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Hamburguesas de hongos para salvar los bosques

El resultado de un estudio indica que sustituir el 20% de la carne de vacuno por proteína microbiana “sería un gran comienzo” para reducir la deforestación

Según los investigadores, sustituir la quinta parte de la carne de vacuno por la alternativa planteada podría disminuir la deforestación y las emisiones de CO2 en el mundo hasta en un 50 % para 2050.
Según los investigadores, sustituir la quinta parte de la carne de vacuno por la alternativa planteada podría disminuir la deforestación y las emisiones de CO2 en el mundo hasta en un 50 % para 2050.PexelsLa Razón

Según un nuevo análisis elaborado por el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) en Alemania publicado en la prestigiosa revista ‘Nature’, si reemplazamos el 20% de la carne de ganado vacuno que consumimos por proteína microbiana en 2050 la deforestación podría reducirse a la mitad. Y es que la cría de este tipo de ganado no solo es uno de las principales causas de la deforestación en todo el planeta - sus bosques se talan para el pastoreo o para cultivar su alimento - sino que además es la fuente de metano más importante, un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono, según afirma Florian Humpenöder, autor principal del estudio. Si sustituimos ese 20% de la carne de vacuno per cápita, teniendo en cuenta el crecimiento futuro de la población, la demanda de alimentos, las pautas dietéticas y la dinámica del uso del suelo y la agricultura, sería posible en 2050 reducir la deforestación y las emisiones de CO2 a la mitad.

¿Qué es la proteína microbiana?

La alternativa a la carne de vacuno es una solución biotecnológica que se produce a través de los hongos mediante su fermentación. El resultado es una biomasa nutritiva, rica en proteínas y con un sabor y textura muy similar a la carne. “La buena noticia es que la gente no tiene que temer que en el futuro solo pueda comer verduras, pueden seguir comiendo hamburguesas y similares, solo que estas se producirán de forma diferente”, afirma Humpenöder. Y es que, más allá de su impacto medioambiental, a nivel nutricional “la microproteína es un sustituto ideal para la carne porque es rica en proteínas y contiene todos los aminoácidos esenciales”, según Hanna Tuomisto, investigadora en la Universidad de Helsinki.

Consumo de carne y cambio climático

En la lucha contra el cambio climático nadie pone en duda la urgencia de evitar la extracción y el uso de combustibles fósiles, sin embargo, la producción de carne sigue siendo motivo de debate. La huella de carbono que produce la ganadería es innegable desde hace años. De hecho, en 2006 un informe de la ONU y la FAO sobre alimentación ya alertaba de que la ganadería producía alrededor de un 5% de las emisiones de todo el mundo. Dentro de esta industria, la carne vacuna se lleva la palma: alrededor del 70% de las emisiones proceden de este tipo de ganado. A esto hay que añadir lo que Greenpeace señala como “emisiones relacionadas indirectamente con la actividad”, donde se menciona la deforestación para el cultivo de piensos o el transporte de mercancías.

Por un futuro mejor

La reducción del consumo de carne tiene efectos muy notorios que ya se han comprobado: en 2017 en España se consumió un 5% menos de carne que en el periodo anterior, lo que supuso un ahorro de casi 2 millones de toneladas de CO2.

¿Es posible tomar más medidas además de optar por alternativas que aporten los mismos nutrientes de la carne para frenar la deforestación y reducir las emisiones?

La FAO apunta en este sentido algunas áreas de mejora, como la eficiencia de las explotaciones, una mejor alimentación para reducir la generación de metano, reciclaje de estiércoles y una gestión más eficaz de los pastos.