SEAT

“La respuesta y compromiso de los empleados ha sido clave para crear los respiradores”

Entrevista a Luis Comas, Vicepresidente de Servicios Legales y Buen Gobierno de Seat

Luis Comas, Vicepresidente de Servicios Legales y Buen Gobierno de Seat
Luis Comas, Vicepresidente de Servicios Legales y Buen Gobierno de Seatdaniaznar

El fabricante español de coches no dudó un solo segundo cuando surgió la oportunidad de aplicar su tecnología en la creación de respiradores para hospitales. Después de entregar más de 500, ahora están a la espera para hacer más en caso de que la próxima semana algún hospital lo solicite.

–¿Cómo surge dentro de la fábrica la idea de crear los respiradores de emergencia? ¿De qué departamento fue la primera intención?

–La idea surge de una empresa de jóvenes ingenieros, Protofy XYZ, que se puso en contacto con Seat para presentar su prototipo de respirador de emergencia que habían desarrollado junto al Hospital Clínic y al Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona. Tenían la base del proyecto, pero requería mejoras técnicas y, sobre todo, era necesaria una gran capacidad industrial para su producción como la de una empresa de automoción como Seat. Creímos en su proyecto desde el primer momento.

A partir de ahí, un equipo de más de 150 profesionales de distintas áreas se puso manos a la obra y se volcaron en el proyecto de manera totalmente voluntaria, desde ingenieros a responsables de producción, pasando por el equipo de Salud y Seguridad, Calidad y Servicios Legales, entre otros. En las últimas tres semanas han trabajado mañana, tarde y noche para sacar este proyecto adelante. Además, ha sido crucial el apoyo continuo que hemos recibido por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, que nos ofreció su conocimiento y guía desde el primer momento para autorizarlo para investigación clínica. Nuestro objetivo desde el primer día ha sido, y es, contribuir en lo que podamos y ayudar al sistema y profesionales sanitarios a frenar el desarrollo del virus en España.

–Durante el proceso de creación ¿qué fue lo más complejo de realizar para un equipo que no está acostumbrado a este tipo de fabricación?

–Los equipos sanitarios están sujetos a unos protocolos muy estrictos, ya que de su correcto funcionamiento dependen vidas humanas, por eso su proceso de diseño y desarrollo ha sido tan complejo. Sin ir más lejos, hemos llegado a diseñar hasta 13 prototipos de este respirador de emergencia. Todo ello en un tiempo récord y siempre en contacto permanente con el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y los equipos médicos del Hospital Clínic y el Hospital Germans Trias y Pujol, que son los verdaderos expertos sanitarios que certifican el ensayo clínico. La industria de automoción es las más tecnológica del mundo, y gracias a ello, a la creatividad y la actitud de nuestro equipo, hemos sido capaces de hacerlo realidad.

–¿Qué cantidad de piezas destinadas originalmente al coche están presentes en el respirador?

–El respirador de emergencia está compuesto por 119 piezas, con componentes electrónicos y mecánicos, así como piezas de impresión 3D. Las piezas de chapa, engranajes y levas son piezas que se fabrican íntegramente en las instalaciones de Seat Martorell, Seat Componentes y Seat Barcelona y son las mismas que utilizamos en la producción de vehículos. Además, este proyecto también requiere los mismos materiales eléctricos y electrónicos que se utilizan para la producción de coches, que se fabrican con agrupadores logísticos con los que Seat trabaja de manera habitual. Poder compartir todo este conocimiento también es clave. Por ello, la información técnica de este respirador de emergencia es «open source» y está disponible de manera gratuita para que otras industrias puedan replicar la producción de este dispositivo, también a nivel internacional.

–¿Cómo ha sido la relación con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios?

–Desde el primer momento en el que planteamos el proyecto hemos estado coordinados con el Ministerio de Sanidad y con la directora de la Agencia, Chus Lamas, así como con su equipo técnico liderado por Gloria Hernández y Carmen Ruiz, que nos han ofrecido su conocimiento y guía para desarrollar prototipos suficientemente seguros para la investigación clínica. En paralelo, se han llevado a cabo todas las pruebas en distintos laboratorios para asegurar el uso de estos equipos y que no tenían ningún riesgo para los pacientes y el personal sanitario. Ha sido una relación muy fluida y transparente en todo momento. Gracias a ello hemos conseguido avances muy importantes y, sobre todo, acelerar un proceso que normalmente es mucho más largo.

–Ante la emergencia creada y la falta de estos equipos en muchos centros hospitalarios, ¿ha trabajado la Agencia del Medicamento en un tiempo récord al contrario de lo que pueda parecer?

–Sin duda. La autorización de dispositivos sanitarios es un proceso que requiere los máximos niveles de calidad y precisión y que normalmente tarda incluso años. Ha sido una experiencia muy gratificante. Sin la total implicación de todas las partes involucradas no hubiera sido posible sacarlo adelante en una semana. La prioridad en una situación como esta es salvar vidas, y ese es el verdadero motor que nos ha movido a todos los involucrados.

–¿Qué aspecto fue el más complicado de validar?

–Como comentaba, los equipos sanitarios requieren unos estándares de calidad muy altos y de máxima precisión, ya que el funcionamiento erróneo de un respirador podría suponer graves consecuencias para los pacientes. Este proceso ha incluido pruebas de funcionalidad con animales y humanos; pruebas para garantizar la seguridad eléctrica para pacientes y médicos; y pruebas de compatibilidad electromagnética para comprobar que no afectan al funcionamiento de otros equipos de la UCI y viceversa. Todo este proceso se ha realizado conjuntamente con los profesionales sanitarios del Hospital Clínic y el Hospital Germans Trias i Pujol, así como con las autoridades sanitarias.

–¿Cómo fue la respuesta de los trabajadores ante este reto?

–La respuesta y compromiso de los empleados ha sido clave. Desde hace tres semanas el equipo ha estado completamente enfocado en el proyecto, que en ocasiones no ha sido fácil porque jugábamos en un terreno hasta ahora desconocido para una empresa como Seat, que está acostumbrada a fabricar vehículos.

Sabíamos que contábamos con un equipo de profesionales brillante, y ahora hemos demostrado que también es un equipo con una enorme calidad humana. De esta crisis podemos aprender que cuando todos vamos en búsqueda de un objetivo común, surgen las grandes iniciativas y somos capaces de innovar y aportar auténtico valor añadido.

–¿Qué «feedback» han recogido ya de los hospitales donde están funcionando?

–El «feedback» recibido es muy positivo. Es pronto para sacar conclusiones, pero hemos recibido solicitudes de hospitales de toda España y eso es buena señal porque demuestra que los respiradores han dado respuesta a una demanda que era muy necesaria.