Dirigía Seat en Francia. Llegó a Renault España en enero tras aceptar la propuesta de Luca de Meo, CEO del grupo galo. Afirma que, con la crisis de los chips, lo mejor es decir la verdad al cliente.
¿Cómo le convenció Luca de Meo, CEO del grupo Renault, para entrar en la compañía?
Simplemente con lo que llamamos el plan «Renaulution». Es decir, una visión de futuro clara, a largo plazo y bueno, una apuesta fuerte en la movilidad de transición y en la de mañana. Y, sobre todo, que la propuesta me parecía muy adaptada a los valores históricos de la marca. Me parece muy interesante que Renault tenga tanta historia, aunque sea reciente, de coche eléctrico. En Renault llevamos 10 años vendiendo coches eléctricos y hace 10 años ninguno sabíamos lo que era Tesla. Tenemos 10 mil millones de kilómetros de experiencia con eléctricos.
Si Renault es una marca cercana, que se caracteriza por la calidad, un precio ajustado… ¿cómo va a mantener esto con la nueva movilidad?
Esos valores no son incompatibles con pasar de la propiedad al uso. Lo que tenemos que entender es que nuestro trabajo no es vender y reparar coches. Nuestro trabajo es proponer la mejor movilidad para cada persona en cada momento.
¿Qué papel juegan los concesionarios en la nueva movilidad?
Son parte indispensable de nuestro ecosistema. Tienen una capilaridad que jamás un constructor tendrá. Tenemos 500 puntos de venta y reparación en España, de hecho, es la red más extensa. Y, luego, ellos tienen el «savoir faire» de representar a la marca delante de los clientes. Lo que sí es verdad es que su labor, poco a poco, evoluciona, como la nuestra y ellos también tienen que pasar de vender y reparar coches a proveer movilidad.
¿En qué estado se encuentra la red comercial tras la pandemia? ¿Ha habido quiebras?
En Renault, ninguna. Es una red muy preparada, una de las dos más antiguas de España. Una red muy profesional y consolidada.
¿Cómo acabará Renault el año? ¿Hay coches suficientes para la demanda que existe?
No. Faltan coches. Renault acabará el año con una cartera de clientes, es decir, pedidos que no habremos entregado, seguramente, histórica. Con entre tres y cuatro meses de cartera para entregar. Eso es un problema para las cuentas de este año, pero una magnífica noticia para el año que viene. La red va a acabar el año sin perder dinero y ganando algo… aunque obviamente no será un año récord.
¿Cuánto durará la crisis global de los chips?
Cuánto va a durar no lo sabe nadie exactamente. Lo que sí se sabe es que todavía va a durar unos cuantos meses. Seguramente, en la actualidad estamos en el momento más complicado.
¿Cuánto tiempo tiene que esperar el cliente que ahora quiera, por ejemplo, un Arkana?
Si hace el pedido ahora se le entregará entre febrero o marzo. ¿Sabes lo bueno de decir esto? Es que le estás diciendo la verdad al cliente. Y aun diciendo la verdad al cliente seguimos cogiendo 1000 pedidos al mes. Porque le estás diciendo la verdad. Porque el problema de los plazos de fabricación ahora mismo es un problema común del sector. Entonces, tu labor comercial es explicárselo bien al cliente. Y si se lo explicas bien te lleves el gato al agua sin lugar a duda.
¿Qué le parece la acción del Gobierno con la cuestión del impuesto de matriculación?
Si el 1 de enero volviese el impuesto tal y como estaba antes y automáticamente subiese el precio de la mitad de los coches que se venden en España un 5%, yo no sé si están los compradores para ese tipo de cosas. Vivimos en un entorno español y mundial que está todavía muy tocado por la crisis de la Covid y ahora por problemas varios industriales. Yo creo que la gente mira los gastos con mucho cuidado. Ese impuesto, a largo plazo, creo que hay que darle una «pensada», quizás en función del uso en vez de la compra, etc.