Innovación
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Innovación
La pasada feria de la tecnología celebrada en Las Vegas mostró algunos de los avances más importantes que la industria del motor está realizando. Una tecnología que llegará mucho antes de lo previsto y cuyo uso muchos Gobiernos todavía no han regulado. Se trata de la conducción autónoma de nivel 5, cuando el coche tenga total libertad para circular, recoger a pasajeros, llevarlos a su destino y esperar un nuevo desplazamiento aparcado en cualquier zona. Volvo presentó en Estados Unidos el «Ride Pilot», un sistema de conducción autónoma que, según todos los analistas, desafía al AutoPilot de Tesla, que realmente todavía no es un dispositivo de conducción autónoma plena ya que requiere la atención del conductor en caso de que haya algún problema. «Nos sentimos orgullosos de anunciar el plan de introducir en Estados Unidos nuestra función de conducción autónoma auténticamente no supervisada, ya que queremos establecer un nuevo estándar industrial de autonomía sin comprometer la seguridad», afirmó Mats Moberg, responsable de investigación y desarrollo de Volvo Cars. «Equipar nuestro nuevo SUV totalmente eléctrico con el software de conducción autónoma de Zenseact y el estándar LiDAR de Luminar supone un gran cambio para Volvo Cars, pero también para la seguridad automovilística y la conducción autónoma». Esta combinación de sensores y software, y la seguridad que proporciona, se incluirá de serie desde el primer día en los próximos SUV totalmente eléctricos de Volvo y mejorará con el tiempo. Sin embargo, la función Ride Pilot solo se pondrá a disposición de los clientes una vez que haya superado el riguroso protocolo de verificación y pruebas de la marca. Esto incluye la validación de la tecnología como segura para su uso en carreteras en diversas condiciones. Otra de las compañías que también está desarrollando la conducción autónoma es Hyundai, que mostró en Las Vegas sus grandes avances con uno de sus modelos cien por cien eléctricos, el Ioniq5, que sirve de base como robotaxi. Pero la conducción autónoma no solo queda aquí, porque en Las Vegas el fabricante de tractores John Deere anunció la próxima entrada en producción del 8R, que se fabricará a gran escala y se pondrá a la venta a finales de este mismo año. Un vehículo que podrá ser programado para realizar los trabajos en el campo de manera totalmente autónoma.
En el campo
El tractor tiene una ventaja sobre los automóviles para la conducción autónoma y es que, en su programación, no tiene que prever la circulación de otros vehículos similares en su camino, lo que hace mucho más sencillo la implementación de los sistemas para programar su trabajo sin que haya interferencias en su recorrido o incluso accidentes. La marca americana emplea una tecnología denominada TruSet, con un sistema de guiado GPS y otros nuevos sistemas avanzados. Cuenta con seis pares de cámaras estereoscópicas, que permiten detectar obstáculos a 360 grados y calcular la distancia. Las imágenes capturadas por las cámaras determina si la máquina sigue en movimiento o no, dependiendo de la naturaleza del obstáculo. El nuevo tractor comprueba constantemente su posición asegurándose así de que trabaja donde está previsto y con menos de un centímetro de precisión.
A través de su móvil, el agricultor tiene acceso a contenidos tales como vídeos, imágenes, datos y métricas en directo, que le permiten adaptar la velocidad, la profundidad y otras variables más. En el caso de anomalías en la calidad de las tareas desempeñadas o averías de la máquina, el propietario recibirá una notificación a distancia y así podrá realizar ajustes para optimizar el rendimiento de la máquina.