Entrevista
Germán Beardo: «Estamos llevando a El Puerto del siglo XX al XXI»
«A través del estatuto de Gran Población hemos asistido al inicio de una nueva era del ayuntamiento», señala el regidor popular
Tras algo más de un año de gobierno en mayoría absoluta, Germán Beardo (PP) asegura sentirse «satisfecho» de una gestión municipal que «está llevando a El Puerto de Santa María del siglo XX al XXI». Sanear las cuentas del ayuntamiento, «no tenemos deuda»; modernizar la administración local y mejorar los servicios públicos; incentivar la vivienda de protección y reactivar sectores claves para la economía y el empleo local como el turístico y el cultural son algunos de los logros de un alcalde que asegura sentirse querido por la ciudadanía.
En política, como en otros ámbitos, conviene echar la mirada atrás ¿Qué ve tras este último año de mandato en mayoría?
Si echo la vista atrás, estos últimos doce meses solo puedo calificarlos de muy positivos. Arrancamos el año con un logro tan importante y necesario para la ciudad como la aprobación, por el Parlamento, del expediente de Gran Población. Aquello supuso el punto de partida para impulsar ese nuevo ayuntamiento que tanto necesitan los portuenses. Además, hemos consolidado una administración local totalmente saneada, con cero deudas financieras y comerciales y, por otra parte, sin asuntos o sentencias judiciales que afrontar. A ello hay que unir que hemos tenido uno de los Presupuestos más amplios de los últimos tiempos y que, fruto de ello, hemos podido licitar contratos con las necesidades de recursos humanos y eficacia de los servicios que necesitaba la ciudad. En definitiva, conforme al estatuto de Gran Población, hemos asistido al inicio de una nueva era del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.
¿Cuál es en este momento la situación del ayuntamiento y qué cambios ha experimentado?
Hay que recordar que nosotros heredamos un ayuntamiento que era un queso gruyere, con boquetes en todos los servicios. De hecho, algunos de ellos estaban sin operarios e, incluso, como Bienestar Social, sin jefe de servicio. Situación a la que, entre otros factores, se llegó por un plan de ajuste que, entre otras cosas, impedía la renovación de los cargos. Nuestro gobierno ha logrado acabar con todas las deudas y, a partir de ahí, ha conseguido varios hitos. Hemos tramitado el expediente de estabilización, consolidando los puestos interinos; se ha aprobado la provisión de puestos y la promoción interna, algo histórico, que no pasaba en este ayuntamiento, y, además, hemos sacado adelante una gran oferta de empleo público. Hecho, este último, que no ocurría desde hacía 20 años. De este modo, vamos a poder ofertar empleo para los ciudadanos de El Puerto en todos los perfiles. No solo se va a incorporar personal a la dirección del ayuntamiento; también se va a producir en los cuadros administrativos.
El Puerto, como el resto de localidades de la Bahía de Cádiz, viene arrastrando un déficit de vivienda, ¿qué pasos han logrado dar en este sentido?
La vivienda es un problema generalizado en todo el país, si bien en las localidades de costa se ha agravado aún más. Fruto de esta realidad, la general y la puntual, nosotros tenemos un plan muy específico en materia de vivienda.
Por un lado, está el ámbito de protección del casco histórico, en el que primamos aquellos proyectos que contemplan viviendas de protección oficial o de precio tasado, al alcance de jóvenes o personas de recursos medios. Por otro, hemos activado operaciones que estaban absolutamente abandonadas. Este es el caso de La Florida, en el que hemos sentado al Ministerio y a la Junta de Andalucía para impulsar un desarrollo por fases de un proyecto que consideramos que va a ser un pulmón de vivienda no solo para la ciudad, también para la Bahía de Cádiz. Comarca que padece una escasez de suelo ejecutable de carácter inmediato. Asimismo, gracias a la buena gestión económica del ayuntamiento, los remanentes de Tesorería positivos los hemos dedicado a, por un lado, la compra de edificios que tradicionalmente han sido históricos, realojando en ellos vecinos de otras operaciones, y, por otro, a adquirir fincas destinadas a promover de manera pública vivienda de venta a precio asequible y para el alquiler más allá de los 12 meses, ya que lo que nos interesa es asentar población fija en el casco histórico.
¿En qué medida están afectando las viviendas turísticas?
Nosotros no tenemos un problema de vivienda turística. Es más, estamos por debajo de un 3,5%, frente a otras poblaciones que están por encima del 10 o el 12%. El problema que teníamos en El Puerto era que el centro se moría. El centro estaba muerto, no vivía gente, estaba en ruinas y tuvimos que llegar nosotros para aprobar un plan especial de protección del casco histórico para que el conjunto tuviese licencia de rehabilitación. Fruto de ello, ahora tenemos sobre la mesa más de 40 proyectos de rehabilitación de casas palacios en el centro, tanto públicos como privados.
Ha hablado en varias ocasiones de la necesidad de cohesionar la ciudad y de impulsar proyectos estratégicos para llevar a El Puerto al siglo XXI, ¿qué se ha avanzado en estos aspectos?
