Este nuevo SUV de la marca nipona, es el primer híbrido enchufable de la marca con un consumo de tan sólo 1.5 l./100Km y el más potente de su historia con 327 CV. Además, el Mazda CX-60 está llamado a convertirse en un nuevo modelo de referencia porque representa todo lo que Mazda ha ido incorporando a su ADN a lo largo de los últimos cien años: un diseño extraordinario tanto en el exterior como en el interior, el mejor trabajo artesanal japonés, los takumis o artesanos comienzan a crear el vehículo desde un bloque de arcilla antes del proceso digital. Este SUV tiene un estilo hermoso y dinámico, con una fuerza grandiosa, y transmite la inteligencia y la elegancia de la última reinterpretación del diseño KODO, alma del movimiento, entrelazado con la solidez de una arquitectura típica de SUV, con motor delantero y tracción a las cuatro ruedas.

El interior, elegante y con excelentes calidades, mezcla distintos materiales y texturas, como madera de arce, napa, tejidos japoneses sorprendentemente trabajados, detalles cromados y un salpicadero con costuras especiales. El nuevo Mazda CX-60 tiene un estilo hermoso, dinámico y transmite la inteligencia y la elegancia del diseño KODO más novedoso. Explota el concepto japonés del MA, que representa la sosegada y majestuosa belleza del espacio vacío.

El diseño interior es inconfundiblemente Mazda, con guiños a la estética japonesa. Por ejemplo, juega con conceptos como el Kaichô, que es la mezcla de distintos materiales y texturas para generar un punto de irregularidad, combinando madera de arce, el cuero napa, refinados tejidos japoneses y detalles cromados. También está presente el Musubu o el arte de anudar y conectar, que ha servido de inspiración para los detalles de las costuras del panel del salpicadero. El tratamiento de las molduras en madera de arce se inspira en el Hacho, otro concepto estético japonés que explota la asimetría y la irregularidad intencionada. Los tejidos empleados tienen distintas fibras y patrones que responden a los cambios en la iluminación. Se ha empleado también una técnica japonesa de costura, llamada Kakenui, que produce costuras “colgantes” y deja espacios entre los tejidos de los guarnecidos, que permiten entrever el material que hay debajo.

Creado mediante una nueva evolución de la tecnología de pintura Takuminuri de Mazda el nuevo color Rhodium White, está llamado a convertirse en el tercer tono emblemático de la marca, junto al Soul Red Crystal y el Machine Grey. Además, se ofrecen otros cinco colores. Cómo no, la elección de este tono de blanco está inspirada en la estética japonesa, en la que menos, es más, y en el “vacío” del budismo zen, para crear la imagen de una máquina que emerge de la intensa luminosidad del metal. En contraste con los acabados de color perla convencionales, el Rhodium White tiene un brillo más violento y una textura de partículas más densa, que sirve para acentuar la elegancia de formas del Mazda CX-60. El interior nos transporta al Japón ancestral, el panel de control y los asientos están inspirados en los Kimonos característicos japoneses. La sensación de tranquilidad y calma en el espacio es evidente, unos acabados artesanales que resaltan, sin duda, en esta categoría.