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Mazda apunta a la electrificación urbana con el MX30

Es un todocamino con un diseño muy original y espacioso, con un funcionamiento impecable para el tráfico en ciudad y etiqueta Cero al ser totalmente eléctrico

Mazda MX30
Mazda MX30MazdaMazda

La reducción de gases nocivos siempre ha sido una constante en la política de Mazda desde hace muchos años. Le faltaba el paso de llegar a la electrificación total, que ahora se hace realidad con el MX30, cuyo diseño es completamente diferente a todo lo existente en el mercado. Y su comportamiento en ciudad es efectivo y con todas las ventajas de los coches de etiqueta Cero. Un coche que se pone por delante del mercado.

Actualmente la mezcla de motorizaciones en Mazda es de un 29% de gasolina o diésel, un 68 de híbridos y un 3% de eléctricos. El esfuerzo por la electrificación se ha centrado más en los híbridos. Pero el MX30 representa un paso importante en el camino del eléctrico total. La marca busca las mínimas emisiones no sólo en el funcionamiento diario, sino también en los procesos de fabricación. Por eso apuesta por baterías pequeñas que en su construcción necesita menores emisiones para su construcción. Si a los 8 años hay que cambiar la batería, la diferencia es aún mayor. Por ello, es mejor una batería pequeña con un planteamiento de coche urbano como el que tiene el MX30 ya que el kilometraje medio en España indica que un 40% de los usuarios recorren menos de 25 km diarios; un 30% menos de 50 y sólo un 17% superan los 50Km. diarios. El resto hasta 100 no tienen claro sus desplazamientos.

Por ello, el MX30, que ofrece una autonomía eléctrica de más de 200 kilómetros, resulta un coche ideal para quienes utilizan automóvil propio para sus desplazamientos diarios aunque vivan en el extrarradio de las ciudades. No se trata de un vehículo con el que plantearse grandes viajes, al menos hasta que España no tenga una infraestructura de carga rápida suficientemente extensa. Si que re recomienda para poder disfrutar de una recarga rápida en casa, la instalación de un aparato wallbox que Mazda incluye dentro del precio de adquisición del vehículo y ha establecido un acuerdo con Iberdrola para realizar la instalación sin problemas y además con unas condiciones especiales en el contrato de la electricidad. Su tiempo de carga es de unas tres horas para recuperar el 80% de su batería. Una ventaja más para un coche verdaderamente ahorrador ya que desde el momento de la compra se olvidará de que es una gasolinera. Y hablando de dinero, gracias a las ayudas anunciadas recientemente este MX30 puede adquirirse si se desea con la fórmula de pago de 199 euros al mes y un pago a la finalización del contrato de 27.665 euros o la renovación para cambiar a un nuevo Mazda, el que esté más de moda en ese momento. O si se prefiere la compra al contado, la factura asciende a 33.165 euros.

Por este dinero, Mazda ofrece un coche elegante y espacioso. Un cinco plazas que tiene formas de coupé gracias a su parte posterior descendente y una trasera muy bien resuelta, con unos grupos ópticos verdaderamente bonitos. Sus dimensiones son amplias, pero compactas. Muy similares a las de su hermano CX30. Mide 4.40 metros de largo por 1,80 de ancho y 1,57 de alto. Su motor ofrece una potencia de 143 caballos con lo que puede ponerse a una velocidad máxima de 143 por hora, cifra muy destacable para un eléctrico puro.

La conducción es muy agradable y destaca, como en todos los eléctricos, una aceleración inmediata y un comportamiento brillante en ciudad a las velocidades normales del tráfico urbano. Ya hemos dicho que no es un coche de viajantes. Las levas en el volante pueden ayudarnos a las retenciones y a la recuperación de energía.

Nos encontramos un interior asombrosamente espacioso para un coche de estas características. Desde su maletero, de 366 litros a pesar de tener que albergar los cargadores, hasta el espacio para los pasajeros. En este último punto radica una gran parte de su personalidad, ya que en el MX30 las puertas traseras se abren en sentido contrario a las del resto de su competencia. Es decir, hacia atrás. Tras abrir una puerta delantera, tenemos un tirador que hace que se abra una puerta con un ángulo de apertura de más de 80 grados. Al carecer de pilar central, se ofrece así un espacio ideal para los pasajeros o para acoplar las sillas de nicho con toda facilidad.

En el interior encontramos una terminación muy completa, con una consola central flotante que incluye dos pantallas que incluyen toda la información necesaria que además se refleja en el cristal. Este es uno de los sistemas avanzados que tiene este Mazda, junto con otros como las alertas de cambio de carril, de colisión en cruce, de ángulo muerto, frenada de emergencia, reconocimiento de señales, etc.. A destacar la ecología de la construcción de este vehículo en dos apartados como la tapicería, hecha de hilos provenientes del reciclado de las botellas de plástico, o el uso de superficies de corcho tan agradables al tacto en algunas zonas de la consola central. Un material que recuerda los orígenes de Mazda, cuando nació hace ahora ya un siglo completo. Se vende en pintura bitono y con techo solar practicable.

Este Mazda, que comenzará a circular por España en septiembre, será un coche muy selectivo, ya que sólo se tiene previsto que, en una primera fase, lleguen 350 ejemplares. En un momento en el que el coche eléctrico parece ganar adeptos, la alternativa de este modelo MX30 es una de las más originales y práctica del mercado.