Nosotros cogimos una ciudad que necesitaba de infraestructuras que la cohesionaran y en esa tarea estamos. Con ese espíritu, hemos sacado a redacción el puente que unirá con tráfico Valdelagrana con la Plaza de la Pescadería y, además, vamos a volver a sacar a licitación la pasarela. Actuaciones que culminarán el Paseo Fluvial, tras la solución a Pozos Dulces. Asimismo, hemos dado el visto bueno al proyecto de consolidación del edificio de Aduanas, uno de los históricos, que ha pasado a manos de unos propietarios y que ya cuenta con proyectos de estabilización y rehabilitación, contemplándose viviendas y locales comerciales. Por otra parte, con el dinero de los remanentes vamos a adquirir la propiedad del edificio de la Pescadería para demolerlo y construir la caída del puente, recuperando la visión tradicional que se tenía de la entrada a El Puerto, de ver el Castillo de San Marcos y el Resbaladero. Del mismo modo, estamos construyendo el tanque de tormentas, para que las pluviales no vayan al río y para que, sin ir más lejos, el barrio de San Jaime, por debajo de la cota, no se inunde cada vez que llegan tormentas. Actuaciones que, en su conjunto, nos permitirán contar con una ciudad más amable y más sostenible, para lo que también hemos renovado parte del viario público del centro histórico e impulsaremos nuevos equipamientos.
¿Hablamos de un nuevo El Puerto de Santa María? ¿Es ése el objetivo?
Lo que pretendemos es llevar a El Puerto de Santa María al siglo XXI. Nuestra ciudad se quedó anclada en el siglo XX y durante muchos años ha vivido en un estado de decadencia. En un corto espacio de tiempo, con mucha mochila de deuda y con problemas en el ayuntamiento (al principio en minoría y ahora en mayoría), lo que estamos haciendo es llevar a nuestra ciudad del siglo XX al XXI y así se reconoce si se mira desde un perfil objetivo. Transitando de un ayuntamiento obsoleto a uno moderno; de no existir planeamiento, a la aprobación del Peprichye y la redacción del PGOU, y, entre otras cosas, de un escenario sin equipamientos, casas vacías y en ruinas a una ciudad del siglo XXI. Es lo que se merecía y merece una localidad que tiene un nombre lo suficientemente relevante en la historia como para que sus vecinos disfruten de los servicios públicos, equipamientos y la visualización de la ciudad al máximo nivel. Esa trayectoria de cambio es la que ven nuestros ciudadanos y a nosotros nos motiva para dejar una ciudad acorde con lo que es y representa El Puerto de Santa María.
Ustedes han apostado por la cultura como atractivo diferenciador del destino, ¿cuáles son las aspiraciones de la ciudad en este ámbito?
Desde El Puerto de Santa María se puede explicar la historia universal ¿Por qué? Porque a los pies de la Sierra del San Cristóbal está el yacimiento del primer Gadir, que es la necrópolis y la bodega más antigua de Occidente. A partir de ahí, todos los procesos históricos los ha vivido nuestra ciudad y era de obligado cumplimiento por esta administración explicárselo no solo a los portuenses, sino al mundo en general. ¿Qué hemos hecho? Pues, desde ese yacimiento de Doña Blanca, proteger el patrimonio y abrir espacios culturales que expliquen nuestra historia, como es el Museo de Cargadores a Indias, de la época colonial, o la exposición permanente del Museo de la historia de la ciudad, situada en un edificio histórico que hemos rehabilitado, el Hospital de Mujeres. Por otro lado, hemos recuperado la Fundación Rafael Alberti, que estaba en proceso de disolución. Ahora, tras un acuerdo con la Junta, goza de estabilidad económica, tiene un nuevo gerente y una proyección para que esté al mismo nivel de las fundaciones García Lorca o Juan Ramón Jiménez. Además, tenemos otros dos proyectos culturales que explican nuestra identidad, como son el Museo Cofrade y el del Vino, este de la mano del Ateneo del Vino de El Puerto de Santa María, para explicar que nuestra cultura son también las bodegas. En definitiva, una oferta cultural y de protección del patrimonio que se dirige en dos líneas. Por un lado, que la ciudad mantenga su identidad y tradiciones y, por otro, que la gente que venga a visitarnos disfrute de un destino que va mucho más allá del sol y la playa.
El Puerto llegó a ser en tiempos pasados el gran referente turístico de la provincia, ¿qué pasos han dado para ir recuperando el atractivo del destino?
Hay que recordar que cuando cogimos la ciudad era una localidad de segunda residencia, que concentraba su turismo en julio y agosto. Desde el primer momento tuvimos claro que era un sector estratégico, en especial para nuestros autónomos, hosteleros, etc.
Así, en mi calidad de alcalde y vicepresidente de Diputación, decidimos establecer los mecanismos de conectividad e infraestructuras locales para que El Puerto fuese visitado más allá de los meses de verano. ¿Qué significa eso? Por un lado, hacer de El Puerto un espacio de cultura, patrimonio, gastronomía, etc. para todo el año. Con tal fin, hemos puesto en valor, como sede de eventos, el Monasterio de la Victoria; impulsado tres espacios culturales visitables durante todo el año; logrado, dentro del plano de la conectividad, que varias aerolíneas operen más allá del periodo vacacional y provocado que en las últimas ‘pastillas’ de suelo para hoteles de máxima calidad se esté construyendo.
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