Historia

El «Monasterio del Aire» del barrio de Moncloa

La semejanza constructiva del nuevo Ministerio del Aire, con El Escorial, agudizó el ingenio de los madrileños

Ministerio del Aire en Madrid
Ministerio del Aire en MadridMinisterio del Aire

El Real Monasterio de El Escorial está un poco más hacia el norte de la ubicación de este edificio que parece un replicante del de Herrera. Y tiene su sentido. Su razón de ser. Cuando en toda Europa se apostaba, con mayor o menor suerte, por el racionalismo arquitectónico, en España, a resultas de la Guerra Civil, se buscaba construir como en el siglo del Imperio... Y este es un buen ejemplo. Se trata de un edificio de estilo neoherreriano, obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto. y aprovechando los amplios descampados que dejó la cruenta batalla de la Ciudad Universitaria. Un lugar que también estuvo marcado por la tragedia, pues allí se levantaba la cárcel Modelo de Madrid. Durante la Guerra Civil, fue ocupada por milicianos, fundamentalmente de la CNT. Una situación que provocó una matanza el 22 de agosto de 1936. Allí fueron asesinados políticos y militares encarcelados por la República, entre ellos Melquíades Álvarez, líder del Partido Republicano Liberal Demócrata; José María Albiñana Sanz, jefe del Partido Nacionalista Español; los exministros de la República Manuel Rico Avello y José Martínez de Velasco; el falangista y piloto del vuelo Madrid-Buenos Aires del avión «Plus Ultra» Julio Ruiz de Alda; los generales Osvaldo Capaz Montes y Rafael Villegas o el capitán de Caballería Fernando Primo de Rivera -hermano de José Antonio Primo de Rivera-. En total, a lo largo de los días 22 y 23 de agosto fueron asesinados de manera brutal 30 presos.

Con todo aquel pasado, y con la intención de reconstruir ese espacio urbano de la ciudad, se planificó un nuevo uso. Este Ministerio del Aire, de nueva factura, fue inaugurado, al menos en su construcción, de manera oficial, con la colocación de la primera piedra, que se realizó el 10 de diciembre de 1943, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de Loreto, aunque las obras se habían iniciado en septiembre de ese año.

Su parecido con el Monasterio de El Escorial hace que los madrileños de la época lo denominen, con cierta sorna, «Monasterio del Aire».​ Cabe apuntar que, a pesar de lo precario de los presupuestos de restauración, dedicados en la época, la obra tuvo siempre los materiales básicos requeridos por los constructores. En este sentido, los diseños de Soto incluían una plaza abierta, tal y como lo es en la actualidad, con el objeto de poder observar el edificio. Algo clave en todo planteamiento arquitectónico que busca amplitud de visión. En la génesis de la obra, el arquitecto realizó varios viajes a Alemania y al norte de África, con el objeto de poder encontrar inspiración en los postulados arquitectónicos de Albert Speer, el gran arquitecto de la Alemania nazi, creador del «nuevo Berlín» que nunca se llegó a construir... a diferencia de este Ministerio del Aire. El proyecto madrileño fue valorado en unos noventa millones de pesetas, llegando, al final de las obras, a triplicarse en el precio.

En el entorno, ante él, se construye también el «Pórtico del Honor» a comienzos de 1953 cuando la obra se encuentra en un avanzado estadio de construcción. Soto menciona a menudo su obra como el «Alcázar del Aire».

Un trabajo laborioso, en el que aunque el edificio no fue completamente acabado hasta 1958, ya en 1954 estaba cumpliendo su misión. A causa de ser construido por plantas, la incorporación progresiva de las mismas desde otras dependencias ubicadas en Madrid, hizo que el edificio no tuviera una inauguración oficial.

Hoy en día, junto a las viviendas levantadas en su frente, es uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes del barrio de Argüelles y testimonio de un conjunto histórico y artístico que bien podría completarse con el Arco de la Victoria.