Gastronomía

Los mejores restaurantes de Madrid para viajar con el paladar sin coger el coche

Se puede recorrer el mundo a través de estas exquisitas alternativas. Hay que aprovechar la Cuaresma para algo más que para ponerse tibio a torrijas

Ciro Cristiano, de Baldoria
Ciro Cristiano, de BaldoriaCiro Cristiano, de Baldoria

Si siguen subiendo las temperaturas a este ritmo, llegará un momento que convertirán La Cibeles en un «pool club» (que no nos lea Almeida, que seguro que toma nota de cara al 28 de mayo). La cosa es que, con este clima casi veraniego, el cuerpo y el alma piden escapadas de Semana Santa y tienen un apetito viajero que no todos podemos satisfacer. Las obligaciones, la inflación y la incertidumbre pesan mucho, así que algunos tendrán que conformarse (que no es poco) con viajar a través de las exquisitas alternativas que nuestra ciudad ofrece en lo tocante a cocina. Dice el axioma popular que como en casa no se está en ningún sitio. Este humilde cronista suyo apunta que hay un sitio mejor: un buen restaurante con la mejor comida. Y no diremos que en Madrid se está tan bien en Semana Santa como en agosto, pero ahí anda la cosa, bien pareja.

Antes de que empiecen, como tal, las fiestas, hay que aprovechar la Cuaresma para algo más que para ponerse tibio a torrijas (que, per se, no es mal plan). Baldoria es un lugar excelente para conocer las bondades de la cocina italiana y de la jarana tan divertida que montan cada noche en este enclave del barrio de Salamanca. Por si alguien no se ha enterado aún, el próximo 31 de marzo aterriza en Madrid Eros Ramazzotti para llenar de entusiastas de la canción melódica el Wizink Center. Y Ciro Cristiano, propietario del restaurante, va a rendir un homenaje a este famosísimo romano. Para ello, durante toda la semana, el dúo de cantantes que cada noche ameniza determinados momentos de las cenas de Baldoria interpretará desde su balcón grandes temazos de Ramazzotti. Nadie podrá resistirse a cantar a voz en grito La cosa más bella, Si bastasen un par de canciones o Cosas de la vida. ¡Y si es con una buena pizza, una pasta deliciosa o alguno de sus vinazos, mejor!

Algo que es muy de agradecer en esta época es entrar en contacto con la naturaleza. Si quiere usted ahorrarse el dinero de la gasolina, que lo bonito de la sierra de Madrid, reconozcámoslo, está a una tiradita, puede reservar en Las Margaritas. Este coqueto asador de El Plantío tiene tres terrazas, dos ajardinadas y abiertas al exterior, y una tercera acristalada, ideal para esos días de fresquito más tontorrones. En total, son más de 800 m² perfectos para disfrutar del solete y del buen tiempo junto a esos grupos que uno puede reunir con motivo de las fiestas. Es niño friendly, porque ellos pueden juguetear mientras que los mayores disfrutan de la mesa y de su propuesta gastronómica, en la que brillan con fuerza las brasas. No se pierdan los grandes pescados, las brochetas ni las carnes de cerdo de El Encinar de Humienta.

Si quieren ustedes darse un paseíto por diferentes latitudes en una sola comida o cena, vayan entonces a Pólvora. Se trata del espacio más gastro del grupo Vespok, propietario también de la taberna contigua Salitre y del recién estrenado italiano Casa Vito (divertido y bien rico, les prometo crónica detallada a la mayor brevedad). En Pólvora, Alfredo González y Sergio Sanz apuestan por ricos y apetitosos bocados de estilo creativo y de fusión de distintas culturas. Vamos, como su nombre adelanta, una explosión de sabores en los que la tradición mediterránea va de la manita de Latinoamérica, con guiños a la cocina criolla, y Asia. Y como tanto se lleva ahora, para felicidad de muchos, con protagonismo del Josper. Dejen hueco para alguno de sus deliciosos cócteles.