Crisis

El motor acusa a parte del Gobierno de “no querer coches”

El sector del automóvil español hace frente común contra las políticas de Sánchez y anuncia 20.000 despidos

Representantes de Ganvam, Sernauto, Anfac y Faconauto.ANFAC18/12/2020
Representantes de Ganvam, Sernauto, Anfac y Faconauto.ANFAC18/12/2020Servicio Ilustrado (Automático)ANFAC

La totalidad de los empresarios del sector del motor, representados por las cuatro principales asociaciones, pidieron ayer al Gobierno, con un tono duro durante una conferencia de prensa, considerar el futuro de esta industria como un «objetivo de país» y solicitaron una moratoria en la aplicación de la subida del impuesto de matriculación en función de las emisiones que, a partir del 1 de enero, encarecerá el precio de los coches nuevos unos 800 euros de media. Según los empresarios, las consecuencias de este incremento impositivo pueden ser dramáticas para este sector que representa al 60% de la industria española. Los empresarios calculan que, de no establecerse un aplazamiento como han hecho otros países europeos, Francia y Portugal, el descenso de ventas estimado sería de unos 110.000 vehículos. Anfac, Ganvam, Sernauto y Faconauto se mostraron muy preocupados por esta situación que puede afectar a un sector exportador que aporta números positivos a la balanza de pagos y que representa más del 10% del PIB y el 9% del empleo.

Además, el presidente de Anfac (y vicepresidente ejecutivo del grupo Renault), José Vicente de los Mozos, manifestó su preocupación por como se está llevando la implementación de los planes de relanzamiento de esta industria que, tras haber pactado un plan con el Gobierno, ve que este no se desarrolla con la premura necesaria. Estima que «el futuro de esta industria debe ser un objetivo de país», pero, en cambio, ve que hay algunos sectores políticos que se plantean una movilidad sin automóviles. «Con ello estamos mandando mensajes muy preocupantes a los centros de decisión de nuevos proyectos industriales. Y estos centros de decisión no están en España». También advirtió que, si no se dan las condiciones de competitividad adecuadas, la fabricación de nuevos modelos podría desviarse a otros lugares del mundo, lo que traería consigo pérdidas de actividad y empleo en algunas de las 17 fábricas de automóviles que hay en España. «Si no reaccionamos rápido –afirmó– habrá ganadores y perdedores». En este mismo sentido de pérdida de puestos de trabajo insistió Gerardo Pérez, representante de los empresarios de las redes comerciales. Auguró que, con una bajada de ventas de más de 100.000 automóviles, los reajustes de plantilla serán inevitables, con hasta 20.000 empleos perdidos. De los Mozos destacó que está en juego el 60% de la industria y que los empresarios saben perfectamente lo que hay que hacer y están poniendo todo su esfuerzo para lograr una movilidad cero emisiones en un futuro próximo a través de un modelo con vehículos electrificados y conectados de la máxima tecnología. Pero pidió seguridad jurídica para llevar a cabo este proyecto y rapidez en los desarrollos de los planes previstos con la Administración.