Mucho de qué hablar en el Parlamento madrileño. Mucho y un tanto confuso. Lo dicho, quién lo dice y cómo lo dice. Eso es lo que se vivió en sede parlamentaria entre la portavoz socialista Mar Espinar y su número dos, Fernando Fernández Lara. El diputado autonómico tiene mucho que explicar, a tenor de los parlamentos, más bien confusos, que hicieron que Espinar interrumpiera su discurso en el que buscaba rebatir los argumentos del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. "¿Me dejas hablar?" parecía decir con su expresión la líder socialista a su segundo.

Todo mientras el portavoz de la Comunidad de Madrid y consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García, afirmaba que los españoles han "pagado polvos a un ministro" y ha acusado al secretario general del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, de encubrir cuando dirigía Paradores las "juegas con prostitutas en plena pandemia" del exministro de Transportes José Luis Ábalos.

Ha instado a Espinar a que pregunte a "Óscar Paradores" por las "juergas con prostitutas en plena pandemia del señor Ábalos y del señor Koldo" y por quién "pagó las facturas", "también de los desperfectos que ocasionaron en la 'suite'.

Una intervención, por lo demás, de Espinar, en la que argumentaba el crucial viaje de Pedro Sánchez, que está en China por "asuntos de extraordinaria gravedad", en un viaje de "política coordinada con la Unión Europea" para buscar acuerdos para hacer frente a la política arancelaria de Estados Unidos, liderado por Donald Trump... Unas palabras, como otras, que estuvieron marcadas por la interrupción de Fernando Fernández Lara que, en una actitud machista, no dejó hablar a su jefa. Quizá llevado por su coraje político o por aquella costumbre masculina, señalada por no pocas feministas, de decir lo mismo que la mujer en un tono más alto o más bronco.