Motor
El placer de conducir con etiqueta Cero
Mercedes E-300-e Se trata de una berlina amplia y lujosa de propulsión híbrida enchufable con un motor eléctrico y otro de gasolina
El placer de conducir una berlina potente y lujosa no es incompatible con la posibilidad de llevar en el cristal una etiqueta Cero que te permite entrar por todos los rincones de tu ciudad. Es el caso del E-300-e de Mercedes, que combina su electrificación con un motor de gasolina que desarrolla una potencia de 211 caballos. Y con todo el nivel de acabados y equipamientos que siempre han caracterizado a la Clase E de la marca de la estrella. Está a la venta por 65.750 euros en su carrocería berlina.
Hay que señalar que también con esta misma carrocería se puede encontrar una versión híbrida, también etiqueta 0, pero con motor diésel. En ambos casos, la parte eléctrica es idéntica. Se trata de un motor eléctrico que desarrolla una potencia equivalente a 122 cv y va alimentado por una batería de 13,5 kWh. La opción diésel es un poco menos potente que la de gasolina, ya que se queda en 194 caballos, que tampoco están nada mal ya que, unidos a los caballos eléctricos, se alcanza la cifra de 306. Además, esta motorización se vende asimismo con carrocería familiar.
Insonorizado
En la potencia conjunta, el de gasolina gana a su hermano de gasóleo ya que alcanza los 320 caballos. Para ello cuenta bajo su capó delantero con un bloque de cuatro cilindros y dos litros, concretamente 1.991cc., que resulta muy agradable de conducir y que es muy rápido en todos los terrenos, a pesar de que la casi ausencia de ruidos exteriores no nos transmiten una sensación de velocidad exagerada. Pero eso no quiere decir que sus prestaciones no sean brillantes para un coche de corte familiar y de representación, ya que acelera de 0 a 100 por hora en 5,7 segundos y su velocidad máxima esta autolimitada, como pasa en la mayoría de los Mercedes, a 250 por hora. Aunque podría superar esta cifra. Estos valores se logran, naturalmente, gracias al empuje del motor de combustión interna ya que el eléctrico requiere una utilización más relajada. Este propulsor está instalado junto al cambio. Una caja automática de G-Tronic 9 relaciones, suave y efectiva, pero que si lo deseamos puede ser accionada de forma manual gracias a las levas en el volante. El accionamiento del cambio se encuentra como es habitual en los Mercedes, en una palanca situada en la columna del volante.
El motor eléctrico de 122 caballos nos permite una conducción limpia y relajada. En silencio. Y de este modo podremos desplazarnos a una buena velocidad, incluso superando los cien por hora. Pero no por mucho tiempo. Es cierto que el E-300-e se carga fácilmente y en un tiempo aceptable en cualquier enchufe de casa. No necesitamos un «wallbox» para tener cada mañana las baterías del coche a tope. Pero también es verdad que su autonomía eléctrica está limitada a unos 35 kilómetros, o menos si apretamos a fondo el acelerador. Un kilometraje que es suficiente para completar los recorridos diarios de un ciudadano medio que viva en una gran ciudad.
De esta forma, podremos disfrutar en silencio de todo el prestigio de un Mercedes, con terminaciones muy cuidadas, asientos confortables y una gran habitabilidad interior, donde hay sitio de sobra para acomodar a cinco adultos sin apreturas y con sus correspondientes equipajes ya que, a pesar de que las baterías se ubican tras los asientos posteriores, el espacio del cofre de maletas llega a los 400 litros, que no están nada mal. Está allí el espacio para guardar el enchufe de conexión que, en un puesto de alta potencia, completará la carga en sólo hora y media y el doble en un wallbox. Para un enchufe casero se requerirán un mínimo de seis horas, pero se pueden utilizar las horas valle de la noche. El cargador se sitúa entre el parachoques y el piloto trasero protegido por una tapa.
Al volante el conductor podrá elegir entre cinco modos de conducción: Economy, Comfort, Sport, Sport Plus e Individual, que combinará con la gestión que prefiera para viajar en modo eléctrico y gasolina, en función de las necesidades de cada momento. Un marcador en el cuadro nos informa del consumo y los kilómetros que quedan en modo eléctrico. Combinando adecuadamente las funciones, se pueden conseguir consumos verdaderamente muy bajos y, sobre todo poder desplazarse por ciudad en un silencio completo y disfrutar de la ausencia de limitaciones a nuestros desplazamientos tanto por la etiqueta 0 para entrar y aparcar en todas partes, como por la autonomía que, en desplazamientos más largos, está asegurada por su potente motor de gasolina.
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