes. Sin embargo, gracias a sus inauguraciones activas no paran de atraer nuevos usuarios y ya cuentan con una tasa de retención superior al 50%. Estas suelen realizarlas los fines de semana y consisten en llevar quince personas al centro y permitirles probar todas sus propuestas, cambiando de una otra a otra a los veinte minutos. En las próximas semanas, tienen pensando realizar otras, sumando a la fórmula la opción de brunch tras la actividad. Pero no es solo esta su forma de darse a conocer, gracias a su patrocinio con Decathlon, ya han podido realizar dos exhibiciones en la tienda que la marca tiene en Majadahonda -donde son también responsables de la parte de salud y bienestar- y acercarse así al público. «Han sido un éxito, es algo que llama mucho la atención y mucha gente se ha interesado por conocer este deporte y ya han reservado en nuestro centro para probarlo». En sus proyectos a corto plazo, también se encuentra los centros docentes dónde llevarán sus estructuras para acercar el deporte a los más jóvenes y de cara al mes de mayo, tienen pensado realizar retiros en Navacerrada.