Ayuntamiento de Madrid
Malasaña pide paso después de Gran Vía
Los vecinos denuncian el destrozo del barrio que contrasta con la remodelación de la Gran Vía. Reclaman más presencia policial y que se arreglen las calzadas.
Los vecinos denuncian el destrozo del barrio que contrasta con la remodelación de la Gran Vía. Reclaman más presencia policial y que se arreglen las calzadas.
Bolardos tumbados, coches encima de los alcorques vacíos en plazas de aparcamiento inexistentes ante la ausencia, precisamente de bolardo, pavimento hundido y socavones en lugares tan peligrosos para los vecinos como la puerta de un centro de mayores. «Cuando llueve es espantoso», denuncia Jordi Gordon, presidente de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (Acibu), que reclama una reunión con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para que se ejecuten de una vez las mejoras prometidas.
Después de muchas promesas incumplidas y no sólo con los socavones, sino también con la proliferación del botellón y de los pisos turísticos ilegales, los vecinos, hartos, optaron por constituirse en una plataforma denominada SOS Malasaña con la que han iniciado una campaña para reivindicar que, después de acabar con la Gran Vía, el consistorio madrileño se ocupe de su barrio y antes de que se ponga en marcha el otro gran proyecto que afecta a Centro: la reforma de la plaza de España.
«Malasaña genera suficiente dinero al Ayuntamiento por su actividad económica que ya es hora de que se revierta algo en el mantenimiento del barrio», exige Gordon, que considera que sólo hablando con Carmena obtendrán el «compromiso político» fundamental para que por fin se rehabilite el barrio. «No nos vale con arreglos pequeños, queremos un plan de choque», añade. De hecho, acaban de presentar en la Junta Municipal de Centro un paquete de seis medidas con actuaciones inmediatas.
Para empezar, requieren presencia policial constante para luchar contra el botellón que se ha hecho endémico especialmente en el entorno de la plaza del Dos de Mayo. En la misma línea reclaman que se persiga también la actividad de los lateros, vendedores ambulantes de alcohol que contribuyen a que se beba en la calle y no en los locales de ocio nocturno. También contra la actividad ilegal de las barras de degustación que, según explica el presidente de Acibu, funcionan como bares encubiertos. La presencia policial también se reclama para luchar con los narcopisos que ya han detectado al menos en tres inmuebles de las calles Madera y San Joaquín y que temen se instalen permanentemente en el barrio como está ocurriendo en Lavapiés. Recientemente, la Policía Nacional registró un inmueble en la calle Tesoro 28 y detuvo a dos presuntos narcotraficantes, precintando el edificio para tranquilidad de los vecinos.
Junto a este paquete de medidas de seguridad se incluye también mayor contundencia del consistorio contra las actividades de viviendas en alquiler de uso turístico sin autorización, que, afirma «ocupan edificios enteros». Por último exigen un refuerzo en la limpieza con mayor recogida de cartones y vidrio y luchar contra la peor consecuencia del botellón: los orines en los portales y, lamentan, hasta en las zonas infantiles de los Jardines del Arquitecto Ribera.
Junto a todo esto está la única acción que en una reciente reunión con el concejal de Centro, Jorge García Castaño, y el coordinador del Distrito, Jesús Martínez, les confirmaron ya se estaba realizando. «Nos informaron de que ya están en marcha varios contratos de renovación y reparación de pavimentos y calzadas que están a falta de adjudicación», explica Gordon. Según apuntaron fuentes municipales, actualmente sólo están en marcha las obras de mejora en el entorno de la plaza de Tudescos. En el último paquete aprobado de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) se han destinado casi seis millones de euros para la reparación de calzadas en Centro y otros doce distritos.
«No nos valen los parches, el adoquinado se hizo fatal y en apenas diez años se ha estropeado», afirma el presidente de los vecinos de Universidad que, además, lamenta que tienen que apoyar Madrid Central para que salga adelante pese a la pelea política que se ha desatado entre los distintos grupos municipales, aunque tampoco están convencidos del todo con el proyecto puesto que creen que no se protege lo suficiente al peatón. «La calle Pez es un embudo y llevamos años pidiendo el cierre de la calle Colón porque desde la peatonalización de Fuencarral la gente circula sin sentido por el barrio», indica, y añade que temen que prolifere la carga y descarga «aún más». Para que sus protestas no caigan en el olvido están organizado acciones reivindicativas.
Carmena culpa a los madrileños de no mantener las calles limpias
«El problema es que ensuciamos, porque no habría por qué. En Japón no hay ni papeleras. Nos falta ir aprendiendo un poco pero vamos mejorando. No se puede tirar nada a la calle», afirmó ayer la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que participó ayer en la campaña vecinal «Mantén limpio tu barrio» en Vallecas. Esta iniciativa, organizada por la Asociación de Vecinos Fontarrón, busca concienciar de la importancia de cuidar las zonas comunes mediante una recogida de basura. La presidenta de la asociación, ConchiCalzado, agradeció la colaboración «voluntaria» de Carmena y apostilló que la culpa de la suciedad en el barrio es tanto de los vecinos como del Ayuntamiento.
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